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Tom Cruise ha tenido una exitosa carrera en la pantalla grande, destacándose por interpretar diversos personajes como un piloto de avión, marino, agente secreto y hasta un amante del hip hop, siendo uno de los más emocionantes el de Nathan Algren en "El Último Samurái". La película, dirigida por Edward Zwick y nominada a cuatro premios Óscar, narra la historia de un soldado norteamericano enviado a Japón para entrenar milicias durante la Restauración Meiji en el siglo XIX. A pesar de las buenas críticas y éxito en taquilla, en Japón se cuestionó la representación de los samuráis. La película, pese a que no lo menciona, está inspirada en Jules Brunet, un soldado francés que participó en la Guerra Boshin en Japón, luchando junto a los samuráis del clan Tokugawa contra el emperador Meiji. Aunque no se ha comprobado que Brunet fuera un samurái, su historia tiene similitudes con la trama de la película, destacando su participación en conflictos bélicos y su reconocimiento posterior por el imperio.
Tom Cruise ha tenido una infinidad de éxitos en pantalla. Y es que sus personajes puede ser desde un piloto de avión, a un marino, veterano de guerra, un agente secreto o incluso un producto de cine amante del hip hop, pero uno de los que más emoción ha generado, es el de Nathan Algren en El Último Samurai.
La película, dirigida por Edward Zwick y nominada a cuatro premios Óscar, entre ellos Mejor Actor de Reparto para Ken Watanabe, cuenta la historia de un soldado norteamericano que es enviado a Japón a entrenar a una milicia durante la Restauración Meiji en el siglo XIX.
Durante su estadía en Japón es capturado por los samuráis, quienes lo retienen, pero pese a considerarlo un enemigo y encarcelarlo, lo hacen parte de su comunidad y le enseñan su cultura, costumbres y tradiciones, a tal punto que Algren termina peleando junto a ellos en contra del emperador Meiji.

Vestido como samurái y lucha junto al shogunato, pero pierden. Finalmente, él llega hasta donde el emperador para entregar la espada de Katsumoto Moritsugu, y contarle pasajes desconocidos de su vida.
Pese a las buenas críticas y éxito de taquilla que tuvo, en Japón la recepción no fue tan motivadora, ya que se le cuestionó por “romantizar” a los samuráis, y es que la percepción occidental es muy diferente a la oriental, donde incluso, en algunos casos, eran considerados corruptos.
Pero una de las incógnitas que deja la película, es si realmente existió Nathan Algren. Como suele ocurrir, sí, pero no. Te lo explicamos a continuación.
No era norteamericano, ni se llamaba Nathan
Ocurre lo siguiente. Nathan Algren estaría inspirado en un soldado, pero este no sería norteamericano, sino que francés y se llamaba Jules Brunet, y no, no era alcohólico ni espadachín como el personaje de Cruise.
Brunet, un oficial especializado en artillería, fue enviado a Japón para entrenar a un ejército en tácticas occidentales. Luego, luchó junto a los samuráis en contra el imperio de Meiji durante la Guerra Boshin (1868-1869).

Esta es una de las principales diferencias, ya que el personaje de Tom Cruise llegó directo a entrenar al ejército del emperador, Brunet no, él lo hizo, pero con el ejército shogun.
La Guerra Boshin se generó, en simple palabras, por la lucha entre la modernización y mantener las tradiciones. De hecho, muchos de los asesores del emperador Meiji, eran efectivamente antiguos samuráis que renunciaron a su vida, para ingresar a lo que era una “nueva era”, cómo el personaje del General Hasegawa.
Tras entrenar a los soldados en el uso de armas y tácticas modernas, señala el portal All Thats Interesting, Jules Brunet decidió quedarse en Japón y luchar junto a los samuráis del clan Tokugawa en contra del emperador Meiji y su campaña de modernizar el país.
El Shogunato Tokugawa tuvo el control militar de Japón desde 1192, pero cuando decidieron devolver el poder al emperador, este ordenó disolver la casa Tokugawa, lo que aumentó las tensiones.
Jules Brunet, el soldado que nunca fue samurái
Brunet participó en la intervención francesa en México entre 1862 y 1864, donde recibió la Légion d’honneur, la mayor distinción militar francesa, añade el Billet de France.
En 1867, por solicitud del shogunato al emperador Napoleón III de Francia, viajó a Japón para modernizar su ejército. Entrenó a militares y campesinos, junto a otro oficial francés, André Cazeneuve.
Pese a tener una superioridad numérica considerable, el shogunato no pudo con sus espadas y arcos, frente a la artillería pesada del imperio en la Guerra Boshin: la Batalla de Toba-Fushimi, donde querían que no se despojara a la casa Tokugawa de sus títulos y tierras.

Brunet huyó a Edo, hoy conocido como Tokio, junto al almirante Enomoto Takeaki, a bordo de un buque de guerra. Pese a que Francia se mantuvo neutral a la guerra, el oficial decidió mantenerse en Japón y no regresar a su país, ya que pensaba que aún podía ganar junto a sus estudiantes.
En 1868, las fuerzas imperiales tomaron Edo. Pese a que Brunet escapó nuevamente con Enomoto, cayeron al año siguiente frente al imperio, en la Batalla de Hakodate.
Brunet escapó en un buque de guerra francés, el que lo llevó nuevamente a su tierra natal.
Ese fue todo su paso por el “País del Sol Naciente”, el que solicitó que fuera castigado, sin embargo, en Francia su historia pegó tan fuerte que fue reincorporado al ejército y participó en la Guerra Franco-Prusiana.
Luego, tuvo un papel no menor en la represión de la Comuna de París en 1871 y llegó a ser Jefe de Estado Mayor.
Jules Brunet murió en 1911 en Fontenay-sous-Bois y sus restos descansan en el cementerio Père Lachaise, en París. Enomoto, quien fue perdonado y llegó a ser vicealmirante de la Armada Imperial Japonesa, logró cambiar la imagen que había de Brunet y que se le otorga la Orden del Sol Naciente.
Como siempre, la realidad se impone ante la ficción y, en este caso, no queda comprobado que Jules Brunet haya sido un samurái, pero sí tiene ciertas similitudes con el personaje de Cruise, como por ejemplo que se puso del lado de shogunato y terminó siendo reconocido por el imperio.