La amenaza de Vladimir Putin puso en alerta al mundo ante un posible ataque con armas nucleares. Sin embargo los refugios atómicos no han dejado de estar vigentes desde la Guerra Fría y ya hay comunidades organizadas para cuando sea necesario utilizarlos ante distintas amenazas. Sus precios van desde casi 40 millones hasta miles de millones de pesos, incluso la NBA los utiliza para resguardar sus datos y archivos.
Es muy probable que si alguien lee o escucha sobre un búnker antinuclear, su primera impresión la asocie al periodo de la Guerra Fría y a la crisis de los misiles entre Estados Unidos, Rusia y Cuba. Sin embargo, estas estructuras siguen vigentes, se pueden encargar por Internet y existen verdaderas comunidades dispuestas a vivir en ellas.
Un refugio contra ataques nucleares no solo es requerido para presidentes, familias o comunidades, también son utilizados como método de resguardo de datos y archivos. Tal como lo hace la NBA, la liga de basketball que utiliza un búnker para cuidar sus fotografías.
¿Qué es un Búnker y de dónde provienen?
La palabra búnker tiene un origen alemán y representa una construcción de hierro y hormigón para protegerse de los bombardeos. Estos se hicieron famosos durante la Segunda Guerra Mundial, a pesar de tener un pequeño auge durante la Guerra Civil Española, pocos años antes.
Una de las estructuras más reconocidas de la época fue el ‘Führerbunker‘, el refugio que Hitler ordenó construir al comienzo de su régimen.
Tras la caída del Tercer Reich, las autoridades de la Alemania Oriental intentaron destruir el búnker con explosiones, sin éxito. Fue necesario rellenarlo con cemento ya que este, resistió todos los intentos de demolición.
La llegada del Búnker Antinuclear
El diseño del búnker antinuclear nació luego del bombardeo por parte de Estados Unidos a Hiroshima y Nagasaki en Japón y con el inicio de la Guerra Fría, especialmente para proteger a los ocupantes de los desechos y la nube radiactiva resultantes de una posible explosión nuclear.
Un búnker antinuclear suele estar hecho con placas de acero y con un revestimiento en el techo capaz de aguantar un peso excesivo, además de ductos y filtros de ventilación.
¿Cuánto cuesta y cómo se consigue un búnker antinuclear?
Texas Rising S es una compañía estadounidense dedicada a la fabricación refugios tipo búnker. La empresa ofrece estructuras desde los 40 mil dólares ($32,5 millones) hasta más de 8 millones de dólares ($6,4 mil millones).
El precio dependerá de sus características. Por ejemplo, el más económico es de un solo ambiente y cuenta con una litera, un espacio de cocina y una pequeña cocina. En cambio la versión más cara puede albergar a más de 50 personas y cuenta con gimnasio, piscina y sala de juegos, entre otras cosas.
También está el caso de la empresa española, Undergroud Building, dedicados al negocio de la construcción de refugios antinucleares y contra climas adversos. Al igual que Bunkeralia, compañía de la misma nacionalidad, con precios entre los 40 mil euros ($36 millones) y los 3 millones de euros ($2,6 mil millones), según comentó su gerente José María, a Business Insider.
El fabricante agregó que tras la solicitud de construcción de un búnker, este puede estar listo entre 3 a 6 meses y que ha aumentado la demanda de búnkeres para comunidades de entre 15 y 35 personas que se unen para abaratar el precio.
Proyectos de refugios antinucleares en el mundo
Dante Vicino, director ejecutivo de la compañía Vivos, calificó al proyecto del mismo nombre como “épico, de supervivencia humanitaria, totalmente preparado para lo que sea y cuando sea que se desarrollen los acontecimientos” a Business Insider.
El plan Vivos cuenta con una enorme comunidad de refugios subterráneos casi del tamaño de Manhattan, estratégicamente situada en la esquina suroeste de Dakota del Sur (EEUU). Son más de 575 búnkeres privados, con capacidad para hasta 10.000 personas.
