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La forma en que percibimos el mundo a través de los mapas puede estar distorsionada debido a la utilización de proyecciones cartográficas como la de Mercator, ampliamente conocida y utilizada desde 1569. Este tipo de mapa destaca por facilitar la navegación marítima al representar líneas de rumbo constante como segmentos rectos, pero distorsiona notablemente el tamaño de los países al ampliar los territorios cerca de los polos y reducir los cercanos al ecuador. Esta distorsión, que puede influir en la percepción política y cultural, también se presenta en otras proyecciones, como la de Peters. Sin embargo, herramientas modernas como The True Size Of permiten a los usuarios comparar los tamaños reales de los países, corrigiendo percepciones erróneas y brindando una comprensión más precisa de la geografía mundial. Este tipo de recursos educativos son útiles para apreciar la verdadera escala de naciones y continentes, recordando que la cartografía implica decisiones complejas sobre qué distorsiones son aceptables para los propósitos específicos del mapa.
La percepción que tenemos del mundo, en gran medida, está formada por los mapas que vemos desde la infancia. Sin embargo, la forma en que estos representan el tamaño y la posición de los países puede estar distorsionada debido a las limitaciones inherentes a la cartografía.
Uno de los mapas más comunes es la proyección de Mercator, creada por Gerardus Mercator en 1569. Este tipo de mapa fue diseñado originalmente para la navegación, ya que representa líneas de rumbo constante como segmentos rectos que facilitan la navegación marítima. No obstante, esta proyección distorsiona considerablemente el tamaño de las masas terrestres.
La proyección de Mercator
La proyección de Mercator amplía los territorios cerca de los polos y reduce aquellos en torno al ecuador. Por ejemplo, Groenlandia y África pueden parecer de tamaño similar en este tipo de mapa, cuando en realidad África es muchísimo veces más grande.
Lo cierto es que transformar una superficie esférica en una plana es un desafío considerable que implica distorsiones inevitables. El planeta Tierra es tridimensional, y al aplanarlo para crear un mapa bidimensional, ciertas propiedades de las áreas, formas, distancias o direcciones deben sacrificarse. Dependiendo de la proyección cartográfica utilizada, los mapas pueden priorizar una de estas propiedades sobre las demás, pero no pueden preservarlas todas a la vez.
Las proyecciones cartográficas, como la de Mercator, Peters, Robinson y Winkel Tripel, tienen sus propios enfoques y distorsiones. Por ejemplo, la proyección de Peters se centra en mantener el área proporcional de los países, pero distorsiona las formas, estirando los territorios cercanos a los polos verticalmente y los cercanos al ecuador horizontalmente.
Así puedes visualizar el tamaño real de los países en el mapa
Como mencionamos, una de las distorsiones más notables de la proyección de Mercator es la magnificación de los polos y el empequeñecimiento de las regiones ecuatoriales. En un mapamundi de Mercator, las regiones cercanas a los polos, como Canadá, Rusia y Groenlandia, aparecen mucho más grandes de lo que realmente son en relación con los países cercanos al ecuador.
Este fenómeno no solo afecta la percepción geográfica, sino también la percepción política y cultural. Los mapas con estas distorsiones pueden llevar a una subestimación de la importancia y el tamaño de los países ecuatoriales y una sobreestimación de los países más cercanos a los polos.
Actualmente, existen herramientas modernas que permiten explorar el tamaño real de los países comparado con su representación en los mapamundi. Un recurso valioso es el sitio web The True Size Of, que permite a los usuarios arrastrar y soltar países en diferentes lugares del mapa para comparar sus tamaños reales.
“Con todo, podríamos decir que es en el Ecuador, donde pueden observarse mejor las diferencias, con una mayor objetividad”, señala Gonzalo Prieto, creador del sitio Geografía Infitina.
Por ejemplo, al mover Brasil sobre Europa, se puede apreciar que es significativamente más grande de lo que parece en la proyección de Mercator. Otro caso notable es el de Rusia comparada con África, donde el primero disminuye considerablemente sus dimensiones al ponerse junto a dicho continente.
En el caso de Chile, es posible compararlo con diferentes territorios para apreciar su dimensión real en relación con otros países. Por ejemplo, si se posiciona sobre Europa, Chile abarcaría desde el norte de Noruega hasta la costa del mediterráneo en África. En el caso de Norteamérica, Chile atraviesa casi por completo a México, Estados Unidos y Canadá.
Este tipo de herramientas educativas son útiles para corregir las percepciones erróneas y proporcionar una comprensión más precisa de la geografía mundial. Para utilizarla solo debes dirigirte a www.thetruesize.com e ingresar el nombre (en inglés) del país que te interesa. Se puede hacer desde un celular o computador, aunque la usabilidad es mejor en este último.
Recordar que la cartografía es una ciencia y arte complejo que implica decisiones sobre qué distorsiones son aceptables para los propósitos específicos del mapa. La proyección de Mercator es solo una de muchas maneras de representar el mundo, y aunque es útil para la navegación, sí introduce serias distorsiones en la percepción del tamaño de los países.
