La historia del descendiente mexicano Richard Montañéz fue tan convincente que terminó llegando al streaming. Sin embargo, su inspiradora historia terminó siendo desmentida por la empresa fabricante del producto y echó abajo el fantasioso relato.
Hay algo que une indudablemente a los mexicanos y es su amor por el picante. Desde platos de comida hasta en postres y golosinas, usando chamoy, los aztecas buscan excusas para poner picante a todo, por lo que no fue una sorpresa cuando el condimento llegó hasta las frituras de Cheetos donde se hicieron tan populares que hasta obtuvieron su propio nombre: Flamin Hot.
Y es que al contener este ingrediente, el producto se popularizó aún más y logró hacer el camino a la inversa, convirtiéndose en sí en un condimento. De esta manera, es posible encontrarlos en ensaladas y hasta variedades de tacos.
Sin embargo, lo que pocos saben es que el sabor fue creado por un mexicano, o así lo dice la historia popular. Fue en las manos de Richard Montañéz que el producto vio la luz.
¿Quién es Richard Montañéz?
En el 2021, el secreto detrás de los Flamin Hot se reveló del puño y letra del estadounidense hijo de mexicanos y fanático del picante, Richard Montañéz. En ese entonces publicó el libro “Flamin’ Hot: La increíble historia real del ascenso de un hombre de conserje a alto ejecutivo”.
El relato de Montañéz en el libro se basa en cómo llegó hasta los altos ejecutivos de Frito Lay, empresa dueña de la marca en Estados Unidos, siendo parte del personal de limpieza de la fábrica, luego de que se le ocurriera la idea.
En la historia que cuenta el descendiente de mexicanos, el sabor nació luego de que usara una salsa picante hecha por su esposa para sazonar una bolsa de Cheetos. Después de probarlos, decidió presentar la mezcla a los dueños de la empresa, quienes la acogieron y la convirtieron en el éxito que es hoy.
Su inspiradora historia nació desde el año 2000, sin embargo, recién se plasmó en el primero de sus libros dos décadas después. Pero como esta se popularizó rápidamente, su relato no tardó en llegar al cine.
“Flamin’ Hot: El sabor que cambió la historia”
Así lo relató la directora de la película basada en su historia, Eva Longoria, quien estrenó el film “Flamin’ Hot: El sabor que cambió la historia”, este fin de semana en el streaming de Star+.
“Este guion no fue mi idea”, admitió la actriz, que hace su debut como directora en conversación con BioBioChile. “Llegó a mi agente y ya estaba en el sistema de los estudios. Hay muchos que querían esta historia porque es una historia increíble“, agregó.
“Yo la leí y estaba flipando con la historia de Richard Montañéz, porque yo sentí que soy Richard Montañéz. Tengo experiencias en que la gente me ha dicho que no, que no puedo hacer esto, ‘no, tú eres una mujer’. Yo tenía tantas ganas de dirigir esta película”, dijo sobre sus razones para elegir este relato para su debut.
Desde que recibió el texto, hasta que finalmente se concretó el proyecto, transcurrieron 7 años, reveló Longoria.
En la historia que muestra el streaming, Montañéz obtiene la idea de su hijo. Un día comiendo elotes -choclo cocido- en un parque, el pequeño lo prueba con un poco de picante, a lo que reacciona diciendo “¡Ay pica!, pero me gusta, pica pero bien”.
Después de esto, Richard intenta mediante todos los medios posibles mostrarle su idea a los altos ejecutivos, pero varias dificultades se atraviesan en su camino a convertirse en el creador de Flamin Hot y con ello salir de la pobreza.
La versión de la empresa
Sin embargo, tras la publicación de su libro y de su fantasiosa historia, la empresa de frituras emitió un comunicado con el que echó abajo todo el relato de Richard Montañéz.
Tal como publicó Los Angeles Times el mismo año de la publicación del libro: “Ninguno de nuestros registros muestra que Richard estuviera involucrado en ninguna capacidad en el mercado de prueba de Flamin’ Hot”, escribió Frito-Lay en una declaración al medio.
La declaración de la empresa se sustenta en una serie de entrevistas realizadas a otros trabajadores y excompañeros de Richard Montañéz en la fábrica, además de la revisión de registro de los archivos donde se asegura que el hombre no fue parte del equipo detrás del picante sabor.
“Eso no significa que no celebremos a Richard, pero los hechos no apoyan la leyenda”, dijo en su declaración Frito Lay.
De hecho, de acuerdo a la empresa, el producto fue creado por un grupo de marketing en 1989 en Texas y nació como forma de competir con otros productos que comenzaban a usar picante.
El hecho de que tantas personas cayeran en la historia de Montañéz se debe a que este comenzó a afirmarlo en diversas charlas y discursos cerca del año 2000, dos décadas después de la invención, cuando varios de sus ex colegas habían dejado la empresa, por lo que nadie podía detenerlo.
Sumado a esto, Richard sí habría ascendido de conserje a director centrado en el marketing, apunta el medio estadounidense. El falso relato de los Flamin Hot llegó a oídos de la empresa luego de que Lynne Greenfeld, una empleada junior con un MBA y encargada de desarrollar la marca que ideó el nombre, escuchara a Montañéz atribuirse el logro.
Esto inició una investigación interna de la empresa, quienes concluyeron que Richard Montañéz poco y nada tenía que ver con la creación de Flamin Hot.
De esta manera, la disputa sobre el verdadero creador del picante sabor se ha mantenido en duda desde entonces, y se ha convertido en una guerra entre la palabra de Montañéz y la de Frito-Lay.
Sin embargo, la directora de la película dijo a nuestro medio que para ella la historia si es real: “Frito Lay hace los Flamin Hot Cheetos, pero los dueños de la marca, son la comunidad latina”.
“Me da igual el artículo. Ya estábamos muy adelantados cuando esto salió y yo siempre quise contar la historia de Richard Montañéz y esta historia es real, y esta historia es su verdad y si quieren saber la verdad, deben ver la película”, cerró.
Flamin’ Hot: El sabor que cambió la historia se encuentra disponible en el servicio de streaming de Star+ con la actuación de Jesse García como Richard Montañéz y con Eva Longoria en la dirección.