Este 25 de noviembre se conmemora el Día Contra la Violencia a la Mujer, fecha que busca concientizar sobre una de las formas de violencia más extendidas en el mundo.
La violencia contra las mujeres no se limita a espacios privados, puede ocurrir en diferentes contextos, tales como el laboral, callejero, virtual, educativo e institucional, así como también ésta puede manifestarse como violencia física, psicológica, sexual, económica y simbólica.
Así también lo corroboran las cifras de la Subsecretaría de Prevención del Delito que evidenciaron el aumento de violencia en espacios públicos, la cual pasó de un 8,1% a 17,9%.
Mientras que, en el 2020, un 21,7% de mujeres de entre 15 a 65 años señaló haber sufrido violencia dentro de los últimos 12 meses, mientras que un 41,4% indicó que fue víctima de agresiones alguna vez en su vida. Preocupantes cifras que toman relevancia ante una nueva conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que se celebra cada 25 de noviembre, fecha que busca generar conciencia y denunciar la violencia que se ejerce en las mujeres en todo el mundo.
Para la psicóloga de Nueva Clínica Cordillera, Patricia Canales, la violencia de género es una de las formas más extendidas y obedece, muchas veces, a contextos culturales. “Con frecuencia en nuestra cultura se sigue viendo el hogar y el territorio doméstico como algo que se responsabiliza a las mujeres y se les exige su buen funcionamiento o se les critica si funciona mal”, explicó la psicóloga.
Estas críticas pueden transformarse en violencia, la cual puede llegar a descontrolarse de acuerdo con las capacidades psíquicas del sujeto”.
Por lo mismo, es necesario prestar atención a las señales que puedan dar cuenta que se está frente a una situación de violencia. “Si vemos casos donde existe una relación pareja o ex pareja, quien acosa permanentemente, envía mensajes inapropiados o llama para saber dónde está, o busca controlar en exceso a la pareja, revisan su teléfono y redes sociales, o a su vez, realiza amenazas de encierro, golpes, abandonar la relación o incluso matarla, insultos, humillaciones o gritos, tanto dentro de espacios públicos como privados”.
“En especial en aquellos casos cuando vemos cambios en la mujer y cómo ésta se relaciona con su círculo social, donde además cambia su forma de vestir, situaciones que pueden evidenciar cuadros de violencia”, puntualiza Canales. En tanto, también señaló que “sentimientos de miedo, autoconcepto descendido, muy baja autoestima, dependencia emocional, auto-desvalorización y sin proyectos de vida” también dan cuenta de señales psicoemocionales de violencia”.
En plena pandemia vimos un considerable aumento de los indicadores de violencia, los cuales se agravaron frente a contextos de encierro y cuarentena con el agresor. Pese a esto, la especialista de Nueva Clínica Cordillera enfatiza en no bajar la guardia, donde resalta el rol de familiares y entorno para salir de este contexto de violencia reiterada.
“Estamos frente a un círculo vicioso tóxico que, probablemente, se arrastre desde generaciones que pasaron por esta misma situación. Por lo cual, debemos comprender que para erradicarse por completo, no sólo hay que tomar conciencia, sino que debe existir la voluntad de todo el grupo familiar, el apoyo psicoemocional y el aprendizaje que conlleva todo el proceso. Pero, de lo contrario, la cadena de violencia continuará” aclaró Canales.
Para la profesional, el apoyo familiar, la contención psicoemocional y seguir una terapia de ayuda son trascendentales para que una mujer pueda salir del círculo de violencia. “Estamos en un complejo escenario, donde la Región Metropolitana lidera las cifras de femicidios y ataques frustrados, y a nivel mundial, datos de la Asamblea de las Naciones Unidas revelan que 2 de cada 3 mujeres padecen alguna forma de violencia, donde desgraciadamente sólo una de cada 10 denuncia a las autoridades”.
Sin duda, estar alertas es la clave. Para Patricia Canales, especialista que también ha sido parte de programa de Tribunales de Justicia en esta materia, el rol de la comunidad es fundamental. “La comunidad debe tomar en cuenta las distintas situaciones y llamadas de auxilio para prestar la atención oportuna, para así alertar a entidades tales como Carabineros, a fin de ayudar a la mujer y su entorno cercano” explicó la especialista.
Finalmente, la profesional indica que frente a cualquier situación de riesgo es importante acudir a familiares de confianza, amigos o vecinos. Además, de utilizar los canales de comunicación silenciosa del Ministerio de la Mujer, que están disponibles las 24 horas del día, tales como el chat web 1455.