Un estornudo es una respuesta natural del cuerpo para expulsar partículas irritantes de las vías respiratorias, y bloquearlo puede generar una presión anormalmente alta en diversas partes del sistema respiratorio y auditivo.
Al contener un estornudo, la presión que normalmente sería liberada hacia el exterior se redirige hacia zonas más vulnerables, como la garganta, los oídos o los senos nasales.
Los peligros de aguantar un estornudo
La presión que un estornudo retiene puede ser hasta 20 veces mayor que la habitual, lo que aumenta el riesgo de causar daños internos. Un caso que ilustra este peligro ocurrió cuando un hombre en Inglaterra intentó suprimir un estornudo apretando su nariz y tapando su boca.
El sujeto de 34 años experimentó una ruptura de tejidos en la garganta después de contener completamente un estornudo. Según los médicos, la presión del aire de los pulmones, al no tener una vía de escape, rasgó el tejido suave de la garganta.
Este caso, reportado en BMJ Case Reports, aunque extremadamente rara, llevó al paciente a sentir dolor agudo, dificultad para hablar y tragar, y requirió intervención médica inmediata.
También existe el riesgo de que la presión ejercida por un estornudo retenido se transmita hacia los oídos, lo que puede dañar el tímpano.
“Cuando uno estornuda se genera una presión importante de la vía aérea (…) No es algo frecuente o de todos los días, pero efectivamente uno ve gente que producto de un estornudo se le genera alguna lesión en el oído interno o incluso sufre una pequeña perforación en el tímpano, a raíz de la presión que se transmite a través de la trompa de Eustaquio hacia el oído medio”, explicó el Dr. Andrés Lanas, otorrinolaringólogo de Clínica Universidad de los Andes, a diario La Tribuna.
Es importante recordar que el estornudo también tiene un propósito importante en la protección del cuerpo, ya que expulsa gérmenes, polvo y otros irritantes del sistema respiratorio.
Bloquear este reflejo no solo pone en riesgo la integridad física de estructuras como la tráquea o los oídos, sino que también evita que el cuerpo se deshaga de sustancias potencialmente dañinas.
Qué hacer si me dan ganas de estornudar
Los expertos recomiendan no reprimir los estornudos y, en su lugar, cubrirse con el antebrazo para evitar la propagación de gérmenes, una medida especialmente importante en contextos de salud pública.
Aunque casos severos como fisuras en la tráquea o daños en el oído son poco comunes, el riesgo existe. Retener un estornudo puede generar una presión excesiva en partes del cuerpo que no están preparadas para soportarla, lo que a veces lleva a situaciones médicas que requieren intervención.
Por esta razón, es más seguro dejar que el estornudo ocurra naturalmente, manteniendo precauciones higiénicas para evitar la transmisión de enfermedades.