El académico de la Universidad de Santiago, Dr. Francisco Zamora, señaló que los estudios médicos en torno a los pacientes de Londres y Berlín no se traducen en una cura efectiva contra la pandemia y que este tipo de procedimientos conlleva un gran riesgo para el paciente.
La revista científica Nature dio a conocer esta semana el caso de un paciente inglés contagiado con el Virus de Inmunodeficiencia Adquirida (VIH) que, tras ser sometido a un trasplante de médula ósea, logró eliminar la presencia del virus en su cuerpo. Este sería el segundo caso sumado al ocurrido doce años atrás con el “Paciente de Berlín”. Ambos hombres infectados habían desarrollado cáncer y recibieron el mismo tratamiento.
A pesar de las altas expectativas que ha levantado este anuncio, el infectólogo y académico de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Santiago, Dr. Francisco Zamora, cree que aún se está lejos de encontrar una cura contra el VIH. Argumenta que este tipo de procedimientos conlleva un gran riesgo para el paciente, sumado a la dificultad de encontrar un donante que sea lo suficientemente compatible con el receptor.
“El trasplante de medula ósea es uno de los más agresivos que tiene la medicina (…) Destruyen toda la médula del paciente y después le inyectas células madre que son de un donante” explica el médico. Zamora enfatiza en que “si trasplantas médula ósea de una persona que no sea compatible (con la del paciente), estas células que se van a producir en la médula del receptor empiezan a atacar a su organismo”.
Cura lejana
El académico señala que el paciente que recibe la nueva médula, además, se expone a diversas infecciones, al estar demasiado tiempo con su sistema inmune destruido como efecto del trasplante. “Tiene un porcentaje de mortalidad bastante alto. Entonces, tenerlo como un método para curar el VIH no tiene ningún sentido”, admite Zamora.
El Doctor aclara que el caso del Paciente de Londres “es una evidencia científica que, en el fondo, no es un avance en la cura, sino buscaba sanar al paciente de un cáncer de ganglios”. Además, asegura que esta operación se había repetido en otros pacientes, siendo el señalado por la revista Nature el único exitoso.
“La cura (contra el VIH) todavía está lejana. Hay que tratar de diagnosticar lo antes posible a las personas que tienen Sida, tratarlas rápidamente y dejarlas con carga viral indetectable porque así no trasmiten el virus”, declara el médico.
Educación sexual
El infectólogo también se refirió a la poca percepción de riesgo que existe hoy en Chile frente al VIH. “Hay una generación que perdió completamente el miedo al virus y que nunca lo ha tenido, que son los jóvenes entre 19 y 39 años”, expresa.
No obstante, Zamora aclara que, además de la poca percepción de riego frente a contraer el VIH, la falta de educación sexual en la sociedad chilena sigue siendo el problema principal. “No hay educación sexual, prácticamente. El embarazo adolescente sigue estando alto y las otras enfermedades de trasmisión sexual (ETS) también, porque no se está educando a los chicos que tienen que protegerse al momento de tener relaciones sexuales”, comenta.
El profesional hace un llamado a que la sociedad debe hacerse cargo para visibilizar esta problemática. Afirma que “es una cosa que tenemos que hacer todos como sociedad. No es solamente responsabilidad del Ministerio de Salud o el de Educación”.