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Liderando la lista de deudores se encuentra Cruz Blanca con $294.315 millones, seguida por Colmena con $260.658 millones y Banmédica con $230.669 millones. Estas tres aseguradoras concentran dos tercios de la deuda del sistema, mientras que Consalud, Vida Tres, Nueva Masvida y Esencial también enfrentan desafíos significativos en la adaptación al fallo. A pesar de las altas cifras, los expertos advierten que la deuda no refleja necesariamente la estabilidad financiera de cada Isapre, con el fallo GES y la posible migración de afiliados a Fonasa como factores que podrían agravar la situación financiera de estas entidades.

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El reciente fallo de la Corte Suprema sobre la tabla de factores ha puesto en jaque al sistema de Isapres en Chile. Con el plazo vencido el pasado domingo, la deuda acumulada de las Isapres con sus afiliados asciende a $1.168.588 millones, lo que equivale a unos US$1.255 millones.

Este cálculo fue actualizado por el superintendente de Salud, Víctor Torres, el 3 de mayo, y aunque no son valores exactos, ofrecen una clara magnitud de la deuda que enfrenta cada aseguradora. A continuación, se detalla el monto adeudado por cada Isapre, según recogió Pulso.

Cruz Blanca

La Isapre Cruz Blanca lidera la lista con una deuda considerable de $294.315 millones, aproximadamente US$316 millones. Esta cifra representa un cuarto del total de la deuda del sistema. Cruz Blanca, controlada por el grupo inglés Bupa, se encuentra en el cuarto lugar en número de cotizantes, con 279.387 afiliados a marzo de este año. La deuda de esta aseguradora se debe en gran parte a los muchos contratos con tablas de factores antiguas, que se beneficiarían con el cambio en la tabla de factores.

Colmena

En el segundo lugar se encuentra Colmena, con una deuda de $260.658 millones, cerca de US$280 millones. Colmena es la Isapre con más cotizantes del sistema, sumando 400.302 afiliados a marzo. A pesar de tener la mayor cantidad de cotizantes, la deuda refleja la complejidad y la magnitud del impacto del fallo sobre la tabla de factores en su operación.

Banmédica

Banmédica ocupa el tercer lugar, con una deuda de $230.669 millones, equivalentes a US$248 millones. Esta aseguradora, controlada por UnitedHealth Group, es la segunda en número de cotizantes, con 359.927 afiliados a marzo. Junto con Cruz Blanca y Colmena, Banmédica acumula dos tercios del total de la deuda del sistema de Isapres.

Consalud

Consalud se posiciona en el cuarto lugar con una deuda de $197.091 millones, alrededor de US$212 millones. Esta aseguradora también enfrenta un desafío significativo en la adaptación al fallo de la Corte Suprema, que implica una considerable devolución a sus afiliados.

Vida Tres

Vida Tres tiene una deuda de $85.838 millones, lo que equivale a US$92 millones. Aunque la deuda es menor comparada con las Isapres líderes, sigue siendo una cifra importante dentro del contexto del sistema de aseguradoras de salud privadas en Chile.

Nueva Masvida

Nueva Masvida registra una deuda de $83.155 millones, aproximadamente US$89 millones. Esta Isapre se encuentra en una situación similar a Vida Tres, con una deuda significativa pero no tan elevada como las tres primeras aseguradoras.

Esencial

Esencial es la Isapre con la deuda más baja, registrando solo $1.569 millones, cerca de US$1,7 millones. Esta baja deuda se debe a que Esencial, siendo la más nueva en el sistema, no se ve tan afectada por el cambio en la tabla de factores, salvo por el no cobro a menores de dos años.

A pesar de las grandes cifras, los expertos advierten que la deuda no necesariamente indica la estabilidad financiera de cada Isapre. Héctor Sánchez, director del Instituto de Salud Pública UNAB, señaló al citado medio que las Isapres con más deuda suelen ser las más grandes y con mayores diferencias entre las tablas de riesgo actuales y las nuevas. Este escenario implica un doble desafío: un alto monto de deuda a devolver y menores ingresos mensuales desde la aplicación del fallo en septiembre de 2024.

El exsuperintendente de Salud, Patricio Fernández, destaca que el fallo GES agrava la situación al disminuir los ingresos actuales de las Isapres, afectando particularmente a Cruz Blanca y Consalud.

Este impacto podría llevar a incumplimientos si no hay un aumento de capital por parte de los controladores. Además, la implementación del fallo podría desencadenar la migración de afiliados jóvenes a Fonasa, acentuando aún más el desequilibrio.