Si crees que Brasil sólo ofrece playas para sus visitantes, estás equivocado. La riqueza del país va más allá de sus aguas cristalinas. Tal es el caso de Mato Grosso, un Estado cuyo turismo apunta a la sustentabilidad, el contacto permanente con la naturaleza y el avistamiento de cientos de especies de animales.
Una increíble postal, semejante al Gran Cañón, pero al estilo jurásico, se encuentra a cerca de nueve horas de Santiago de Chile, considerando transporte aéreo y terrestre. Se trata de Chapada dos Guimaraes, en el Estado brasileño de Mato Grosso. Un atractivo quizás poco conocido para los chilenos, que arriban al país de la samba en busca de las aguas cristalinas de as praias mais bonitas do mundo (como dirían por allá).
Mato Grosso es el tercer estado más grande de Brasil y su biodiversidad es igual de inmensa que su territorio. Una de las particularidades de la región es que a lo largo de sus más de 900 mil km² se presentan tres ecosistemas: cerrado, pantanal —que también da nombre a un parque nacional— y floresta amazónica. Además, la zona cuenta con 650 especies de aves y 230 peces.
Particularmente en Chapada prima el bioma cerrado, también conocido como sabana brasileña. A la vista, esto se traduce en la presencia de árboles pequeños y de raíz profunda. Allí la tierra no absorbe con facilidad el agua, por lo que es un territorio caluroso y seco, pero no por eso menos cautivante. La vegetación también abre su paso.
Nado junto a diversas especies de peces, observación de aves, trekking en terreno montañoso e incluso la búsqueda de jaguares en su entorno natural forman parte de los panoramas que ofrece el Estado de Mato Grosso.
Panoramas en Mato Grosso
La mayoría de los turistas que acuden a Mato Grosso son europeos: holandeses, alemanes y españoles. Si hablamos especialmente de Latinoamérica, el primer lugar lo ocupan argentinos, seguidos de uruguayos y brasileños. Así lo informó la guía de la operadora de turismo Pantanal Partners, María Neide, en un viaje organizado por Embratur, en el que participó BioBioChile.
El precio y tipo de turismo influye. Es costoso. A modo de comparación, tres días en Pantanal son siete días en la costa brasileña. Por eso, el secretario de esa cartera, Felipe Wellaton, explicó a este medio que tienen dos desafíos: aumentar la oferta de hotelería y el número de empresas aéreas que aterrice en la zona.
Si dentro de tus planes está viajar a este exótico destino, el vuelo que debes tomar parte de Santiago hacia Cuiabá (la capital del Estado Matogrossense). Sin embargo, no todas las aerolíneas llegan al Aeropuerto Internacional Marechal Rondon, por lo que una opción es realizar una escala en el Aeropuerto Internacional de Sao Paulo-Guarulhos. Cosa que abarata los costos.
Chapada dos Guimaraes: donde la roca y la vegetación se abrazan
Chapada se ubica a 64 km de la capital y cuenta con distintos panoramas. A saber: hay uno de ellos para el que se necesita un guía de turismo porque su acceso no es abierto a todo público. Se necesita autorización. Hablamos del Parque Natural Guimaraes que cuenta con 33 mil hectáreas. Allí se ubican la Cidade de Pedra y la Crista de Galo.
De acuerdo al asesor turístico de la zona de Cuiabá, Javier Porporatto, la actividad cuesta cerca de 50 mil pesos por persona. Esto, considerando la contratación de un guía y el transporte para acceder.
El lugar es un tesoro geológico, en el que predomina la roca arenisca. Pero no es sólo roquerío anaranjado, lo acompaña una intensa y verdosa vegetación.
Otros dos sitios en Chapada son el Morro dos Ventos, que cuenta con una amplia vista y un restaurante, y el mirador Véu de Noiva, que cuenta con una cascada de 86 metros de altura. Según explicó el guía Porporatto, toda esa zona antes estuvo cubierta por el mar, por lo que es posible encontrar fósiles en las rocas.
El Morro es particular y cuenta con pasarelas aéreas para contemplar el paisaje. Ingresar cuesta $3 mil por vehículo, según sitios de turismo local. El Velo, en tanto, es gratuito y también cuenta con un mirador. En este caso, para observar la cascada desde distintos ángulos.
