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Asjabad, la capital de Turkmenistán en Asia Central, se destaca en el Libro Guinness de los Récords por su arquitectura extravagante y normativas únicas. Bajo un gobierno denominado como la dictadura más excéntrica, el país impone reglas peculiares como la prohibición de autos que no fueran blancos. Con récords mundiales como la mayor cantidad de edificios revestidos en mármol blanco y la mayor densidad de fuentes en un espacio público, Asjabad es un lugar misterioso y hermético. A pesar de su estética distópica, el acceso a internet está restringido, lo que lo convierte en uno de los países más cerrados del mundo. Los turistas interesados en visitarlo deben seguir un proceso de visa que puede resultar complicado, pero posible de realizar a través de una invitación oficial.
Ubicado en Asia Central, Asjabad, la capital de Turkmenistán, ganó más de un lugar en el Libro Guinness de los Récords por su extravagante arquitectura y su peculiar estética. Desde sus imponentes edificios de mármol hasta normativas peculiares como la prohibición de autos que no sean blancos, esta ciudad parece sacada de una película distópica.
Turkmenistán cuenta con una población de más de 6.5 millones de habitantes y es un país que se rige bajo un gobierno que, para medios como El Comercio, es denominado como la dictadura más excéntrica y que fomenta la cultura de adoración de sus líderes políticos. Luego de la muerte de su exlíder Saparmurat Niyazov en 2006, el poder quedó al mando de su amigo y confidente Serdar Berdimunhamedov.
Una de las regulaciones más llamativas de Asjabad es la prohibición de vehículos de otro color que no fuera blanco, para mantener la armonía visual de la ciudad repleta de mármol. Aunque la normativa fue retirada, la mayoría de los ciudadanos sigue respetándola ya que, según el medio El Motor el presidente es supersticioso y cree que el color blanco trae buena suerte.
Este país es reconocido por las reglas únicas impuestas por sus líderes, mismas que tienen más de un puesto en el libro de Record Guinnes, como el récord de mayor densidad de edificios revestidos de mármol blanco, con 543 construcciones que abarcan más de 4,5 millones de metros cuadrados.
Sus puestos en el Guinness
Pero este no es el único reconocimiento mundial. Entre otros se encuentran:
– La mayor cantidad de fuentes en un espacio público, con 27 piscinas en total.
– El edificio más grande con forma de estrella.

– El monumento de bronce más grande.
– La rueda de la fortuna más grande del mundo dentro de un edificio de mármol.

Un lugar hermético y un tanto desconocido, sin embargo, aquellos chilenos interesados en conocerlo deben saber que sí es posible ingresar. En la web del servicio de tours Advantour, detallan que el proceso no es tan complicado como parece.
El primer paso es solicitar una carta de invitación por parte de las autoridades de Turkmenistán, la cual puede ser aceptada o rechazada en un plazo de 3 a 4 semanas, si la respuesta es positiva y has sido invitado lo siguiente será retirar la etiqueta de visado en la embajada más cercana. En el caso de Chile, donde no existe representación diplomática, la opción es retirarla en su llegada al país de destino después de pasar por inmigración.
El lado B de la estética distópica y las extravagancias
Más allá de su impresionante estética, Turkmenistán es uno de los países más herméticos del planeta, según información de La Nación, el acceso a internet está estrictamente controlado, Facebook, Instagram, YouTube y WhatsApp son algunas de las redes sociales bloqueadas.
“Yo era el visitante 432 en 2024”, relata el bloggero de viajes “Viajero Crónico”, cuando en su visita por el país de Asia Central mostraba su experiencia como turista, siendo uno de los pocos visitantes que recibió Turkmenistán ese año debido a las barreras impuestas por el gobierno turcomano.
Mientras el mundo sigue descubriendo las extravagancias de Asjabad a través de las experiencias de algunos afortunados turistas, la ciudad continúa siendo un misterio para la mayoría. Un lugar donde la grandiosidad arquitectónica choca con el hermetismo de su sistema político.