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Israel intensificó sus ataques aéreos sobre el Líbano, causando la muerte de casi 600 personas y dejando a cerca de 2000 heridos, en una de las jornadas más violentas desde el conflicto de 2006 con Hezbolá, grupo musulmán respaldado por Irán y creado para luchar contra la invasión israelí en 1982. Los enfrentamientos han despertado el temor de una guerra regional en Medio Oriente, generando llamados internacionales para frenar la escalada. La reciente intensificación de los ataques está vinculada a la guerra en Gaza del año pasado, con Hezbolá lanzando ataques sobre Israel en solidaridad con Gaza. Israel busca destruir la infraestructura militar de Hezbolá y no descarta una invasión terrestre en el Líbano. La comunidad internacional, incluyendo países como Francia y Qatar, pide una desescalada inmediata y una intervención diplomática para evitar una guerra a gran escala, mientras Irán advierte sobre consecuencias peligrosas si continúa la ofensiva.

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El Medio Oriente no tiene descanso: en la última semana, Israel intensificó sus ataques aéreos sobre el Líbano, matando a casi 600 personas e hiriendo a cerca de 2000, resultando en una de las jornadas más violentas desde el conflicto de 2006 con Hezbolá.

Recordemos que este grupo musulmán, respaldado por Irán y creado por clérigos libaneses, principalmente para luchar contra la invasión israelí en 1982, es el objetivo principal de los últimos bombardeos.

En ese sentido, los enfrentamientos han aumentado el temor de una guerra regional más amplia en el Medio Oriente (además de la que libra Israel y Hamás en Gaza), con llamados internacionales urgentes para frenar la escalada.

¿Por qué está atacando Israel al Líbano?

El conflicto entre Israel y Hezbollah no es nuevo. Sin embargo, la reciente intensificación de ataques está directamente vinculada a la guerra en Gaza que se desató en octubre del año pasado, después del mortífero ataque de Hamás en Israel.

Hezbolá, un aliado clave de Irán, lanzó ataques sobre Israel en solidaridad con Gaza, lo que llevó a un cruce de disparos entre ambos lados a lo largo de la frontera norte de Israel, donde limitan con el Líbano.

Israel, en respuesta, lanzó una serie de ataques aéreos con el objetivo declarado de destruir la infraestructura militar de Hezbolá. Según CNN, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, afirmó que su país está trabajando para “cambiar el equilibrio de poder” en el norte, una región donde Hezbolá ha estado construyendo su poder militar durante años”.

Por lo anterior, “Israel no descarta la posibilidad de una invasión terrestre en Líbano, aunque esta opción aún no ha sido confirmada oficialmente”, dijo Netanyahu.

De acuerdo a informaciones, en las primeras horas del lunes 23 de septiembre, los residentes recibieron mensajes de texto y llamadas advirtiéndoles que evacuaran de inmediato las zonas afectadas, sin embargo, convoyes de vehículos que intentaban escapar fueron atacados.

Hezbolá respondió a estos ataques lanzando cohetes contra el norte de Israel. A pesar de ello, ni Israel ninguna de las dos partes ha calificado la situación como una “guerra”.

¿Cuál es el origen de Hezbolá y el conflicto entre Israel y el Líbano?

Acorde a lo explicado por El Mundo de España, el conflicto entre el Líbano (con más de la mitad de la población de religión musulmana) e Israel, tiene sus raíces en la instalación de la Organización de Liberación de Palestina (OLP) en 1970 en territorio libanés, luego de que 750 mil palestinos fueran expulsados de su territorio, tras la creación del Estado judío en 1948.

Esto último transformó al Líbano es un objetivo militar clave para Israel, que en las décadas del 70 y 80, que invadió y ocupó parte del territorio libanés, junto con bombardear y aniquilar a miles de habitantes.

Además, Israel proporcionó armas y financió una guerra civil que libraron grupos cristianos en el Líbano contra la OLP. Justamente en ese contexto es que nació Hezbolá (en 1982), hoy, descrito como un “Estado dentro del Estado” libanés, afirma El País.

Luego de terminada la guerra civil en 1990, el mismo medio explica que las tropas israelíes regresaron a territorio libanés en el 2006, después de que militantes Hezbolá mataran a tres soldados y capturaran a otros dos en suelo israelí.

Israel, nuevamente, respondió con bombardeos, que arrasaron pueblos y barrios de Beirut. En la oportunidad, el saldo, otra vez, fue de miles de muertos, pero Hezbolá no fue aniquilado.

Así, ambas facciones se mantuvieron con ataques y asesinatos de líderes, hasta las más recientes agresiones, tras el estallido de la guerra en la franja de Gaza.

Bíperes y walkie-talkies que explotan

Cabe consignar que previo a estos bombardeos, el 17 de septiembre, miles de bíperes o buscapersonas fueron detonados casi simultáneamente en el Líbano y Siria. Apenas un día después, explotó una segunda oleada de walkie-talkies y otros dispositivos controlados por radio de miembros de Hezbolá.

Según información libanesa, al menos 39 personas murieron y unas 3.000 resultaron heridas en este doble ataque.

Se dice que los dispositivos fueron interceptados por el servicio secreto israelí antes de ser entregados a Hezbolá o incluso producidos en su nombre por una empresa fachada y preparados con pequeños artefactos explosivos.

Poco antes, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, había pedido un “cambio radical” en la frontera con el Líbano, e Israel también había declarado como objetivo de guerra el regreso de los israelíes evacuados a las ciudades del norte.

¿Qué dice la comunidad internacional por los ataques de Israel en el Líbano?

El aumento de los ataques entre Israel y Hezbolá en el Líbano ha generado preocupación en la comunidad internacional. Países como Francia y Qatar han pedido una desescalada inmediata y una intervención diplomática para evitar que el conflicto se transforme en una guerra a gran escala.

Por otro lado, Irán, principal aliado de Hezbolá, advirtió a Israel sobre las “consecuencias peligrosas” de continuar con la ofensiva. En una declaración a medios internacionales, el presidente de Irán, Taghi Rahmani, afirmó que la región está al borde de una guerra total si no se toman medidas para detener los ataques.

En este contexto, las potencias internacionales están aumentando la presión para evitar una expansión del conflicto. Si bien Estados Unidos sigue siendo un firme aliado de Israel, funcionarios estadounidenses han expresado su preocupación de que la situación pueda salirse de control, especialmente si Irán decide involucrarse más activamente.