A esta altura del año, con tantos proyectos y tareas pendientes por terminar en el trabajo, muchas personas pueden sucumbir al estrés laboral.
De hecho, el 89% de las personas trabajadoras en Chile afirman que se sienten “quemadas” debido al estrés laboral, según el estudio Burnout 2024 de Laborum.
Este fenómeno, identificado como “síndrome de burnout“, se manifiesta a través de agotamiento físico, emocional y mental que impacta tanto el desempeño como la calidad de vida.
El estudio arrojó que además un 92% de las organizaciones tienen casos de este tipo en sus equipos, lo que refleja una problemática transversal en el ámbito laboral.
¿Qué efectos tiene el síndrome de burnout?
Según explica el doctor Luis Felipe Acevedo Herrera, subdirector del Cesfam Padre Manuel Villaseca en Puente Alto e integrante de la Sociedad Chilena de Medicina Familiar (Sochimef), el burnout se manifiesta de manera progresiva y puede identificarse a tiempo si se reconocen las señales.
En ese sentido, indica que entre los primeros síntomas están el agotamiento extremo, la pérdida de empatía hacia otras personas y la disminución del rendimiento laboral, lo que puede derivar en frustración y ansiedad.
Además, el estrés crónico puede desencadenar trastornos como insomnio, crisis de pánico, hipertensión arterial, colon irritable y contracturas musculares, entre otros.
“El cuerpo responde como si enfrentara un peligro constante, la frecuencia cardíaca aumenta, los músculos se tensan y el sistema digestivo se detiene. Aunque esto puede ser útil en emergencias, mantener este estado por tiempo prolongado afecta gravemente la salud física y emocional”, alerta el especialista.
Recomendaciones para evitar el estrés laboral
Establecer límites: Diferenciar claramente entre el tiempo de trabajo y el personal. Aprender a decir “no” cuando sea necesario.
Técnicas de relajación: Practicar mindfulness, respiración profunda o yoga para reducir el estrés.
Pausas regulares: Incorporar pequeños descansos durante la jornada laboral para desconectar y recargar energías.
Cuidar el sueño: Mantener horarios regulares y priorizar un buen descanso.
Disfrutar actividades recreativas: Dedicar tiempo a hobbies, ejercicio o compartir con seres queridos.
Buscar apoyo profesional: Si el estrés persiste, acudir a un médico, psicólogo o servicios de salud laboral.