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Luego de que una joven originaria de Georgia, exmiembro de la Unión Soviética, descubriera a través de TikTok a una creadora de contenido igual a ella, descubrió que en realidad eran hermanas gemelas que fueron separadas al nacer. Entre 1950 y 2006, miles de bebés del mencionado país fueron separados de sus madres mediante falsos certificados de defunción, como parte de un tráfico ilegal de niños para adopciones.

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Durante el periodo comprendido entre 1950 y 2006, miles de bebés en Georgia, exmiembro de la Unión Soviética, fueron separados de sus madres mediante falsos certificados de defunción, como parte de un tráfico ilegal de niños para adopciones. Fue a partir de este caso que dos hermanas gemelas de 19 años se reencontraron después de coincidir en TikTok.

En 2022, Elene Deisadze, una estudiante georgiana, descubrió en la plataforma la cuenta de Anna Panchulidze, una joven sorprendentemente parecida a ella. Intrigada, Elene contactó con Anna y ambas, ahora con 19 años, entablaron una amistad virtual, comentando frecuentemente su asombroso parecido.

Cuando cumplieron 18 años, ambas se enteraron por separado de que eran adoptadas. Decidieron realizarse un test de ADN que les cambió la vida: eran hermanas gemelas.

“Tuve una infancia feliz, pero ahora todo mi pasado me parece una ilusión”, expresó Anna, estudiante de Inglés, a AFP.

Las gemelas Elene y Anna que se reencontraron en TikTok no son casos aislados en Georgia, donde el tráfico de bebés prosperó durante más de medio siglo, según consigna RPP.

Los 120 mil bebés robados en Georgia

Los recién nacidos eran separados de sus madres con falsos certificados de defunción y entregados en adopción, tanto en Georgia como en el extranjero, con certificados de nacimiento falsificados. Se sospecha que una red que incluía hospitales, guarderías y agencias de adopción organizaba estos secuestros.

Se estima que al menos 120.000 bebés fueron “robados a sus padres y vendidos” entre 1950 y 2006, según la periodista georgiana Tamuna Museridze, quien investiga el tema.

El reecuentro de las gemelas

Elene, estudiante de Psicología, y Anna comenzaron a revelar su pasado robado hace dos años. Sus padres adoptivos llevaban tiempo planeando contarles sobre su adopción y finalmente lo hicieron el año pasado.

Anna admite que le costó “aceptar esta nueva realidad”, aunque asegura sentirse “inmensamente agradecida” a sus padres adoptivos y feliz de haber encontrado a su hermana.

Tamuna Museridze, que dirige un grupo de Facebook dedicado a reunir a bebés robados con sus padres biológicos, organizó el test de ADN de Elene y Anna.

Fundó este grupo en 2021, tras descubrir que ella misma había sido adoptada, con la esperanza de encontrar a su familia. Hoy el grupo cuenta con unos 200.000 miembros.

“Le decían a las madres que sus bebés habían muerto tras nacer y que estaban enterrados en el cementerio del hospital”, explica Museridze. A los padres adoptivos a menudo se les contaba una historia inventada sobre el pasado del bebé, sin que supieran que la operación era ilegal.

Algunos padres “optaron conscientemente por burlar la ley y comprar un bebé” para evitar las largas esperas de adopción, afirma Museridze.

La periodista señala que en Georgia, los padres adoptivos pagaban el equivalente a varios meses de salario y en el extranjero hasta 30.000 dólares, algo así como 28 millones de pesos chilenos.

En la década de los 2000, las medidas contra la trata introducidas por el entonces presidente Mijeil Saakashvili acabaron finalmente con este sistema.

La adopción irregular de Elene, una de las gemelas

Lia Korkotadze, madre adoptiva de Elene, una de las gemelas de TikTok, explicó que ella y su esposo decidieron adoptar tras descubrir que no podían tener hijos. Acudir a un orfanato “parecía imposible debido a las largas listas de espera”.

En 2005, una conocida le habló de un bebé de seis meses que podía ser adoptado, bajo pago. Poco después, Elene llegó a su hogar, sin que Korkotadze sospechara que había “algo ilegal”.

El trabajo de Tamuna Museridze ha sido esencial para despertar la opinión pública. Más de 800 familias se han reunido gracias a su grupo de Facebook. A pesar de las investigaciones lanzadas por distintos gobiernos georgianos, se han filtrado pocas informaciones y las incógnitas siguen siendo mayores que las respuestas.

El portavoz del ministerio del Interior, Tato Kuchava, aseguró al medio que la investigación está “en curso”, sin dar más detalles. Para Museridze, esto no es suficiente: “El gobierno no ha hecho nada concreto por ayudarnos”.