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En el Festival de Viña, la comediante Chiqui Aguayo abordó la dificultad de preparar la colación de su hija, reflejando un problema común entre los padres respecto a qué enviar de snack a los niños durante el colegio. La nutricionista Ingrid Schifferli advierte sobre errores comunes como enviar demasiada comida o productos "light", ya que suelen ser altamente procesados y contener edulcorantes artificiales, perjudicando la alimentación infantil. Las colaciones deben ser simples pero nutritivas, como frutas con lácteos o alimentos derivados de cereales. Por ello se deben evitar los alimentos ultra-procesados con alto contenido de azúcar y grasa. Además, la hidratación debe ser con agua pura, evitando jugos y bebidas energéticas.
Las colaciones escolares juegan un papel fundamental en la alimentación de los niños, pero muchas familias cometen errores al prepararlas, o muchas de ellas no saben qué alimento enviar a sus hijos durante las horas de clases.
Aquel dilema lo escuchamos hace algunos días atrás en la exitosa rutina de la comediante chilena Chiqui Aguayo, quien en su presentación en el Festival de Viña, abordó los problemas que tenía para armar la colación de su hija, y las pocas ideas con las que contaba.
Al parecer, dicha situación no es solo algo que afecte solo a la comediante, ya que muchos otros padres pasan por el dilema de qué alimentos enviarle a sus hijos, o por otro lado, cometen algunos errores de elección.
Errores comunes en las colaciones escolares
Para averiguar cuáles son aquellas equivocaciones y evitarlas, la nutricionista Ingrid Schifferli Castro, profesora asistente del Departamento de Salud Pública de la Universidad de la Frontera, advierte sobre dos prácticas habituales que pueden afectar la alimentación infantil.
Hablamos del exceso de comida en la lonchera y el uso de productos “light” como una alternativa saludable.
“Alguno de los errores frecuentes es enviar demasiada colación para que puedan elegir qué comer. Eso pudiera, por un lado, hacerlos demasiado selectivos y, además, que se acostumbren a comer mucho”, explica Schifferli.
Por otro lado, el uso excesivo de productos “light” o reducidos en calorías suelen estar altamente procesados y contienen edulcorantes artificiales, lo cual, más que ayudar al menor, lo perjudica.
“Se piensa que los niños tienen que comer cosas ‘light’ y para evitar que consuman demasiadas calorías envían alimentos ultra-procesados, pero en los que se reemplaza el azúcar por edulcorantes artificiales. No es la idea basarse en este tipo de alimentación, sino que sea más natural”, enfatiza la especialista.
El desayuno: fundamental para la concentración de los niños en clases
Recordemos que las colaciones cumplen un rol secundario, ya que el desayuno debe ser el momento más importante antes de llegar al colegio, ya que la alimentación correcta permite una mayor concentración en los niños.
Los snack ayudan a evitar el hambre cuando la jornada escolar se extiende y el almuerzo se retrasa. Sin embargo, muchas familias creen que cada recreo debe ser una oportunidad para comer, lo que no es recomendable.
“Los recreos de los niños son súper cortos y es bueno que jueguen y socialicen, y que no estén pensando que cada ‘break’ es para comer algo”, advierte la experta.
Pero el problema se agrava cuando las colaciones incluyen alimentos ultra-procesados con altos niveles de azúcar y grasa.
“Se ha visto que, debido a las alzas bruscas de glicemia y posterior caída de ésta bajo el umbral inicial, a los niños que consumen este tipo de alimentos les da más sensación de hambre y tienden a comer más alimentos y más energía en exceso. Esto afecta el peso corporal de manera más inmediata, pero en el mediano y largo plazo puede traer alteraciones metabólicas y, por supuesto, establecer hábitos alimentarios que no son saludables”, sostiene la nutricionista.
Opciones rápidas y saludables para las familias
Entonces, ¿Cuál es la colación ideal? Para quienes tienen poco tiempo, la clave está en elegir combinaciones simples pero nutritivas.
“Lo fundamental es que, en términos generales, las colaciones contengan una fruta y un lácteo. Eso cuando el horario de salida es cercano al almuerzo o almuerzan en el colegio. Si los tiempos entre desayuno y almuerzo son más largos, conviene agregar algún alimento derivado de algún cereal, como un sándwich pequeño o mediano, idealmente en pan integral“, recomienda la especialista.
Otras opciones incluyen galletas o queques caseros en porciones pequeñas, huevo duro o frutos secos.
Para quienes buscan alternativas más accesibles y sin preparación, los cereales de avena, galletas de arroz y barras de dátiles pueden ser una buena opción.
Por último, la hidratación es clave. “Para hidratarse, lo principal es el agua pura. No jugos, menos bebidas gaseosas y, por ningún motivo, energéticas, que pueden incluso provocar alteraciones cardiacas en niños pequeños”, enfatiza Schifferli.