¿Sabes cómo identificar si un producto es chocolate verdadero o simplemente tiene “sabor a chocolate”?

Este martes, Sernac informó que 34 marcas de chocolate con productos de temática de Pascua de Resurrección no cumplían con los estándares mínimos para poder ser clasificados como productos de chocolate. Por el contrario, debían catalogarse como con “sabor a chocolate”.

Si bien Sernac no dio los nombres de las marcas infractoras en el reporte, sí explicó en qué hay que fijarse para saber si un producto realmente puede considerarse como “de chocolate”.

¿Chocolate o sabor a chocolate?

Según señala el reporte de Sernac, el chocolate, definido por el artículo 398 del Reglamento Sanitario de Alimentos, requiere al menos 20% de sólidos de cacao, con un mínimo del 18% de manteca de cacao y permite hasta un 40% de otros ingredientes.

Por su parte, los sucedáneos de chocolate, según el artículo 399, reemplazan total o parcialmente la manteca de cacao con grasas vegetales, conservando los demás ingredientes. En estos, el empaque debe señalar claramente la frase “sabor a chocolate”.

Sin embargo, lo que observó Sernac es que muchos productos sucedáneos comercializados en estas fechas de Pascua se hacen pasar por productos “de chocolate”.

En qué fijarse al elegir los huevitos de chocolate

A pesar de que un producto diga en su envoltorio que se trata de un producto “de chocolate”, es importante revisar el rotulado, es decir, donde se especifican los ingredientes.

Según el organismo, para saber si se trata de un producto con auténtico chocolate, el rotulado debe indicar, entre los primeros ingredientes, manteca de cacao o pasta de cacao. Esto va a permitir concluir que efectivamente se trata de un producto “de chocolate”.

Lo anterior ya que, dentro de la lista de ingredientes, los que tienen mayor presencia en el producto son los que se ponen primero. Por ejemplo, si el primer componente es azúcar, implica que tiene un porcentaje alto de este componente. De hecho, la gran mayoría de los chocolates tiene el azúcar como su primer ingrediente.

Si un producto señala entre sus primeros ingredientes sustancias como “aceite de girasol alto oleico”, “mezcla de grasas y aceites”, “grasa vegetal de coco” o “aceite de palmiste hidrogenado”, entre otros, quedando por encima de los productos de cacao, probablemente no se trate de un chocolate como tal.

La clave está en recordar que mientras más arriba estén las materias de chocolate, como manteca o pasta de cacao, con mayor seguridad se podrá asegurar que se trata de un producto “de chocolate” y no solo “con sabor a chocolate”.

Si bien Sernac hizo hincapié en que un producto con sabor a chocolate no sea necesariamente es de mala calidad, sí “deben ser consumidos de manera restringida por su alto contenido de azúcar y presencia de otras materias grasas que no son de cacao, por lo que no tienen los mismos beneficios para la salud. De ahí radica la importancia de leer el etiquetado e ingredientes”.