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Tener un gato en casa puede ofrecer una serie de beneficios para la salud física y mental según diversos estudios recientes. Los dueños de gatos presentan una presión arterial más baja y niveles más bajos de triglicéridos en sangre, lo que puede contribuir a una mejor salud cardiovascular. Además, los gatos también pueden reducir la soledad en adultos mayores, con estudios que muestran una disminución notable en los niveles de soledad y una mejora en el bienestar mental. En cuanto a las alergias y el asma, aunque se ha encontrado una leve asociación entre la exposición a gatos y el riesgo de desarrollar asma en niños, se destaca que la convivencia con gatos puede fortalecer el sistema inmunológico y reducir la severidad de las reacciones alérgicas a largo plazo.

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Tener una mascota puede transformar nuestra vida cotidiana de maneras que van más allá de la simple compañía. En particular, los gatos, con su naturaleza independiente, pero afectuosa, han demostrado tener efectos positivos tanto en la salud física como mental de sus dueños.

Diversos estudios recientes revelan que tener un gato en casa puede ofrecer una serie de beneficios, que incluyen mejoras en la salud cardiovascular, reducción de la soledad y efectos sobre las condiciones alérgicas.

Menor riesgo cardiovascular

Un estudio realizado en el Baker Medical Research Institute de Melbourne examinó los factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares en personas con y sin mascotas. Los resultados fueron sorprendentes: los dueños de mascotas, incluidos los gatos, presentaron una presión arterial sistólica más baja y niveles más bajos de triglicéridos en sangre que aquellos que no tenían mascotas.

Estos beneficios fueron aún más notorios entre los hombres y las mujeres mayores de 40 años, quienes demostraron mejoras significativas en la presión arterial y una tendencia a tener menores niveles de triglicéridos.

El estudio también destacó que los dueños de gatos y otras mascotas tienden a ejercitarse más, lo cual puede estar relacionado con el juego o las interacciones cotidianas con los animales, lo que sugiere que la relación entre la tenencia de mascotas y la mejora cardiovascular no se debe solo a factores como la dieta o el estilo de vida.

Reduciendo la soledad en adultos mayores

Más allá de los beneficios físicos, los gatos también pueden tener un impacto significativo en la salud mental, especialmente en las personas mayores que viven solas.

Un estudio reciente financiado por el Human Animal Bond Research Institute (HABRI) mostró que los adultos mayores que cuidaron gatos de refugio experimentaron una reducción notable en los niveles de soledad. Los participantes de este estudio, realizado por investigadores de la Universidad de Georgia, informaron que, después de cuatro meses de convivir con un gato, su bienestar mental mejoró de manera significativa.

La simple presencia de un gato en el hogar proporciona compañía y un sentido de propósito, lo que ayuda a combatir los sentimientos de aislamiento. Muchos de los participantes en el estudio incluso optaron por adoptar permanentemente a sus gatos, lo que sugiere que el vínculo emocional entre humanos y felinos puede tener un impacto duradero en la salud mental de las personas mayores.

¿Qué hay de las alergias y el asma?

Uno de los temas más controvertidos en relación con la tenencia de gatos es su papel en las alergias y el asma. Un estudio realizado en Valencia investigó la presencia de animales domésticos, incluidos gatos, y su impacto en enfermedades como el asma, la rinitis alérgica y la dermatitis atópica en niños.

Los resultados mostraron una leve asociación entre la exposición a gatos durante el primer año de vida y el riesgo de desarrollar asma, aunque los investigadores señalaron que esta relación no es concluyente y que aún se requieren más estudios.

Sin embargo, es importante destacar que, aunque los gatos pueden desencadenar alergias en algunas personas, también pueden actuar como un catalizador para fortalecer el sistema inmunológico de los niños que crecen con ellos. La exposición temprana a alérgenos puede, en algunos casos, reducir la severidad de las reacciones alérgicas a largo plazo.