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Algunos de los criminales más famosos han tenido que decidir su última comida antes de enfrentar su destino final. Victor Feguer pidió una aceituna con cuesco para que creciera un olivo en su tumba como símbolo de paz, mientras que John Wayne Gacy optó por camarones fritos, pollo KFC y fresas. Timothy McVeigh eligió helado de menta con chispas de chocolate, Ricky Ray Rector disfrutó de bistec y pollo frito, dejando la tarta para después. Ted Bundy solo tomó la comida estándar de la cárcel, y Ronnie Lee Gardner solicitó langosta y helado viendo El Señor de los Anillos. Allen Lee Davis prefirió un festín de mariscos, Aileen Wuornos solo quiso café, Eric Nance comió hamburguesas y helado, mientras que Joseph Mitchell Parsons pidió tres Whoppers de Burger King antes de ser ejecutado.
Si solo te quedara una comida antes de morir, ¿qué pedirías? Para algunos de los criminales más famosos, esta fue una decisión muy real. Algunos pidieron cenas que eran banquetes dignos de un festín, otros se conformaron con cosas simples, y unos cuantos hicieron pedidos muy extraños.
Aquí te contamos 10 de las últimas cenas más llamativas antes de que estos reos condenados a muerte enfrentaran su destino, con información de The Sun:
Victor Feguer
Pidió una sola aceituna con cuesco. Su idea era que, después de su muerte, de su tumba creciera un olivo como símbolo de paz. Fue ejecutado en 1963 por secuestro y asesinato.

John Wayne Gacy
Comió 12 camarones fritos, un balde de pollo de KFC, papas fritas y frutillas. Antes de ser condenado por el asesinato de 33 jóvenes, había trabajado como gerente en KFC.

Timothy McVeigh
Eligió helado de menta con chispas de chocolate. Fue responsable del atentado de Oklahoma en 1995, donde murieron 168 personas. Lo ejecutaron en 2001.

Ricky Ray Rector
Su última cena fue bistec, pollo frito, Kool-Aid de cereza y tartaleta de nuez. Curiosamente, dejó el postre intacto, diciendo que la guardaba para después. Fue condenado por matar a un policía, pero su deterioro mental generó controversia sobre su ejecución.

Ted Bundy
No quiso elegir nada especial, así que le dieron la comida de la cárcel: bistec, huevos fritos, tostadas con mantequilla y mermelada, leche y jugo de naranja. Fue uno de los asesinos en serie más temidos de EE.UU., con decenas de víctimas en los años 70.

Las peculiares últimas cenas de condenados a muerte
Ronnie Lee Gardner
Pidió langosta, bistec, dulce de manzana y helado de vainilla. Quiso disfrutar su última cena viendo la trilogía de El Señor de los Anillos. Fue condenado por asesinato y ejecutado por fusilamiento en 2010.

Allen Lee “Tiny” Davis
Se despidió con un festín de mariscos: langosta, papas fritas, camarones y almejas fritas, pan de ajo y cerveza. Fue ejecutado por el asesinato brutal de una mujer embarazada y sus hijas.

Aileen Wuornos
Solamente pidió una taza de café. Fue una asesina en serie que mató a siete hombres en los 90. Su historia inspiró la película Monster.

Eric Nance
Comió dos hamburguesas con tocino, papas fritas, dos pints de helado de masa de galleta y dos Coca-Colas. Estaba condenado por asesinar a una joven a la que había ofrecido ayuda en la carretera.

Joseph Mitchell Parsons
Pidió tres Whoppers de Burger King, dos porciones grandes de papas, un batido de chocolate, helado de chispas de chocolate y un paquete de chicle sabor uva. Compartió su comida con su hermano y su primo antes de ser ejecutado por asesinar a un hombre.
