Este jueves 14 de noviembre se conmemora el Día Mundial de la Diabetes. Una fecha clave para llamar la atención sobre el impacto de esta enfermedad en la salud de las personas. Para promover una cultura de prevención y cuidado, es fundamental comprender su naturaleza y tipos.
Según la Universidad de Chile, alrededor del 14% de la población padece esta enfermedad, y según la Universidad de O’Higgins el número sobrepasa los 2 millones de personas.
La diabetes se caracteriza por generar niveles elevados de glucosa (azúcar) en la sangre, lo que impide que el cuerpo metabolice adecuadamente esta sustancia. El proceso correcto del metabolismo de la glucosa es importante tanto para la obtención de energía como para la eliminación de sustancias tóxicas en nuestro organismo.
Nuestro medio asociado RPP, conversó con el médico Elmer Huerta sobre esta materia, quien señaló que “cuando el metabolismo se ve afectado, los niveles descontrolados de glucosa desencadenan complicaciones graves en el organismo“.
El especialista detalla que las personas con diabetes tienen el doble de probabilidades de padecer enfermedades del corazón y un riesgo elevado de sufrir afecciones renales, debido a que “la diabetes daña los pequeños vasos sanguíneos y las arteriolas del cuerpo, con el tiempo, aumenta la probabilidad de desarrollar complicaciones cardiovasculares y renales”.
Para conocer de forma más detallada cuáles son los efectos, en este Día Mundial de la Diabetes revisemos sus tipos y cómo se diferencian.
¿Cuáles son los tipos de diabetes que existen?
Diabetes tipo 1: aunque es mucho menos común que la del tipo 2, se diagnostica con mayor frecuencia en niños, adolescentes y adultos jóvenes. De acuerdo con Huerta, en esta ocurre un trastorno autoinmune, es decir, que el propio sistema de defensa se equivoca y ataca al páncreas, destruyendo las células que producen insulina. Esta hormona, explica, se libera para controlar el nivel de azúcar en la sangre después de las comidas.
Al no contar con ella, los niveles de azúcar en sangre aumentan drásticamente, por lo que el tratamiento requiere insulina de manera obligatoria, regularmente a través de inyecciones.
Diabetes tipo 2: es mucho más común y generalmente aparece en la adultez. Sin embargo, alertó que en los últimos 20 años ha comenzado a diagnosticarse también en niños y adolescentes, ya que este tipo está estrechamente relacionado con el sobrepeso.
En este caso el páncreas sigue funcionando, pero de manera endeble. “A los pacientes diagnosticados a menudo se les dice que tienen un ‘páncreas ocioso’, ya que no produce la insulina necesaria”, señala. Para ayudarlo a incrementar la producción de insulina, Huerta indica que se suele recetar medicamentos orales.
Diabetes autoinmune latente del adulto: también conocida como LADA por sus siglas en inglés (Latent Autoimmune Diabetes in Adults) o diabetes 1.5, se trata de una enfermedad muy similar al primer tipo aunque se diferencia por producirse de forma más lenta, por lo que el paciente no suele necesitar la insulina de inmediato, consigna Clínica Mayo.
Diabetes MODY: el inusual nombre hace relación con ‘Maturity Onset Diabetes of the Young’ o “diabetes de inicio en la madurez de los jóvenes”. Se desarrolla en niños o adolescentes y no es autoinmune. En estos casos, los pacientes pueden presentar un “páncreas ocioso”, similar a lo que ocurre en adultos con la diabetes tipo 2.
¿Cuáles son los síntomas de esta enfermedad?
Natalia Miranda, especialista en diabetología y miembro de la Asociación Latinoamericana de Diabetes, explicó a RPP que debido a los altos niveles de glucosa en sangre, los síntomas en los tipos de diabetes suelen ser similares:
-El aumento marcado de la sed
-Ganas de orinar con mayor frecuencia
-Pérdida de peso sin explicación aparente
-Entumecimiento de manos y pies
-Trastornos visuales y cansancio
-Dolor de cabeza
-Dolor de barriga y náuseas, en algunos casos