Pese a que la recomendación es no mezclar alcohol con deporte, existen diversas alternativas que proporcionan muchas menos calorías vacías para que puedas disfrutar en una reunión, evento o celebración.
Hacer ejercicio y una dieta saludable entregan un sinfín de beneficios tanto físico como mentalmente, sin embargo y aunque para llevar una vida fitness se debe resistir a tentaciones todos los días, como el alcohol. Una línea de productos que, a pesar de sólo proporcionar calorías vacías, también cuenta con opciones que reducen considerablemente su impacto calórico para que puedas hacer un salud con tranquilidad cuando te toque asistir a una celebración.
BioBioChile conversó con la nutricionista Patricia Zambrano y la bartender Fabiola González, quienes entregaron recomendaciones de cómo disfrutar un cóctel o una bebida alcohólica con el menor daño posible a tu cuerpo.
Menos alcohol, menos calorías
Para hacerse una idea; un gramo (un mililitro) de alcohol aporta siete calorías, versus un gramo de grasa que aporta nueve. Por otra parte, su consumo excesivo puede producir un daño hepático irreparable, como también un deterioro en los riñones y altos riesgos de padecer diabetes. En cuanto a cómo afecta el alcohol a los músculos, básicamente, obstaculiza la síntesis de proteínas, entorpeciendo tu entrenamiento.
Para la nutricionista y profesora de la carrera de gastronomía en el Centro de Formación Técnica de la Universidad Católica del Norte (CEDUC), Patricia Zambrano, el consejo es que “si uno se está cuidando y hace deporte constantemente, la idea es beber es cero alcohol”.
Pero, ¿se puede disfrutar de un trago, cóctel o bebida alcohólica sin que signifique un riesgo a una rutina fitness? En ese sentido, la profesional entiende que pueden existir factores como las reuniones sociales, eventos o celebraciones puntuales que traigan consigo distintos estímulos que promueven su consumo (siempre responsable). Para ello, no sólo se refirió a la cantidad, sino que también identificó los alcoholes que aportan menos calorías.
“Mientras mayor graduación alcohólica tenga, mayor va a ser el aporte de calorías. Si es algo muy ocasional, es decir, una vez en el mes, la recomendación es que se consuman las bebidas alcohólicas con graduación más baja, como el vino, espumantes o la cerveza”, detalló la especialista.
En ese sentido, Zambrano puntualizó en que “la idea es que se beba lo mínimo; si es cerveza, que sea sólo una, y si es vino, sólo una copa”. Además, descartó a un clásico de las juntas de los chilenos; la piscola, ya que “no sólo tiene hartas calorías al ser un trago en base al pisco -que tiene por lo menos 35 grados-, sino que también se le suma la bebida que también contiene azúcar y si es sin azúcar, el alcohol se absorbe más rápido en el cuerpo”.
Desde el 7 de julio de este año, todas las botellas de bebidas alcohólicas deberán traer etiquetas de advertencia sobre su consumo nocivo, además de explicitar las calorías que tiene por cada 100 ml. Una celebrada medida que es parte de la Ley 21.363, promulgada en 2021, y que permitirá evaluar si alguno de estos productos puede ser parte de tu dieta de manera ocasional.
La nutricionista también hizo hincapié en que “mezclar alcohol y deporte está totalmente contraindicado” y dio algunos tips para contrarrestar la resaca, en el caso de una persona que hace deporte y que se excedió con las copas.
“El consejo es no hacer actividad física el día siguiente, ya que el exceso de alcohol produce deshidratación, por lo que hay más exposición a tener calambres y otras complicaciones. Lo que se debe hacer primero es hidratar el cuerpo bebiendo harto líquido y después preocuparse por hacer deporte”, recalcó.
Cócteles bajos en calorías
Ya sabiendo que las bebidas alcohólicas con menos calorías son los vinos, los espumantes y las cervezas, Fabiola González, jefa de barra de Soberbio Bar y miembro de la Asociación Nacional de Bartenders de Chile (ACOBAR), profundizó en ciertas categorías de estos productos que contienen un aporte calórico aún menor.
“Las mejores opciones vendrían siendo los vinos espumosos, sobre todo los que se encuentran en la categoría Brut Nature, que contienen hasta tres gramos de azúcar por litro (o menos). Otra buena alternativa son las cervezas light, que bajan considerablemente sus niveles de azúcar”, complementó la bartender penquista, quien enfatizó en que, de todas formas, “hay que considerar que todos los productos alcohólicos se elaboran en base a azúcares, levaduras y/o algún producto alimenticio fermentado”.
En cuanto a los vinos, González descartó los dulces como el Late Harvest, que son los que tienen la concentración más alta de azúcar y, por otro lado, reveló algunas ideas para añadir estas bebidas alcohólicas con bajo nivel calórico en cócteles.
Además de la clásica michelada (con o sin merkén) con alguna cerveza light o sin alcohol, también “se pueden realizar cócteles como el mojito espumante, mojito beer (con cerveza) o un carmenere sour, en base a endulzantes naturales que no aporten más calorías a la preparación. Esa es la idea”.
“Para trabajar en cócteles con estos tipos de bebidas alcohólicas bajas en calorías, lo ideal es utilizar productos como frutas de estación y endulzantes naturales como la miel, como también fijarse en que, si usamos pulpas, no tengan ningún aditivo. Otra opción es la sucralosa, que se utiliza cada vez más, como también el azúcar de coco, que no es refinado e impide que aporte más calorías a este trago”, aconsejó la bartender.
La importancia de ingredientes naturales que no sumen azúcar u otros componentes nocivos es fundamental, ya que, de acuerdo a la nutricionista Patricia Zambrano, los cócteles pueden ser un arma de doble filo, ya que no sólo existirán las calorías vacías propias del alcohol, sino que también hay que sumar la de los otros productos que se usen. “Mientras más ingredientes tenga un cóctel, fácilmente podría llegar a las 500 calorías”, advirtió.
Es por ello que González entregó otra alternativa para disfrutar de la coctelería sin preocuparse por los peligros del alcohol; los mocktails, que son cócteles sin alcohol: “En ellos, se encuentran una gran variedad de productos que podemos utilizar, como la kombucha, ginger beer o infusiones con distintos tipos de hierbas, que entregan otras grandes y ricas experiencias que no es sólo beber alcohol”.
“Los bartenders estamos interesados y cada vez estamos más capacitados para que las personas que no consuman azúcar o alcohol, puedan disfrutar de la experiencia de la coctelería tanto como cualquiera”, cerró la mixóloga.