Evita descuidos este verano: consejos para prevenir accidentes mientras nadas en una piscina

Las altas temperaturas del verano son la excusa perfecta para disfrutar de las piscinas y capear el calor de estos meses. Generalmente, son los niños y jóvenes quienes aprovechan más estos lugares, sin embargo, no están exentos de riesgos.

Aunque la piscina es mucho más segura para la natación o realizar otras actividades, es también un foco de peligro para las personas que no saben nadar, principalmente niños y adolescentes.

De acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), todos los años, mueren ahogadas cerca de 300 mil personas en todo el mundo. Una cifra relativamente baja, pero cuyas víctimas son principalmente niños y jóvenes. La OMS estima que una cuarta parte de estas defunciones corresponden solo a menores de 5 años.

Bajo este contexto, reconocer las señales de alerta es fundamental durante una emergencia de estas características. Así lo explicó David González, médico y gerente de modelamiento preventivo IST (Instituto de Seguridad del Trabajo), quien aseguró que la toma de acción es importante.

Según el profesional, considerando que estas situaciones ocurren en cosa de segundos, “hay que reconocer rápidamente cuando una persona tiene dificultades en el agua. Principalmente, se ve en los cambios de comportamiento, los movimientos bruscos o, claramente, con el cese de estos”.

El grupo más vulnerable frente a este tipo de situaciones son los niños de 1 a 4 años. El médico de IST explicó que la asfixia por inmersión es una de las principales causas de muerte de esta población en Chile.

“Los niños deben estar bajo la supervisión estrecha de un adulto. Las víctimas de esta edad se ahogan en la hora de almuerzo, cuando los adultos están preocupados de la comida u otras actividades. Muchas veces se piensa que están jugando, pero sus caras pueden mostrar desesperación o manifestar que están bajo dificultades”, enfatizó González.

¿Qué hacer ante un accidente en la piscina?

Cuando una persona se ahoga, lo primero que se debe hacer es guardar la calma. El experto enfatizó en que las acciones de rescate deben ejecutarse a la brevedad para salvar la vida de la persona.

“Si la persona aún mantiene conciencia, es importante proveerle objetos para que pueda flotar. En caso de no tener este elemento cerca, se debe sacar a la persona del agua rápidamente”, explicó el especialista.

Vale mencionar que, en medio de estas emergencias, es fundamental que el rescate sea realizado por individuos que sepan nadar, pues en algunos casos podría ocurrir una muerte “en cadena”, es decir, personas que fallecen intentando salvar la vida de alguien más.

Una vez fuera del agua, se debe posicionar a la persona boca arriba en una superficie plana. “En este caso, se debe observar si efectivamente está consciente o respirando. Si no existe respiración, se debe iniciar con la Reanimación Cardiopulmonar (RCP)”, puntualizó el Dr. González.

De acuerdo con la prestigiosa Clínica Mayo, esta técnica puede salvar la vida de una persona, ya que “es un tratamiento de emergencia que se realiza cuando alguien no respira o no tiene pulso, por ejemplo, cuando una persona tiene un ataque cardíaco o casi se ahoga”.

Medidas preventivas

Dado que un simple descuido o golpe puede desencadenar una tragedia, la prevención es fundamental para evitar accidentes.

En el caso de los niños, una medida relevante es contar con cercos de seguridad en las piscinas, es decir, rejas de al menos 1.5 metros de alto, sin elementos que permitan escalar (solo barras) y con pestillos en altura para evitar que los menores accedan solos al agua.

También es crucial que, al ingresar a una piscina, los niños y adultos que no saben nadar utilicen chaleco salvavidas. Este elemento es clave, pues permitirá a la persona mantener su cabeza fuera del agua, no así los flotadores tipo alitas, que pueden dejar la cabeza sumergida y los brazos flotando.

El Dr. González enfatiza que para evitar una tragedia lo básico es saber técnicas de flotación y RCP. “No necesariamente el objetivo es nadar, sino que aprendan a flotar y mantener la cabeza fuera del agua, para que la vía respiratoria esté libre de agua. También es importante que más jóvenes reciban instrucción en resucitación cardiopulmonar”, acotó.

En este sentido, se recomienda que desde temprana edad los niños asistan a clases de natación para aprender técnicas de flotación y así puedan estar a salvo en medio de una situación compleja dentro del agua.

“Fomentar los cursos de natación, sobre todo en los grupos de riesgo. El hecho de que existe una oferta gratuita de cursos de natación por parte de las municipalidades es extremadamente relevante”, destacó el especialista.

Por otra parte, es indispensable evitar las conductas de riesgos dentro o fuera del agua, como, por ejemplo, realizar clavados sin conocer la profundidad que tiene el agua o estar bajo los efectos del alcohol o drogas.

“Estas acciones irresponsables pueden causar un golpe en la cabeza, dejarlos inconscientes y ahogarse. Los adolescentes son mayoritariamente quienes suelen incurrir en estos actos”, dijo el experto en prevención.