Pantanal: un turismo único de inmersión
A 100 kilómetros de Chapada dos Guimaraes se encuentra Pantanal. El humedal tropical más grande del mundo, según WWF. Un lugar cuya riqueza le valió el reconocimiento de la Unesco como Reserva de la Biosfera y Patrimonio Natural de la Humanidad.
En la región abundan más de 1.130 especies de mariposas, 650 aves, 230 peces, 120 mamíferos y 90 reptiles. Su puerta de entrada se encuentra en Poconé, en la Ruta Transpantaneira. Un camino compuesto por 126 puentes de madera, de los cuales 120 ya han sido sustituidos por el Gobierno de Estado, con el fin de mejorar la accesibilidad a los parques y comunidades.
Es mejor visitarlo de la mano de locales o de un guía turístico. Al ser una zona protegida no hay alumbrado público y la ruta no está pavimentada. A lo largo de ella ya se pueden ver diversas especies de animales, desde caimanes, hasta capibaras y tuyuyús (un pájaro de gran tamaño cuya apariencia parece casi prehistórica).
El camino por sí solo es una experiencia única de inmersión en la naturaleza. Ofrece una vista que, de no saberlo, la asociaríamos perfectamente a postales africanas.
La región es un sitio visitado especialmente por observadores de aves. La mejor época para ver a los animales es entre junio y septiembre. Antes el pantanal se inunda, por lo que muchos pájaros migran y parte de la flora queda cubierta por el agua.
En la zona también se realiza el “Tour del Jaguar” una expedición acuática (vía lancha) que consiste en buscar al mamífero a lo largo del río Cuiabá. Si tienes suerte, puedes llegar a verlo hasta tres veces en un sólo recorrido.
BBCL participó en uno de los viajes, donde conoció la vida de un local que vive de este turismo aventura. En la instancia, el hombre expresó lo importante del cuidado del felino para subsistir y cómo esa percepción se ha ido incorporando en la comunidad. Puedes leer más de la travesía aquí. Y sí, más de un jaguar se dejó ver con una sigilosa elegancia en la ruta.
Desde Porto Jofre, zona en la que inicia el viaje en lancha, el costo por persona parte desde los 370 mil pesos chilenos (va desde los 2 mil hasta 3 mil reales). Dura dos horas e incluye una colación con bebestible.
Nobres: ¡A nadar con peces!
A 140 kilómetros de Cuiabá se ubica Nobres, un municipio que se caracteriza por sus aguas cristalinas en las que se puede hacer snorkel para apreciar las distintas especies de peces.
Son múltiples los lugares que ofrecen la actividad acuática, el Aquário Encantado es uno de ellos. Cerca de 30 especies nadan en las aguas cuyo recorrido por el río Salobra se extiende por 800 metros (30 minutos de flotación). Una indicación importante es que está prohibido nadar con cremas o protector solar, esto, según indican los guías y dueños de la atracción, para evitar daños en la fauna. El costo es de $28 mil por persona.
Como dato aparte, previo al nado, se realiza una caminata guiada en la cual es posible ver juguetones monos capuchinos (ver video).
A cerca de 70 kilómetros del centro de Norbes se emplaza el Parque Sesc Serra Azul, un sitio que potencia el ecoturismo. Entre sus actividades figura la tirolesa y el nado en la Cascada de Serra Azul. Sin duda, un panorama familiar.
En su entrada, el parque ofrece packs . La edad mínima para ingresar es de cinco años, siempre acompañado de un adulto. Para más información, click aquí.
Si de actividades gratuitas se trata, en Norbes se da la contemplación de guacamayos. Específicamente en la Lagoa das Araras (Laguna de Araras).
Una hora especialmente mágica para ver las aves es al atardecer. Indispensable llevar binoculares si quieres ver “de cerca” a las bandadas, cuyo canto resuena fuerte en el lugar (ver videos).
En el lugar es común ver a fotógrafos con largos lentes intentando avistar y fotografiar a las aves que conviven en la laguna.
Un tip de viaje: La temperatura de Mato Grosso es alta. Sus estaciones, podría decirse, son opuestas a las chilenas, presenta lluvias en verano (de diciembre a marzo) y su invierno es seco (junio a septiembre).