El comportamiento “agresivo pasivo”, se produce cuando expresamos indirectamente nuestros sentimientos negativos, en vez de referirse a ellos abiertamente.
Estas conductas comúnmente utilizadas para expresar la ira oculta, pueden estar interfiriendo en tu relación amorosa
¿Estás usando la agresividad pasiva con tu pareja? La doctora en psicología Andrea Brandt, escribió una columna en el portal especializado Psychology Today, donde destacó una serie de características que deberías considerar para saberlo:
1. Retienes halagos, atención o retroalimentación positiva cuando tu pareja se la merece o la pide.
2. No eres consecuente cuando tu pareja hace una petición.
3. Retrasas las cosas o las aplazas cuando hay un problema importante que necesita resolverse.
4. Evitas la intimidad o el afecto como manera de castigo.
5. Ejecutas comportamiento de sabotaje.
6. Respondes con las menos palabras posibles durante discusiones importantes. (Como “Mm-hmm”, “No sé”, “Bueno”, y “Como quieras.”)
7. Respondes de maneras sarcásticas sobre la vida, tú, mi pareja u otros.
8. Sueles sentirte frustrado, decepcionado o irritable.
9. Percibes la mayoría de las situaciones negativamente, incluso cuando muchos aspectos de ellas van bien.
10. Frecuentemente haces pequeños comentarios negativos que parecen reducir la autoestima de la otra persona.
11. Nunca dices que no o siempre dices que sí.
Si te sentiste identificado con más de alguna conducta, podrías estar teniendo un comportamiento pasivo agresivo con tu pareja.
“No hay por qué sentirse avergonzado o culpable. Reconocer que el enojo es un problema para uno, es el primer paso para resolver el comportamiento pasivo agresivo”, expresó Brandt.
De este modo, aconseja que lidiar con nuestra ira oculta de una manera sana, mejorará la relación amorosa, y nos hará personas más felices y sanas.
“Quienes sufren de comportamiento pasivo agresivo tienden a suprimir sus sentimientos negativos y su enojo hasta el punto en el que se vuelven una víctima crónica”, explica Brandt. Asimismo, detalla que si algo sale mal, de inmediato se echan la culpa. “Es una receta para el resentimiento y el odio a uno mismo”, comenta.
En este contexto, describe que algunas personas sienten que ser “víctimas” es la única manera que tienen para obtener la atención del otro. De este modo, precisa que lo fundamental es detener ese comportamiento de “mártir”, para eliminar las “estrategias” pasivas agresivas.
“Tal vez pensamos que nuestras parejas nos conocen lo suficientemente bien, sin necesidad de que lo digamos, pero no son lectores de mentes. Entonces, muy dentro de nosotros, crecen nuestras propias reservas de enojo y resentimiento. Nadie está realmente feliz con la situación”, explicó.
La especialista destaca que estar conscientes del problema, es fundamental para cambiarlo. “La gente no suele entender que su comportamiento pasivo agresivo es la fuente de sus problemas (…) La meta en este momento es empezar a hacernos conscientes de nuestra propia ira”, reflexiona finalmente.