El impacto de saltarse una sesión de cepillado de dientes es peor de lo que te imaginabas.
Es común que, de vez en cuando, a algunas personas se les olvide lavarse los dientes en ciertas ocasiones. Por ejemplo, después de una larga noche de fiesta donde lo único que quieres hacer es acostarte en tu cama y dormir.
Sin embargo, tampoco se debería ignorar que incluso saltarse una sola sesión de lavado de dientes puede tener consecuencias significativas en la salud bucal. Tanto la sesión de la mañana como la de la noche son importantes. Y es mejor aún si lo hacemos después de cada comida.
La Dra. Rhona Eskander, dentista y cofundadora de PÄRLA Toothpaste Tabs, explicó a The Sun que perderse el cepillado de la noche es incluso un poco peor que perderse el de la mañana.
Según la experta, “durante el sueño, la producción de saliva disminuye, lo que permite que las bacterias se multipliquen más rápidamente. Cepillarse los dientes antes de acostarse ayuda a eliminar las partículas de comida y las bacterias que pueden provocar caries durante la noche”.
¿Eres de los que hacen excepciones en la rutina de higiene bucal? Entonces podrías estar exponiéndote a graves consecuencias para tu salud dental.
1. La placa no espera
Si no te cepillas los dientes por un día, es muy probable que empieces a sentir una textura desagradable y áspera en tus dientes. Esto indica la presencia de placa, la cual se empieza a formar en cuestión de horas.
“La placa es una película pegajosa de bacterias que puede provocar caries y enfermedades de las encías”, indicó Eskhander. Con el tiempo, se produce el sarro, que es la acumulación de la placa dental. Esta solo puede ser removida por un profesional.
No solo es importante el cepillado en ese sentido, sino que una buena rutina de hilo dental al menos una vez al día puede ayudar a mantener el sarro a raya y prevenir la generación de sarro.
2. Mal aliento
Saltarse el cepillado de dientes, especialmente de noche, es casi un ticket seguro a despertar con mal aliento en la mañana.
“Las bacterias de la boca liberan compuestos olorosos cuando descomponen las partículas de comida, provocando mal aliento”, dice la Dra. Eskhander.
¿No sabes si tienes mal aliento? La dentista asegura que hay un simple truco con el que lo puedes saber. Debes pasar tu lengua por tu muñeca, si al olfatearla sientes un olor desagradable, probablemente tu aliento no huele a flores.
Como consejo, la experta señaló que beber agua y mantenerse hidratado también ayuda con el mal aliento, además de una correcta higiene bucal.
3. Manchas el mismo día
¿Eres fan del vino tinto, el café, el té, los frutos rojos y las bebidas como la Coca-Cola? Entonces no te conviene saltarte el cepillado de dientes ni una sola vez, ya que las manchas pueden empezar a formarse en un solo día.
Eskhander explicó que “La falta de cepillado permite que se acumulen manchas de alimentos, bebidas y tabaco, lo que provoca la decoloración de los dientes. Las manchas de alimentos y bebidas pueden variar dependiendo de factores como la salud del esmalte dental y la higiene bucal”.
La experta en salud bucal señaló que las manchas importantes pueden tardar algunos días en notarse, por lo que el cepillado y la limpieza dental regulares son clave en minimizar estas manchas.
4. Encías enfermas
Si te saltas el lavado de dientes con regularidad, la posibilidad de tener encías enfermas en el largo plazo aumenta. Esto, ya que la formación de placa puede causar gingivitis.
“Si no se revisa, la gingivitis puede progresar a periodontitis, lo que incluso puede llevar a la caída de los dientes”.
Los síntomas de tener las encías enfermas pueden incluir que estas estén hinchadas, enrojecidas o doloridas, encías que sangran al cepillarse o usar hilo dental y encías retraídas, que hacen que los dientes parezcan más largos.
Según la experta, otros síntomas incluyen mal aliento persistente, pus, dientes flojos o que se mueven y masticación dolorosa.
Ante cualquiera de estos síntomas, es fundamental acudir con un especialista para evitar mayores problemas dentales a futuro.