Desde el primer segundo del video, que se viralizó a finales de agosto pasado, se percibe la crueldad del “castigo”: un latigazo fuerte en la cabeza del trabajador africano, que está en el suelo, aparentemente amarrado. Luce inmóvil ante la crueldad de su verdugo en tiempos modernos, aunque la escena parece sacada de una película que retrata la esclavitud.
La noticia fue difundida en Ruanda, donde ocurrieron los hechos, por el medio The Chronicles.
Son 45 segundos de un registro que se hace interminable, debido al desafortunado hecho. Un hombre, es azotado de forma cruel, indolente, insolente, humillante y todos los calificativos que de un incidente de estos pueden derivar.
Según el referido sitio noticioso, el agresor es un alto gerente chino, responsable de las operaciones de una mina en Rutsiro, en el oeste de Ruanda. Tortura a quien identifican como empleado del lugar, que más temprano fue acusado de robo en la planta.
El sujeto le recrimina en cada azote que le propina solo en la cabeza. Otros parecen no inmutarse ante la escena. De hecho, la graban con toda la confianza del mundo, aunque eso le jugaría en contra al verdugo del supuesto ladrón. Sin embargo, nadie hizo nada por detener la tortura ejercida, pese a que se trataba de otro de sus connacionales que estaba siendo maltratado por un capataz foráneo.
El debate se instaló prontamente en las redes sociales. Algunos acusaron al gobierno de ceder ante China, pese a combatir a occidente de forma tajante.
“El Gobierno de Ruanda se jacta todos los días de que no necesita ‘blancos’ para mostrarles el camino y ahora, cuando veo esto, me quedo sin palabras”, aseguró una usuaria de Twitter.
Arresto del empresario chino
A medida el video se viralizaba en Ruanda, y otras partes del mundo, crecía la expectativa por saber qué había pasado con el trabajador torturado en una nación donde las minas de coltán, entre otras, recuerdan los tiempos de esclavitud para los trabajadores, quienes trabajan sometidos a largas y extenuantes jornadas bajo el inclemente sol y en condiciones de seguridad paupérrimas.
En 2019, Europa Press reportaba el derrumbe de una mina de gas, en el oriente de ese país, que sepultó a 14 trabajadores (7 mujeres y siete hombres) que se preparaban para iniciar su jornada en una zona a cielo abierto, donde terminaron bajo tierra. Un años atrás (2018), en esa misma zona se contabilizó la muerte de 81 personas en accidentes de minería.
Debido a la publicación del registro, las autoridades en ruandesas dieron con el paradero del gerente chino que había torturado al hombre acusado de robo y procedió a su arresto, según consignó otro sitio noticioso de esa nación africana, identificado como Facts On Rwanda.
La Oficina de Investigaciones de Ruanda (@RIB_Rw) dice que está presentando cargos de “asalto” y “tortura” a un ciudadano chino visto golpeando a un ruandés atado, en un video viral compartido en las redes sociales.
Rwanda Investigation Bureau (@RIB_Rw) says it is pressing charges of "assault" and "torture" on a Chinese national seen beating a tied Rwandan in now a viral video shared on social media.
Also arrested are all alleged accomplices.#FactsOnRwanda | #RwOT pic.twitter.com/CsntjYDdSD
— Facts On Rwanda (@FactsOnRwanda) September 1, 2021
Un escueto comunicado de la embajada de China en Ruanda
Luego de conocer la situación, la diplomacia china entró en acción en territorio ruandés.
En un corto comunicado, la embajada del gigante asiático, informó que había “tomado nota de un caso concerniente a una compañía privada china y que este estaba asociado a un supuesto robo”, pero no hace mención a la tortura que ejerció su ciudadano contra el trabajador.
La sede consular aseguró que tenían confianza de que las agencias locales de investigación harían su trabajo conforme a la ley local, pero no dejaron de mostrar su preocupación por lo que pudiera ocurrir a su connacional.
“Mientras tanto, solicitamos que los derechos legales de las empresas o ciudadanos chinos estén debidamente protegidos”.
No obstante, en el escrito hicieron un llamado de atención a las empresas y ciudadanos chinos para apegarse a la normativa de denuncia en Ruanda, y no tomar la justicia por su propia mano.
“Cualquier comportamiento ilegal sospechoso encontrado debe ser informado a la policía oportunamente, en lugar de ser tratado ilegalmente por cuenta propia”.
Por el momento se desconoce el estado de la situación judicial del empresario chino que torturó al trabajador, por presuntamente robar en la mina. No obstante, el suceso puso en tela de juicio el proceder en estos centros de trabajo en la región africana, que pese al paso del tiempo, siguen estando en la mira del mundo, por las tragedias que de ahí se derivan.