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La noticia destaca que, a pesar de los avances en concientización sobre el VIH y el SIDA desde los años 80, todavía hay quienes confunden ambos conceptos. Mientras que el VIH es el virus que debilita el sistema inmunitario, el SIDA representa la etapa avanzada de la infección. Actualmente, existen tratamientos efectivos que pueden prevenir que algunos/as pacientes desarrollen SIDA, y se menciona que en Chile hay 91 mil personas viviendo con VIH. Los exámenes para detectar el virus están disponibles en centros de salud públicos y privados, y se pueden realizar pruebas rápidas o de Elisa. Aunque no existe una cura, los tratamientos antirretrovirales permiten controlar la infección y mejorar la calidad de vida de las personas afectadas, siendo considerada una enfermedad crónica. Estos tratamientos están garantizados por la Ley GES-AUGE en Chile, lo que asegura el acceso a ellos para todas las personas, independientemente de su edad o previsión de salud. Además, seguir un tratamiento antirretroviral puede detener la multiplicación del virus, reducir los síntomas y, en algunos casos, lograr una carga viral indetectable que evita la transmisión del virus, según la corporación SIDA Chile.
Aunque la sociedad ha progresado desde que comenzó a hablarse del VIH y SIDA en los 80s, aún hay quienes piensan que se trata de lo mismo.
Pese a que el SIDA es la etapa final de la infección por VIH, algunos/as pacientes nunca llegan a desarrollarlo gracias a los tratamientos que hoy existen.
¿Qué se entiende por VIH y por SIDA?
Cuando hablamos de VIH, nos referimos al Virus de Inmunodeficiencia Humana, el cual tiene una afectación sobre el sistema inmunitario al destruir un tipo de glóbulo blanco que ayuda a combatir infecciones, explica MedlinePlus, por lo tanto, aumenta el riesgo de ser atacado por otras infecciones y enfermedades.
Punto aparte, el SIDA, o Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida, es la etapa que se genera cuando el sistema inmunitario está muy debilitado o dañado por el virus.
En ese sentido, entre ambos conceptos, el VIH es el que puede transmitirse de persona a persona, a través de las relaciones sexuales sin protección con preservativos; el uso compartido de jeringas para el consumo de drogas; de madre a hijo durante el embarazo, parto o lactancia. Y no así por caricias, besos, compartir sábanas o baños, explica la corporación SIDA Chile.
El sitio especializado en medicina, MedlinePlus, detalla qué síntomas pueden aparecer durante las primeras 2 a 4 semanas luego de la infección:
-Fiebre
-Escalofríos
-Sarpullido
-Sudoración nocturna (transpirar mucho durante la noche)
-Dolor muscular
-Dolor de garganta
-Fatiga
-Ganglios linfáticos inflamados
-Llagas en la boca
De todos modos, hay quienes nunca llegan a desarrollarlos, por lo que ante las dudas, las recomendaciones apuntan a realizarse un examen.
¿Qué tratamiento se utiliza para abordarlo y qué efectos tiene?
De acuerdo con cifras de ONUSIDA, en Chile hay 91 mil personas que viven con VIH. De esta total, se menciona a modo de ejemplo que entre enero y junio de 2024 se reportaron 2.246 nuevos casos.
En nuestro país, el virus se detecta a través de un examen de sangre para el cual existen dos alternativas: el test rápido o el test de Elisa. Ambos están disponibles en centros de salud públicos y privados, y permiten identificar si hay anticuerpos que el organismo produce ante la presencia del virus, consigna la División de Prevención y Control de Enfermedades (Diprece) del Ministerio de Salud.
Si bien hasta el momento no existe una cura para el VIH, la infección puede tratarse con tratamientos antirretrovirales, los cuales logran “mejorar la calidad de vida y la sobrevida de las personas que viven con VIH”, indica la Diprece.
La misma institución señala que existen medicamentos antirretrovirales que actúan de distinta forma para las diferentes etapas de la replicación del virus, por lo que el equipo médico puede definir cuál es el más apropiado dependiendo de la situación de cada persona.
Cabe destacar que en nuestro país, estos tratamientos están garantizados a través de la Ley GES-AUGE, que implica que todas las personas puedan acceder a ellos, sin importar su edad o previsión de salud.
Seguir un tratamiento antirretroviral permite detener la multiplicación del virus y, por lo tanto, reducir la cantidad presente en el cuerpo, lo cual detiene los síntomas, explica la Organización Mundial de la Salud.
Lo anterior, a su vez, permite que una persona no tenga virus detectables en sangre a través de una prueba.
Al respecto, la corporación SIDA Chile asegura que “si una persona viviendo con VIH está en tratamiento y mantiene una carga viral indetectable, es imposible que transmita el virus. La evidencia científica respalda que una carga viral indetectable es igual a intransmisible”.