A finales de los 90, en Japón se hizo popular un desafiante show, donde Tomoaki Hamatsu, un joven comediante más conocido como Nasubi, fue encerrado durante un año mientras mostraban su rutina a millones de espectadores del país asiático.

Japón siempre ha destacado por tener varios programas de televisión o shows de variedades, donde los participantes deben realizar diferentes pruebas para ganar el premio máximo.

En 1998, se hizo popular el programa Susunu! Denpa Shōnen, un reality show transmitido por la señal Nippon TV, donde realizaban diversas pruebas con sus participantes, con el fin de obtener un importante premio.

Durante los 4 años que estuvo al aire el programa, alcanzaron a realizarse 20 desafíos, donde el más popular fue el titulado Denpa Shōnen teki Kenshō Seikatsu (o “Denpa Shōnen’s Prize Life”), donde el concursante Tomoaki Hamatsu fue el ganador de la lotería para ingresar al desafío.

Nasubi
Movieweb

El hombre, de 23 años en esa época, participó en aquella lotería para entrar al concurso, con el fin de hacerse más popular con su carrera de comediante. Aunque con el tiempo logró su objetivo, pero tuvo sus desventajas con grandes cambios en su persona, luego de vivir una realidad similar a la historia de la película “The Truman Show”.

¿Cómo comenzó todo?

Tras ganar la opción de participar en el desafío, Tomoaki Hamatsu (que luego sería más conocido como Nasubi, que en español sería berenjena), fue encerrado en una habitación con servicios básicos como agua corriente, calefacción y electricidad, donde no podía tener ningún contacto social con el exterior. Todo se limitaba a las interacciones con el equipo de producción del programa, mientras era transmitido en vivo para todo el país nipón.

Al momento de entrar al espacio, la producción le pidió al joven comediante desnudarse completamente frente a las cámaras, manteniendo sus zonas privadas tapadas con una animación de una berenjena. El espacio donde estuvo por 335 días estaba compuesto de una mesa, una pequeña cocina, un baño, una estante con revistas y muchos sobres.

Su misión era participar en “sweeptakes”, una especie de concursos incluidos en las revistas que tenía a su poder, donde tenía que enviar los sobres con los requisitos para entrar a los sorteos de variados premios. El desafío que le entregó el programa fue ganar 1 millón de yenes (unos 10 mil dólares estadounidenses) a través de esta metodología de concurso.

Desarrollo y popularidad del programa

17 millones de espectadores eran quienes reproducían los clips que mostraban la rutina diaria de Nasubi, mientras era degradado y dejado sin alimentación durante su encierro. Tanto así, que su drástica disminución de peso se comenzó a ver día tras día, donde solamente sobrevivía bebiendo agua.

Tras un par de semanas sin alimentación, Nasubi obtuvo algunos premios tras participar en los concursos de las revistas, obteniendo bebidas azucaradas como recompensa. Luego fue premiado con una bolsa de arroz, el cual tuvo que consumir crudo debido a la falta de ollas en el espacio. Cuando se agotó el arroz, su única fuente de alimentación venía de comida para perros (enlatada y pellet) que había ganado en las revistas.

Ante la falta de comunicación o socialización con personas, comenzó a mantener conversaciones con un peluche que había ganado anteriormente, el cual bautizó como Binasu. Frente a su total desnudez, Nasubi nunca obtuvo ropa para cubrirse, a no ser de ropa femenina que ganó en los “sweeptakes”, la cual no pudo utilizar debido a que le quedaba pequeña.

La popularidad incrementó pasando las semanas del programa y la curiosidad de ver la rutina de un hombre encerrado, por lo que los fanáticos, paparazzi, incluso la prensa comenzaron a presenciar donde se grababa la transmisión. Los productores tuvieron que vendar a Nasubi para trasladarlo a otra locación, dando como argumento de que le serviría para “aumentar su suerte”. Aunque no tuvo avances en los premios, fue trasladado a otro espacio igual que al primero, contando con todos sus premios anteriormente ganados.

Nasubi  VHS
tofugu

Meta lograda

Al llegar a su último destino, la imagen de Nasubi era diferente a las primeras semanas. El joven ya tenía el pelo largo, una barba descuidada e incluso las uñas largas, ya que no tenía opciones de cortarlas. Ya había obtenidos varios premios importantes, como una bicicleta, un televisor, un VCR, una consola de Playstation más un juego, el cual se convirtieron en su centro de entretención durante 3 días seguidos.

Tras obtener los últimos premios con los cuales logró alcanzar la meta, la producción fue a despertar a Nasubi comentándole que ganó el desafío, por lo que lo llevaron a Corea del Sur para celebrar su hazaña en un centro de entretención. Tras finalizar la celebración, Nasubi fue vendado otra vez y puesto en una habitación similar a la que lo acogió durante más de 300 días. Allí la producción le dio su última misión: alcanzar el monto necesario en premios para obtener el ticket de regreso a Japón.

Con su experiencia obtenida durante el desafío, Nasubi obtuvo las ganancias en semanas, lo que molestó a los productores, por lo que subieron el objetivo con el fin de obtener tickets de primera clase para volver a Japón. El joven alcanzó la nueva meta en un par de semanas, consiguiendo regresar.

Ya en su país natal, Nasubi fue nuevamente vendado y localizado en otro apartamento, por lo que antes de recibir instrucciones comenzó a desvestirse justo cuando las 4 paredes que lo rodeaban cayeron, dando a conocer un set de televisión lleno público, dándole las felicitaciones por lograr la menta. Como si hubiera salido de un capítulo de Black Mirror.

Nasubi tras las cámaras

Luego de que el show fuera cancelado por reclamos por del gobierno por tortura, Nasubi volvió a vivir su vida normal. Aunque tuvo algunos problemas frente a la falta de sociabilización humana y la ausencia de ropa, que le costó unos 6 meses volver a acostumbrarse a tener una vida normal.

Además, tras pasar 335 días encerrado en un espacio reducido sin poder salir, marcó un récord Guinness como “el mayor tiempo sobrevivido con ganancias de una competencia”. Debido al gran impacto del programa en su vida, su carrera como comediante no fue algo que quería seguir luego de su experiencia, por lo que obtuvo algunos roles en la televisión japonesa como actor.

Durante el 2016, Tomoaki Hamatsu escaló el monte Everest, con el fin de obtener recaudaciones para la prefectura de Fukushima, luego de la crisis nuclear de marzo del 2011.