VER RESUMEN

Resumen automático generado con Inteligencia Artificial

El Tratado de Paz y Amistad (TPA) entre Chile y Argentina, firmado en 1984, evitó un conflicto bélico inminente por la soberanía de las islas Picton, Nueva y Lennox en el Canal Beagle, zona disputada desde el siglo XIX. Tras el fallo a favor de Chile en 1977, Argentina lo rechazó y desplegó tropas, pero la mediación del Papa Juan Pablo II en 1978 frenó una posible guerra. La firma del tratado en 1984 estableció la soberanía chilena sobre las islas, mientras que Argentina obtuvo derechos de navegación. Este acuerdo ha sido clave para la cooperación bilateral, impulsando actividades conjuntas como el Ejercicio Naval “Viekaren” y la colaboración en seguridad marítima, consolidando una relación basada en la diplomacia efectiva y el respeto al derecho internacional.

Desarrollado por BioBioChile

El Tratado de Paz y Amistad (TPA) entre Chile y Argentina, firmado en 1984, marcó un antes y un después en la historia de la diplomacia sudamericana. Este acuerdo no solo evitó un conflicto bélico inminente, sino que sentó las bases para la cooperación entre ambos países, especialmente en la zona austral.

El conflicto se centraba en la soberanía de las islas Picton, Nueva y Lennox, ubicadas en el Canal Beagle, una zona estratégica entre los océanos Atlántico y Pacífico. Este litigio, originado en el siglo XIX, se intensificó durante la década de 1970.

Según indica la Biblioteca Nacional de Chile, en 1971, los presidentes Salvador Allende y Alejandro Lanusse acordaron someter la disputa al arbitraje de la Reina Isabel II.

El fallo, emitido en 1977, favoreció a Chile al otorgarle la mayor parte de las islas y derechos oceánicos, aunque reconoció derechos de navegación a ambos países. Sin embargo, Argentina declaró el fallo “insubsanablemente nulo” y desplegó tropas en la región, lo que llevó a Chile a realizar movimientos similares.

La mediación del Papa Juan Pablo II

Según recogió nuestro medio asociado, Perfil, la mediación de Juan Pablo II, lanzada a fines de 1978 frenó una inminente invasión militar argentina a territorio chileno, lo que probablemente habría desatado una guerra entre los dos países. El fallo papal fue aceptado por Chile, mientras que el país trasandino quedó disconforme y dejó caer el plazo.

Este proceso, oficializado con la firma del Acta de Montevideo en 1979, permitió abrir un canal de diálogo que culminó en la redacción del tratado.

El 29 de noviembre de 1984, las delegaciones de ambos países se reunieron en la Sala Regia del Vaticano para firmar el acuerdo, en una ceremonia encabezada por el cardenal Agostino Casaroli.

El texto otorgó a Chile la soberanía sobre las islas en disputa, mientras que Argentina recibió amplios derechos de navegación y mayor parte del territorio marítimo.

Firma del Tratado de Paz y Amistad en 1984
Firma del Tratado de Paz y Amistad en 1984

Impacto del Tratado de Paz y Amistad

El TPA estableció mecanismos de diálogo y cooperación que han sido clave para la resolución pacífica de conflictos futuros. Según la Revista Marina, este acuerdo cimentó una agenda común que se traduce en actividades bilaterales regulares, como el Ejercicio Naval “Viekaren” en el Canal Beagle, enfocado en la interoperabilidad y la respuesta conjunta a emergencias marítimas.

Además, el tratado fomentó la colaboración en áreas estratégicas, como la elaboración conjunta de cartografía náutica digital, garantizando la seguridad marítima en la región.

“Durante estos 40 años, sin duda los encuentros y avenencias han superado con creces las discrepancias que han surgido en la relación bilateral. Gracias a ello, a partir de la suscripción del TPA, ambos países han exhibido un alto grado de colaboración, lo que ha contribuido a robustecer las confianzas mutuas e instaurar las bases futuras de una nueva agenda común”, consignó la citada revista.

Lo cierto es que, a 40 años de su firma, el TPA aún se perfila como un modelo de diplomacia efectiva, donde la resolución pacífica y el derecho internacional prevalecieron en la gestión de intereses geopolíticos superpuestos.