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En la Isla de los Muertos, ubicada en el río Baker cerca de Caleta Tortel, se encuentran tumbas individuales que atraen la curiosidad de visitantes. La isla, de 39 hectáreas, es un ecosistema valioso con diversa fauna y flora. En 1906, tras una tragedia, obreros fueron enterrados allí debido a la escasez de alimentos y enfermedades. Las teorías sobre las muertes incluyen epidemia de escorbuto, envenenamiento accidental y hasta muerte intencional por la compañía. No se conoce el número exacto de fallecidos. Actualmente, historiadores analizan las causas de lo ocurrido. Para llegar a la isla desde Caleta Tortel, se recomienda coordinar un viaje en barco desde ese pueblo, disfrutando así de las maravillas naturales de la zona.

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Rodeada por las frías aguas del río Baker, una isla se erige a unos pocos kilómetros de Caleta Tortel. A simple vista, parece una más dentro del paisaje de la selva Patagónica, sin embargo, una serie de tumbas individuales despiertan la curiosidad de los turistas y aventureros.

Se trata de la “Isla de los Muertos”, una porción de tierra de 39 hectáreas, parte de una serie de fiordos y canales entre los Campos de Hielo Norte y Sur. Se trata de un terreno con alto valor para el ecosistema, donde convergen diversas especies de animales, árboles y vegetación.

Fue explorada por primera vez el año 1898 por el geógrafo alemán Hans Steffen. Pocos años después, en 1906, tendría lugar la tragedia que le otorgó su nombre a la isla.

La historia detrás de la Isla de los Muertos

Poco después del descubrimiento de la isla, en 1904 se constituyó de la Sociedad Explotadora del Baker, en el marco de un primer intento de colonización del valle del río Baker, Bravo y Pascua, del Lago Vargas y de los ventisqueros Montt y Steffen.

Según consigna la Biblioteca Nacional, esta sociedad recibió en arrendamiento 797.500 hectáreas por parte del Estado. El compromiso era instalar a 40 familias de colonos y sacar su producción por el Pacífico, para lo cual se requería la construcción de una senda desde los valles interiores hasta el mar.

Los obreros de la compañía se instalaron en un sector denominado como Puerto Bajo Pisagua, en la desembocadura del río Baker. Estarían ahí por un lapsus de 6 meses, por lo tanto, a mediados de 1906 debían ir a buscarlos. No podían salir de la isla por sus propios medios, y dependían de barcos para la entrega de provisiones.

Puerto Bajo Piragua
Puerto Bajo Psagua | Memoria Chilena

Corría el invierno en 1906 cuando los hombres esperaban ansiosos la llegada de un barco de vapor que los llevaría para su periodo de descanso hasta la ciudad de Puerto Montt. Sin embargo, la nave, que además traía alimentos y otros bienes necesarios para sortear las duras condiciones de vida en la isla, nunca llegó.

No pasó mucho tiempo hasta que el alimento comenzara a escasear, hasta acabarse por completo. Además, se le sumó el brote de enfermedades imposibles de tratar en dichas circunstancias. Así, uno a uno fueron cayendo los obreros en la faena. En un gesto de brindar algo de humanidad a los fallecidos, los sobrevivientes los enterraron en la isla en cajas de madera de ciprés, colocando cruces sin nombre sobre ellas. Solo una de ellas tiene grabado un nombre: Melchor Navarro, quien murió un 2 de agosto.

En septiembre, un barco a vapor que navegaba por las aguas del Baker reconoció a los hombres que aguardaban en la orilla para ver si divisaban alguna embarcación que pudiera ayudarlos a salir de aquel lugar. Los sobrevivientes fueron rescatados, sin embargo, muchos de ellos murieron tiempo después por el deterioro de su salud.

Hacia 1909 el proyecto de la Sociedad Explotadora del Baker había fracasado completamente.

Las teorías sobre la Tragedia de Bajo Pisagua

Según consigna el ministerio de Bienes Nacionales, actualmente, existen diversas teorías basadas en investigaciones historiográficas que intentan explicar el motivo de dichas defunciones. Estas teorías son contradictorias entre sí, por lo que no se ha logrado establecer una versión definitiva y oficial.

“La primera y más conocida es que fueron defunciones causadas por la epidemia de escorbuto. Otra conjetura señala que fue producto de un envenenamiento accidental por ingesta con harina contaminada con antisárnico. Por último, también existe la hipótesis de muerte intencional, a manos de la propia Compañía, con el fin de no cancelar los sueldos a los trabajadores”, sostiene el Consejo de Monumentos Nacionales de Chile.

Isla de los Muertos
Una de las tumbas sin nombre de la Isla de los Muertos | Consejo de Monumentos Nacionales

No existe una cifra oficial de obreros fallecidos en lo que se conoce como la “Tragedia del Baker”. Algunas fuentes apuntan a 59, mientras que otras llegan incluso a 120. Según consigna la Biblioteca Nacional, los obreros de la Compañía murieron en misteriosas circunstancias, presumiblemente envenenados para evitar el pago de salarios.

Mauricio Osorio Pefaur, estudioso conocido de la historia de Aysén y autor del libro “La Tragedia Obrera de Bajo Pisagua“, ha sido uno de los principales investigadores en torno al tema, y fue quien encontró la lista original de los nombres de los trabajadores que perecieron en Bajo Pisagua, publicada en el periódico La Alianza Liberal el 11 de octubre de 1906.

Cómo llegar a la Isla de los Muertos

Actualmente, la Isla de los Muertos es considerada como monumento histórico, y cualquier persona la puede visitar, previa coordinación.

Según consigna el sitio turístico GoChile, el punto de partida más cercano para visitar la Isla de los Muertos es Caleta Tortel. Para llegar a este pueblo, tienes dos opciones: por aire o por tierra.

El aeropuerto más próximo a Coyhaique es el Aeródromo Balmaceda. Luego, puedes tomar un autobús desde Coyhaique hasta Caleta Tortel. Este viaje puede durar varias horas, por lo que es recomendable verificar los horarios y la disponibilidad antes de partir, especialmente si viajas desde Santiago.

Una vez en Caleta Tortel, debes coordinar tu visita a la Isla de los Muertos. La manera más habitual de llegar es en barco. Se recomienda llevar vestimenta apropiada para la zona, tipo trekking.