No ha cumplido ni los 30 años, pero su historia ya suena en páginas informativas de su país. En otras, del ciberespacio, ya está más que posicionada. Su historia se entrelaza en el sufrimiento cruel del acoso en la escuela y la de una especie de revancha porque el rechazo ha quedado atrás, si se toma en cuenta el interés de su público meta.
A Stefy Quinn la describen como “la máxima referente de cine para adultos nacional”. La joven posa cómodamente en cada fotografía que ha ilustrado su historia.
Con 27 años de vida, ha querido contar al público, aunque no sea su meta, de dónde viene una mujer que ha decidido dedicarse al rubro actoral porno y hacia dónde va. La cadena de noticias TN difundió la nota.
Esta joven, nacida en San Miguel (noroeste del Gran Buenos Aires), está casada desde hace 9 años y vive entre su ciudad natal y la capital argentina. Arrendó un departamento cerca del imponente Obelisco. Varios días a la semana se separa de su marido, para cumplir sus compromisos de actriz en las producciones antes mencionadas.
Sus vivencias no son contadas de forma azarosa. Se ha convertido en la actriz más buscada en la web argentina. No sólo eso. Su pasado escolar, con bullying incluido, tiene la mezcla perfecta para entender los pasos que siguió y por qué pretende tomar un camino distinto en un mediano plazo.
Esta actriz, que admira al personaje de Harley Quinn (de ahí su nombre artístico), toma en cuenta el ayer, se afirma en su presente y mira hacia adelante.
Del bullying escolar a actriz porno argentina
En la entrevista que concedió se revelan detalles de la intimidad en su arriendo, ubicado en el transitado centro porteño.
Stefy se refiere a la decoración con varias figuras presentes, en honor a Harley Quinn: “Solamente una de las figuras las compré yo. El resto me las regalaron”, reconoce. Su inspiración fue tal, que es parte ya de su nombre artístico.
No todo ha sido una colección grata. A su memoria han venido recuerdos guardados que, para cualquier ser humano, resultan desagradables producto de una práctica de acoso escolar: el bullying. En esta joven actriz porno dejó marcas, con calificativos que recuerda perfectamente.
“No tuve la infancia más feliz de todas. Adolescencia no tuve la más feliz de todas. De hecho me hacían bullying en el colegio, me cargaban porque no tenía esta figura. Tenía sobrepeso cuando era chica, tenía muchos cachetes, entonces me decían que era gorda. Me molestaban por eso”.
No era una mala estudiante. Pero el acoso tuvo su impacto hasta por destacar en calificaciones. Sin embargo, pareciera que esa toxicidad del pasado, fue utilizada para impulsar su presente.
“Me iba muy bien porque me gusta estudiar y me molestaban por eso. No era muy popular entre los chicos. Ahora que tengo este salto es fantástico el contraste. Soy lo que siempre quise ser”.
De su casa decidió irse con tan sólo 16 años. Nunca más regresó. Tuvo que trabajar en una feria, vendiendo ropa. Aprendió costura y puso un taller en su domicilio. Pero al llegar la mayoría de edad, comenzó el trabajo sexual, compartiendo contenido erótico. Eso la tiene, en la actualidad, como la actriz porno más buscada en la web argentina.
“El argentino tiene la cultura de no pagar”
No todos la conocen, por supuesto. Fuera de su público objetivo, cuando entabla conversación con nuevos conocidos, brinda otro tipo de explicación cuando le preguntan cuál es su profesión u oficio.
“Quizás al principio doy una respuesta mucho más sutil, que es que soy masajista, que es real. Soy masajista y quiropráctica. Y si tenemos confianza y veo que está todo bien, después de un tiempo les digo ‘bueno, mira, lo que hago aparte ‘de’ es hacer porno’”.
A la gente más conservadora le dice que hace ropa. Le menciona su taller de costura en casa. La variedad de respuestas vienen, o van, dependiendo de quiénes sean los interesados en su vida.
Al cine para adultos dice que llegó por casualidad. Era escort en la calle y un productor la vio. Le propuso hacer una película, pero a ella le complicaba mostrar el rostro. En un inicio, utilizó máscaras para tapar su identidad. Pero, al poco tiempo, ya no era factible, aunque lo intentó.
Más adelante, su idea se posaba en ser el centro de atención, como dejando atrás el haber estado al medio del bullying, pese a que lo remunerado no fue lo que esperaba.
“La paga no fue muy buena, no voy a mentir, era muy poquito en relación a lo que cobraba. Quería la experiencia y la diversión. Sentir que todos me vieran, ser el centro, y pensar qué podía hacer sentir en la gente después de que me vieran”.
La diferencia radica en el hecho de qué productora la contrate y si el contenido se difunde más allá de Argentina. Localmente, asegura, no es rentable, ya que el consumidor de su país no ha permitido que esta industria se asiente en el vecino trasandino.
“No se llegó a asentar por una cuestión cultural. El argentino tiene la cultura de no pagar. Me dicen bastante ‘¿cómo te voy a pagar si en Internet hay un millón de opciones y gratis?’. O ¿para qué te voy a pagar si espero un poco y aparece pirateado?’. Es una cuestión cultural de la Argentina. El extranjero paga, no tiene problema”.
“Yo sé que a ‘Stefy Quinn’ le queda fecha de caducidad”
La actriz porno que quiere ser admirada, después de ser buleada (acosada) en el colegio, tiene claro que no habrá Stefy Quinn para rato.
Su futuro ya lo empieza a dilucidar, tras 9 años de dedicarse a una actividad laboral que no es la más rentable. Sin embargo, es a lo que se dedica.
“No soy prostituta, yo soy puta; hay una gran diferencia. Y soy actriz porno porque quiero, elijo hacer esto al 100%”.
No ha estado sola en esto. A su marido, al que conoció cuando tenía 16 años, lo tiene como un apoyo en lo que ha decidido hacer. De hecho, ella asegura que la ayuda con planos e ideas para grabar sus escenas. No obstante, hay planes de darle un giro a su vida.
“Yo sé que a Stefy Quinn le queda poco tiempo, esto tiene fecha de caducidad. Si en algún momento me retiro de ser actriz porno, tengo mis otras facetas. Puedo hacer masajes, puedo hacer ropa, sé inglés y puedo hacer un traductorado. Tengo para donde ir”.
Por el momento, no ha tomado esa decisión. Stefy Quinn disfruta de ser la actriz porno más buscada en la web argentina, en contraste con la niña y adolescente que sufrió bullying, por ser “gorda” o ser buena estudiante. Para el futuro inmediato, se considera capaz en tiempo y aptitudes para enfrentarlo.
“’Uy, pobre, no tiene oportunidades en la vida y cayó en eso y tiene que hacer eso para comer porque no sabe hacer otra cosa’. Lo que yo espero es que cuando vean esto sepan que en mi caso no es así, yo tengo otras salidas. Yo tengo otro oficio. Otros oficios”.