Al igual que Vivo, el estudio americano ABIBOO, diseñó su modeló DBX para que funcione no solo como un búnker, sino también como una segunda vivienda.
La estructura que se construirá en Carolina del Sur, tiene capacidad para 2 grupos familiares, y un máximo de 10 personas. A la vivienda se accede a través de una puerta levadiza que queda camuflada sobre una colina de cubierta vegetal.
El Survival Condo fue creado por Larry Hall, en Kansas (Estados Unidos)a 60 metros bajo tierra, según el New York Times. El sitio funcionaba como bóveda para almacenar misiles nucleares del ejército estadounidense y ahora es un condominio de lujo, quince pisos bajo la corteza terrestre.
“Nuestros clientes compran con la ventaja única de tener una segunda casa de lujo que también es un búnker endurecido con energía nuclear“, dice Hall, quien asegura que vendió todos los búnkeres, hasta por más de 1 millón de dólares.
Refugios antinucleares de los presidentes de Rusia y Estados Unidos
Tras el ataque de Rusia a suelo ucraniano, según el diario Daily Mail, Vladimir Putin envió a su familia a un búnker antinuclear de alta tecnología ubicado en la montañosa República de Altái, en Siberia.
Valery Solovey, politólogo, historiador y exjefe del Departamento de Relaciones Públicas del Instituto Estatal de Relaciones Internacionales de Moscú, afirmó al medio que el refugio fue construido con el objetivo de aguantar una guerra nuclear.
En 2020, en Estados Unidos, las protestas y los disturbios por la muerte de George Floyd, llegaron hasta la entrada de la Casa Blanca en Washington. En ese entonces, diferentes medios informaron que el expresidente, Donald Trump, fue llevado a un búnker de seguridad construido hace más de medio siglo bajo una de las alas del edificio presidencial.
La construcción del búnker data de 1942, poco después de que EE.UU. se sumara a la Segunda Guerra Mundial con el objetivo de servir de protección al entonces presidente Franklin D. Roosevelt según datos del Archivo Nacional norteamericano.
De acuerdo la BBC, está hecho con gruesas paredes de concreto capaces de resistir un ataque nuclear o el impacto directo de un avión. Además cuenta con un sistema propio de circulación de aire y reservas de comida que podrían durar varios meses.
El único registro de su uso de forma pública fue el 11 de septiembre de 2011, tras los ataques a las Torres Gemelas, en Nueva York, y el Pentágono.
Dios salve a la reina, con un búnker antinuclear
Del mismo modo, la Reina Isabel II, contó durante años con su propio refugio nuclear. Este fue construido poco antes de finalizar la Segunda Guerra Mundial y estaba en Edimburgo, Escocia. Pero tras el paso de las décadas, el espacio fue vendido y ahora es de propiedad privada.
La estructura era secreta hasta 1963 cuando fue descubierta por el grupo activista antibélico ‘Spied for Peace’, según el diario The Mirror.
Otros refugios nucleares en Chile y el mundo
A finales del 2011, a poco más de un año del 21 de diciembre de 2012, lo que muchos vaticinaban como el fin del mundo, La Tercera contó la historia de Mario Ortega, un ingeniero mecánico y empresario de 52 años que construyó un búnker en el Cajón del Maipo.
Aproximadamente, 70 millones de pesos gastó Ortega en su refugio y afirmó no ser el único, según él ya hace 10 atrás había más de 70 infraestructuras similares en Chile. Para la construcción del búnker, una empresa finlandesa que abastece a la OTAN le vendió los filtros de aire, de agentes químicos, biológicos y radioactivos, explicó.
A casi una década del ‘no acabo de mundo’, la principal liga de básquetbol, la NBA, celebra 75 años de vida. En la oportunidad, la entidad deportiva informó que todo su archivo fotográfico histórico lo guardan en un búnker antinuclear, a 15 metros bajo tierra.
El recinto, emplazado en la ciudad de Secaucus, Nueva Jersey, fue construído en la década del 60 por la marca de tecnología AT&T y ahora es controlado por una empresa de protección de datos y recuperación de desastres llamada Vital Records Inc.