En el interior de nuestros hogares, los contaminantes se encuentran más concentrados que en el exterior, ya que además de la polución que llega desde afuera, existen varias fuentes dentro de la propia vivienda: nosotros mismos o nuestras mascotas.

Esto se acentúa en invierno con la incorporación de calefacción a parafina, leña u otros combustibles.

El humo del tabaco es uno de los contaminantes más importantes, pero también hay que tener en cuenta otros como el agua y la humedad, que contribuyen a la aparición de mohos, hongos, alérgenos y bacterias.

Otra fuente de polución son los materiales de construcción y del mobiliario, que emiten una serie de compuestos orgánicos volátiles que flotan en el aire y que pueden ser perjudiciales para la salud.

Asimismo, los productos químicos que utilizamos para la limpieza, ambientadores, plaguicidas o pinturas, suponen una fuente de exposición a partículas peligrosas.

“El mantenimiento descuidado de la vivienda y de su equipamiento también puede originar contaminación. Las grietas en los muros, por ejemplo, permiten la infiltración del gas radón, cuyos efectos en la salud son muy nocivos”, asegura Daikin, líder en climatización.

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Según Daikin, para saber qué calidad tiene el aire de nuestro hogar, hay que tener en cuenta la satisfacción de los ocupantes respecto al aire que están respirando: si se perciben olores desagradables o si presentan síntomas relacionados con el aire de mala calidad.

Es importante saber que la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que la exposición a la contaminación interior causa desde efectos leves en el tracto respiratorio como congestión nasal, estornudos, conjuntivitis, entre otros, hasta efectos sistémicos como dolor de cabeza o dificultad para concentrarse.

Entre los efectos más graves, se han documentado enfermedades respiratorias crónicas, asma, dolor muscular, convulsiones, alteraciones endocrinas y muchas más. En definitiva, se ha demostrado que existe una relación directa entre la contaminación del aire interior y la salud.

Si quieres mejorar la calidad del aire interior de tu hogar, Daikin recomienda:

Ventilar tu vivienda diariamente.

Utilizar sistemas de filtración y purificación de aire.

Usar calefacción sin emisiones en el interior del hogar.

No fumar dentro de la casa.

Utilizar la campana extractora siempre que cocines.

Decorar tu casa con plantas como el potus, la palmera de bambú, el árbol de caucho o la sansevieria, que absorben los contaminantes del aire.

Controlar el nivel de humedad interior para que se sitúe alrededor del 40%.

Vigilar posibles filtraciones de agua en el techo o los muros y evitar tender la ropa en el interior.

Mantener una temperatura adecuada y confortable, especialmente en las habitaciones que más se frecuentan.

Procurar que los materiales del mobiliario, pinturas o tejidos sean de origen natural.