El sedentarismo puede aumentar el riesgo de padecer enfermedades como la obesidad, una presión arterial elevada o patologías cardiovasculares. Los empleadores tienen un rol clave para fomentar la actividad física y una vida activa entre sus trabajadores.

Adoptar un estilo de vida sedentario puede traer consigo diferentes problemas de salud. El sedentarismo incrementó luego del confinamiento provocado por la pandemia del covid-19.

De acuerdo con la enciclopedia online MedlinePlus, de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, “un estilo de vida inactivo puede ser una causa de muchas enfermedades crónicas. Al no hacer ejercicio en forma regular”.

Las personas sedentarias están expuestas a padecer obesidad, presión arterial alta, colesterol elevado o enfermedades cardiovasculares, entre otras, consignó Clínica Mayo.

En Chile, este estilo de vida es alto desde antes de la pandemia. Un informe de la Universidad de La Frontera y Active Healthy Kids Global Alliance, ubicó a nuestro país en el penúltimo lugar a nivel mundial en actividad física.

Este fenómeno se agudizó con las cuarentenas, como lo confirma el estudio de la Consultora Ipsos Miradas Globales Sobre el Ejercicio y los Deportes en Equipo, el cual midió la actividad física de las personas y sus preferencias a la hora de hacer ejercicio de 29 naciones, resultando Chile el cuarto más inactivo.

Las nuevas modalidades de trabajo -remoto e híbrido- agudizaron la “pandemia del sedentarismo” en la población trabajadora, lo que trae consigo múltiples consecuencias para la salud de las personas.

Por ello, los empleadores están empezando a tomar más conciencia en torno a la importancia de preocuparse y ocuparse de la salud laboral de sus trabajadores, activando beneficios que los incentiven a que realicen ejercicio.

Recomendaciones para evitar el sedentarismo en el trabajo

En este sentido, Magdalena Poblete, kinesióloga y fundadora de Aictive -la plataforma chilena que utiliza la inteligencia artificial para evaluar el cuerpo y plantear un entrenamiento responsable y efectivo-, entregó recomendaciones para mejorar el estado físico en este contexto.

“El tiempo que los trabajadores destinan para moverse desde y hasta la oficina es también un buen momento para apostar por el deporte. Fomentar la movilidad a pie, en bicicleta es una buena opción para introducir hábitos saludables“.

En esta línea, disponer de espacios reservados para aparcar bicicletas o de una zona de aseo donde ducharse y cambiarse de ropa es una medida que las empresas pueden ofrecer a sus colabores.

Entregar espacios y actividades deportivas en el entorno laboral permite fomentar la actividad física en el trabajo. Pequeñas salas para hacer gimnasia o actividades dirigidas como yoga o pilates son algunas de las opciones”, especificó la experta.

Asimismo, existen plataformas digitales que podrían facilitar la práctica de ejercicios durante el horario laboral y que pueden mejorar la salud de los trabajadores.

“Por ejemplo, Aictive cuenta con pausas activas en la jornada laboral, que tienen como objetivo lograr una desconexión del trabajo. La plataforma entrega rutinas aleatorias que incluyen ejercicios de movilidad, activación y estiramiento que duran alrededor de 15 minutos”, indicó la kinesióloga.