Con gustos exclusivos y aires de rockstar, Matteo Messina Denaro, fue uno de los mafiosos italianos más despiadados de los últimos 40 años. Pasó tres décadas prófugo, sin embargo, nunca estuvo alejado de la mafia siciliana. Incluso, llegó a ser portada de una revista.
Matteo Messina Denaro murió a los 61 años en Italia. Despiadado asesino, pasó 30 años prófugo tras ser parte de una campaña para forjar la sangrienta reputación de la mafia siciliana.
Lo apodaban “Diabolik” y se jactaba de que “con la gente que he matado yo mismo, podría llenar un cementerio”, consigna Radio Francia Internacional.
No solo ayudó a sembrar el terror en nombre de la Cosa Nostra, sino que también fue condenado a seis cadenas perpetuas por su participación en diversos crímenes, entre ellos el del juez antimafia Giovanni Falcone en 1992. A esto se suman atentados mortales en Roma, Florencia y Milán en 1993.
Messina Denaro fue lugarteniente de Salvatore “La Bestina” Riina, quien lideró el clan Corleonesi. “La Bestia” murió en la cárcel en 2017, luego que pasara 25 años prófugo antes de su captura.
El cuartel de Messina estaba en la provincia de Trapani, al oeste de Sicilia, sin embargo, cuando fue detenido el 16 de enero de 2023, su influencia llegaba hasta Palermo. Desde 1993 que escapaba de la justicia, hasta que finalmente dieron con él cuando acudió con una identidad falsa hasta una clínica de Palermo, para recibir tratamiento contra el cáncer.
Matteo Messina Denaro: despiadado, rockstar y playboy
Según consigna RFI, Matteo Messina Denaro era aficionado a los relojes Rolex y a la ropa de marca, además de los cómics y videojuegos. Lo precedía su fama de “playboy” e incluso en un momento fue la portada de a revista italiana ‘L’Espresso’ en 2001, donde posó con gafas oscuras y aspecto de rockstar, consigna El Confidencial.
“Este es el nuevo capo de la mafia”, tituló la revista. Para esto se utilizó una de las pocas fotografías conocidas de Denaro.
Al momento de su detención portaba recuerdos de la película “El Padrino”, entre ellos un imán con la foto de un jefe de la mafia con traje y la consigna “El Padrino, ese soy yo”.
Su vida criminal fue despiadada. Entre los casos más terribles está el de un niño, cuyo cuerpo disolvió en ácido, además de la estrangulación de una mujer embarazada.
Nacido en el corazón de la mafia
Denaro nació el 26 de abril de 1962 en Castelvetrano, al suroeste de Sicilia, en el corazón del crimen organizado, ya que su padre, Don Ciccio, era jefe del clan local. Su padrino también pertenecía a la mafia.
“Diabolik” tuvo sus primeros encuentros con la ley en 1989, luego de participar en una lucha entre dos clanes mafiosos. Luego, en 1992, fue parte de un grupo enviado a Roma por “La Bestia”, para matar al juez Falcone, sin embargo, no lo consiguieron en ese momento.
El juez murió durante un atentado con un coche bomba cerca de Palermo, el 23 de mayo de 1992. Por este hecho, Messina fue condenado en ausencia a cadena perpetua en 2020. Sus crímenes llegaron a ser considerados como “estándares” para la mafia.
Otro de los crímenes más conocidos de Denaro, está el de Vincenzo Milazzo en julio de 1992. Tras asesinar al jefe del clan rival de los Alcamo, estranguló a la pareja de Milazzo, quien estaba embarazada de tres meses.
Luego que “La Bestia” fuera detenido en enero de 1993, Messina Denaro siguió con su estrategia del terror, prestando apoyo logístico en atentados bomba en Florencia, Milán y Roma, lo que dejaron un total de 10 muertos y un centenar de personas heridas.
En noviembre del mismo año, un tribunal lo declaró culpable por ser uno de los organizadores del secuestro de Giuseppe Di Matteo, niño de 12 años, cuyo padre testificó en el asesinato de Falcone. El menor estuvo secuestrado 779 días, hasta que fue estrangulado y su cuerpo disuelto en ácido.
“Diabolik”, el protegido
El verano de 1993, “Diabolik” desapareció, sin embargo, delatores relataron antecedentes de sus actividades. En 2000 fue condenado en ausencia en un megraproceso contra la mafia siciliana en Trapani, por los delitos de asesinato y asociación mafiosa.
Mientras era buscado, utilizó el sistema “pizzini”, mensajes en pequeños trozos de papel para poder comunicar sus asuntos. Entre las fuentes de ingreso que tenía estaba el tráfico de drogas y juego, tanto en Italia como en el extranjero.
La fiscal italiana, Teresa Principato, quien estaba tras la pista de Denaro, dijo en 2015 que se confirmó su presencia en Brasil, España, Reino Unido y Austria.
La persecutora dijo que pasó tanto tiempo sin ser capturado, ya que estaba protegido “a un nivel muy alto”, pero no mencionó si se trataba solamente a la mafia, o también a políticos e instituciones.