La toxicidad en una relación se presenta de muchas formas. Por ejemplo, algunas personas parecen ser individuos agradables en el exterior, pero pueden esconder oscuras intenciones.
Así lo planteó el doctor en psicología Ralph Ryback, en una columna del sitio especializado Psychology Today.
En este contexto, el especialista describió cinco tipos de personas que pueden generar relaciones tóxicas, y que muchas veces se ocultan detrás de una imagen exitosa y amable.
1. El crítico
Si has escuchado frases como “¿Te vas a poner eso?”, “¿Por qué nunca…?” o “¿Qué pasa contigo?”, podrías estar en presencia de un “crítico”. “Nos hace sentir inferiores y creemos que nunca podremos hacer nada bien, sin importar cuánto nos esforcemos”, explica el psicólogo.
Este tipo de personas puede traerle mucha toxicidad a una relación. Si bien no utiliza palabras ofensivas, probablemente insultará nuestras creencias, aspecto y pensamientos constantemente.
“Esto suele pasar porque tiene baja autoestima y quiere tener el control. En lugar de intentar hacer sugerencias para mejorar nuestros malos hábitos, se aferra a cualquier excusa para reprochar estos hábitos y entorpecernos personalmente“, añade el especialista.
Asimismo, especifica que “el crítico” apunta a la persona y no a su comportamiento. “La experiencia más perjudicial que puede tener una persona es cuando un padre le dice: ‘Eres un niño malo’, en lugar de decirle, ‘Hiciste algo malo’“.
2. El pasivo-agresivo
Todos conocemos a alguien pasivo-agresivo. Es ese tipo de persona de la cual no sabemos qué está intentando expresar. Frecuentemente utilizan la negación de los sentimientos, sarcasmos y groserías disfrazadas de halagos.
“Imaginemos que hicimos algo para molestar a nuestra pareja, pero no sabemos exactamente qué fue. Le preguntamos qué nos molesta para evitar molestar a nuestra pareja en el futuro. Sin embargo, la otra persona no nos dirá qué le molestó, en su lugar, responde, “estoy bien” o “no me enojé”, mientras se aleja de nosotros”, ejemplifica
Una situación de ese tipo, nos hace preguntarnos frecuentemente qué está pensando con esa persona y por qué no para de enviarnos mensajes ocultos.
De este modo, si alguien es incapaz de comunicarse de manera directa o usa el sarcasmo como mecanismo de defensa, probablemente estemos frente a un agresor pasivo.
3. El constructor de muros
“Construir un muro se refiere al acto de rehusar cualquier tipo de comunicación para evadir un problema. La mayoría conocemos a alguien así”, comenta.
Se trata de las personas que se niegan a participar en conversaciones o compartir sus sentimientos cuando surgen asuntos importantes. Esto provoca que la pareja se sienta insignificante o indigna de una comunicación honesta.
Estos individuos suelen proyectar frialdad y se niegan a admitir que hay un problema. Asimismo, pueden generarnos sentimientos de culpa y resentimiento.
“Si intentamos comunicarnos con una persona que conocemos bien y se rehúsa a ser honesta y abierta con nosotros, tal vez deberíamos reconsiderar nuestros motivos para permanecer en esa relación“, añade.
4. El narcisista
El narcisista es esa persona que dice hacerlo todo bien. “Sin importar que tan inteligentes o experimentados seamos, nunca estaremos a su altura“, describe el psicólogo.
El narcisismo se considera un desorden de la personalidad y quienes lo padecen, sufren de falta de empatía y entendimiento, y siempre quieren ser el centro de atención.
“Suelen arruinar ocasiones especiales, como un cumpleaños o un hito en la carrera profesional de alguien más, porque necesitan ser halagados constantemente, incluso cuando es el momento de brillar de alguien más”, añade el especialista.
Por otra parte, detalla que los narcisistas se ofenden muy fácilmente, lo que les provoca ira, debido a que su autoestima es casi nulo. “Están dispuestos a destruir todo y a todos a su alrededor, si se sienten heridos o rechazados”, puntualiza.
5. La personalidad antisocial
El Desorden de Personalidad Antisocial (DPAS) está definido dentro del Manual Estadístico y de Diagnóstico de Enfermedades Mentales e incluye características de sociopatía y psicopatía.
“Todos tenemos tendencias hacia varias características de esa personalidad, lo que probablemente es la razón por la que el público en general es tan fácilmente seducido por esas personas: nos vemos reflejados, al menos en parte, en el comportamiento de la gente con DPAS“, detalló. También perdonamos e incluso recibimos a la gente con este desorden.
Sin embargo, los psicópatas son expertos en manipular cada situación para obtener dinero, poder, ego, u otras gratificaciones. “Son tan hábiles en ello que sus víctimas no se dan cuenta de lo que está pasando“, complementa el psicólogo.
Finalmente, comenta que el “amor” de un psicópata, es principalmente una necesidad de control, adulación y poder.