Döstädning: la tradición sueca de ordenar todo antes de morir para evitar problemas a la familia

Al morir, uno de los temas que debe atender la familia, es qué hacer con muchas de las cosas que quedaron del difunto o difunta. Ya sea desde ropa, muebles, fotografías o incluso activos más valiosos, pueden convertirse en un dolor de cabeza.

Sin embargo, los suecos parece que ya resolvieron dicho problema, por medio de una antigua tradición.

Se trata de la práctica conocida como döstädning, donde las personas organizan y se deshacen de sus pertenencias, antes de morir.

Döstädning, según la BBC, proviene de la palabra dö, que significa muerte, y städning, que significa limpieza u orden.

Limpieza antes de la muerte

La artista sueca Margareta Magnusson, en su libro “El arte sueco de ordenar antes de morir”, señala que esta práctica consiste en deshacerse de todo lo innecesario antes de partir.

“La idea es no dejar un montón de basura al morir. Basura de la que tendrán que hacerse cargo otras personas (…) En esta cultura consumista en la que vivimos, döstädning es una forma de ayudar a los que dejas atrás”, dijo a BBC Mundo.

De hecho, enfatizó en que para ella no es justo dejar a tus familiares con una pila de cosas por resolver, cuando se podrían haber hecho en vida.

“He tenido que ordenar tantas veces después de morir otra persona, que ni por asomo obligaría a alguien a hacerlo después de mi muerte”, añadió.

Jonathan Levit, miembro del Grupo de Trabajo Atención Paliativa del Colegio Oficial de Psicología de Cataluña, dijo a El Correo que “lo que ocurre es que en general no se nos educa para hablar o reflexionar sobre ella (muerte)“, pero que deberíamos prestarle más atención y tomar cartas en el asunto, para que no los pille desprevenidos.

¿Cómo aplicar la tradición sueca de döstädning?

Para algunos, aplicar esta tradición sueca puede que no sea sencilla, sin embargo, hay algunos tips que pueden ayudar.

Por ejemplo, Magnusson indica que sirve partir haciendo un inventario con todas las antiguas pertenencias y recordar la última vez que las utilizaron.

“He disfrutado repasando mis recuerdos, mi vida. Dándoles cosas a mis nietos y a mis hijos (…) Yo no lo veo como algo triste, sino más como un alivio”, añadió la artista que lleva años aplicando esta práctica.

Otra recomendación es revisar el ático, sótano o armarios donde generalmente se suelen guardar cosas.

Luego, se puede pensar en un familiar más joven o amigo, a quien le puede dar esas cosas que ya no te sirven o no utilizas.

La artista sugiere comenzar “con las cosas grandes. Mesas, sillas, muebles. Luego pasa a cosas más pequeñas como ropa u ollas y sartenes”.

Respecto a la ropa, que generalmente suele quedar luego que fallece una persona, dice que lo ideal es tener aquello que solo nos gusta usar y combinar.

Generalmente, también se suelen guardar cartas, fotos, diarios u otros recuerdos, por lo que propone guardarlos en una caja con el nombre de una persona de confianza y dejarle instrucciones claras para que se deshaga de ellas, sin tener que ver su contenido.

Sobre los documentos privados, llama a conseguir una trituradora de papel o simplemente quemarlos.

Hoy en día, muchos adultos mayores conviven con las redes sociales, por lo que recomienda dejar anotadas las contraseñas de las cuentas y los nombres de usuario, ante cualquier trámite.

Ahora, si tienes un problema no resuelto con alguien, invita a tratar de resolverlo antes de que sea tarde.

Por último, llamó a organizar o desechar fotos y recuerdos. Según la artista, nunca es demasiado pronto para comenzar a ordenar todo, de hecho, cuanto antes es mejor.