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Alanis Morissette, la cantante canadiense, marcó un antes y un después en 1995 con su exitoso álbum "Jagged Little Pill", que vendió más de 33 millones de copias y la catapultó a la fama mundial con canciones como "Ironic" y "You oughta know". Morissette se convirtió en la voz de una generación al expresar sin tapujos su frustración frente al sexo opuesto. A pesar del éxito, enfrentó problemas de salud mental y acoso por parte de sus fanáticos. Tras un período de introspección en la India, encontró la plenitud fuera de los escenarios y se convirtió en madre de tres hijos. A sus 50 años, Morissette sigue siendo una inspiración para muchas mujeres y se prepara para encabezar el Lollapalooza en 2025, reflejando su evolución personal y artística a lo largo de los años.

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1995 es un año que marca un antes y un después en la carrera de Alanis Morissette. La canadiense, con solo 21 años, se convirtió en una pionera en aquellos años en que faltaban artistas femeninas.

Con una voz que es el emblema de los 90, se hizo conocida a nivel mundial con su tercer disco Jagged Little Pill, un trabajo que recorrió el mundo y la elevó en las listas musicales con canciones como “Ironic” , “Hand in My Pocket” y “You oughta know”.

El álbum vendió más de 33 millones de copias, debido principalmente a lo diferente de su estilo, honesto y en la que no temía expresar su frustración frente al sexo opuesto, lo cual la transformó en la portavoz de una generación. Según explicó Anabel Vélez, periodista musical y autora de los libros Rockeras y Mujeres del rock, Alanis “conectó con muchísima gente, por lo que cantaba y por cómo lo cantaba, con esa rabia que pocas veces se le permitía a una mujer demostrar”, indicó al diario español El País.

De la mano de ese disco, Morissette, encabezó las ventas en 13 países, lo que tiempo después la hizo merecedora de cuatro premios Grammy.

Aunque también fue una época en que la cantante debió lidiar con la exposición, esos años de formación la llevaron a convertirse en una referente, para las artistas de la talla de Olivia Rodrigo, Taylor Swift y Sabrina Carpenter.

Alanis Morissette, la rebeldía hecha canción

A pesar de que ya tenía dos discos (Alanis, de 1991 y Now Is The Time, de 1992), en su natal Canadá, Morrissette buscó un nuevo sonido que definiría su trayectoria.

Esto la motivó a irse a Estados Unidos para desarrollar un álbum autobiográfico. ¿El resultado? Con la publicación de Jagged Little Pill, la artista consiguió disco de diamante en Estados Unidos, siendo la primera artista joven en lograrlo.

Su manera de componer temas, resaltó en la industria porque desmitificaba el modo en que las mujeres debían enojarse. Al respecto, la canción “You oughta know” de Jagged Little Pill, es un claro ejemplo de cómo Morissette llevó explícitamente sus experiencias amorosas a su repertorio musical.

Alanis Morissette en 1995

“Era una etapa en la que me encontraba devastada”, contó la misma Alanis, que sostuvo que el álbum, y en especial el single, fue escrito debido a sus decepciones.

El tono confesional de You oughta know (“te vi partir, pero estoy aquí para recordarte todo lo que dijiste, prometiste, no cumpliste. Dijiste que estarías hasta la muerte, pero estás vivo y probablemente piensas en mí cuando te acuestas con ella”) provocó que miles de personas se sintieran identificadas con sus canciones.

En ese sentido, la intérprete declaró que hablar abiertamente de la tristeza que conlleva una ruptura, era una manera catártica de enfrentarlo. “La escribí para sacar de mi cuerpo, de la misma forma en la que otra persona va al psicólogo o habla con un amigo. Si no hubiese hablado de lo que me estaba pasando, me hubiese enfermado. De todas formas, aunque fue un proceso catártico, todavía tenía cosas que resolver en mi vida y eso implicaba interactuar con los seres humanos. El dolor no se iba a ir solo con la escritura”, recogió una nota de La Nación de Argentina.

Si bien este período fue el más exitoso de la cantante, no estuvo exento de problemas para su salud mental.

El acoso detrás de los escenarios

Pese a que el trabajo la convirtió en una artista consagrada, el hecho no fue del todo agradable para Alanis, que convivió con estresantes momentos con sus fanáticos, mientras estuvo en el punto más alto de su meteórica carrera.

Es que el pelo moreno azabache, la naturalidad de sus expresiones y la empatía que generaban sus canciones, causó que Morissette fuese víctima de indiscreciones que impactaron negativamente en su vida privada.

Así lo reveló en una entrevista con el periódico británico The Guardian, cuando describió el acoso constante de sus seguidores en esa época de su vida. “Ni siquiera podía salir de mi habitación de hotel”, puntualizó la intérprete de “Ironic”. “Si pasaba por la ventana y mi sombra golpeaba las cortinas, la gente gritaba afuera porque veían movimientos”.

Incluso, la canadiense afirmó que los fanáticos registraban la pieza cuando se encontraba de gira, lo que le provocó un trastorno de estrés postraumático, indicó el citado medio.

Así las cosas, dado la tensión que significó ser el foco de atención después de la gira del disco Jagged Little Pill, viajó a la India con 22 años, para reencontrar la paz perdida.

De regreso, la artista abrazó su espiritualidad y encaró sus desafíos con una nueva perspectiva, apoyándose en el mindfulness y la práctica del yoga.

Eso sí, aunque no volvió a tener el mismo éxito con sus posteriores discos, Alanis Morissette encontró la plenitud fuera de los escenarios.

El regreso de Alanis Morissette

En 2010, la cantante se casó con el rapero Mario “Souleye” Treadway con quien tuvo tres hijos: Ever Imre, Onyx Solace y Winter Mercy. No obstante, tras el nacimiento de su segunda hija, Alanis sufrió de depresión postparto.

Ante este estado de vulnerabilidad, Morissette decidió hacer público los problemas con que lidiaba, al igual que muchas mujeres. “Hay días que estoy tan débil que apenas puedo moverme”, explicó la cantante, según recogió revista Vanity Fair.

“Sé que soy una persona capaz de tomar decisiones y que era una líder en quien se podía confiar, pero ahora apenas puedo decidir qué preparar de cena”, sostuvo, con sinceridad al medio norteamericano.

Igualmente, a sus 50 años, la oriunda de Ottawa, Canadá, parece que encontró el balance que tanto añoraba, pues compartió escenario con su hija Onyx, para cantar una versión de “Ironic” en un reciente show en Nashville, en Estados Unidos.

Y con ello, cuando en 2025, se cumplen 29 años desde su primera visita a Chile, Morissette encabezará el Lollapalooza en la decimotercera versión del festival, siendo una mujer totalmente diferente, cuando se presentó en el programa Venga Conmigo en 1996, en el marco de la gira del disco “Jagged Little Pill”.

Pero tres años después, Alanis Morissette visitó por última vez el país, cuando presentó The Junkie Tour en Santiago. En esa oportunidad, la cantante deleitó a sus fans con un concierto de 84 minutos.

Hoy Alanis Morissette, que abrió la puerta a muchas mujeres, mira a la distancia, a la joven que una vez fue. Aplicando el mismo tono introspectivo con que suele componer, la artista canadiense explicó cuál es su principal motivación. “Pienso en mí de una manera bastante espiritual. Siento que estoy aquí para apoyar la evolución humana. Somos criaturas muy frágiles”, admitió a The Guardian.