En América, el vector principal responsable de la transmisión de esta infección es el mosquito Aedes aegypti, distribuido en todo el territorio, incluso en Chile, donde el Minsal decretó Alerta Sanitaria, ante el riesgo de transmitir esta y otras enfermedades como: la Fiebre Amarilla, el Chikungunya, el Zica y la Malaria.
Hace unas semanas, la Organización Mundial de la Salud (OMS), expresó su preocupación ante los variados brotes de dengue que se están detectando en diferentes países de América Latina, contabilizando un total de 373.000 casos solo en enero del 2024.
De ese total, 262 mil corresponderían a casos en Brasil, el país más grande de la región. Tal situación ha llevado a las autoridades a incorporar un programa de inmunización, convirtiéndose en el primer país del mundo que afronta esta crisis con una vacuna.
En Perú, la situación no es tan distinta, donde el Ministerio de Salud alertó que actualmente la transmisión del virus es encuentra activa en 177 distritos en el país vecino, especialmente en la zona norte del país.
Al otro lado de la cordillera, en Argentina, el Ministerio de Salud de Buenos Aires anunció una “alerta epidemiológica” por el inminente riesgo de propagación de la enfermedad.
El fenómeno de El Niño, sumado a las altas temperaturas registradas debido al cambio climático, han generado las condiciones ambientales perfectas para la propagación de este virus.
¿Qué es el dengue?
De acuerdo a la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el dengue es una infección viral que se transmite a través de la picadura de un mosquito infectado y que puede afectar a personas de cualquier edad.
El organismo especializado de salud, señala que esta infección tiene 4 serotipos (DENV-1, DENV-2, DENV-3 y DEN-V 4) que circulan a lo largo de las Américas, y en algunos casos de manera simultánea.
Por otro lado, destacan que el virus tiene un comportamiento estacionario, lo que quiere decir que en el hemisferio sur la mayoría de los casos ocurren durante la primera mitad del año, mientras que en el polo norte, los casos ocurren en la segunda mitad del año (justo en las épocas más húmedas).
En América, el vector principal responsable de la transmisión de esta infección es el mosquito Aedes aegypti, distribuido en todo el territorio, incluso en Chile, donde el Minsal decretó Alerta Sanitaria, ante el riesgo de transmitir esta y otras enfermedades como: la Fiebre Amarilla, el Chikungunya, el Zica y la Malaria.
¿Cómo se propaga?
Medline Plus detalla que el dengue se transmite a través de la picadura de un mosquito infectado y que esta no se puede transmitir directamente de persona a persona. Sin embargo, una persona embarazada sí puede transmitir la infección a su bebé.
En casos muy raros, o únicos, el virus puede ser transmitido a través de una transfusión de sangre, un trasplante de órganos o una lesión por pinchazo de aguja, detalla el servicio de información en línea.
Síntomas del dengue:
La OPS indica que la infección puede ser asintomática, o cursar algunos síntomas como los siguientes:
– Fiebre moderada a una fiebre alta incapacitante
– Náuseas y vómitos
– Dolor de cabeza intenso, detrás de los ojos, muscular y en las articulaciones
– Sarpullidos
Acorde a Medline Plus, estos síntomas suelen durar entre 2 a 7 días, y en algunos casos la enfermedad puede evolucionar a dengue grave, caracterizado por choque, dificultad para respirar, sangrado grave y/o complicaciones graves de los órganos.
Síntomas del Dengue grave:
Asimismo, el mismo medio, señala que el dengue grave es una forma seria de la enfermedad. Incluso, afirma que aproximadamente 1 de cada 20 personas que se enferman con el virus pueden desarrollar una infección más grave.
Esta fase de la enfermedad puede causar shock, hemorragia interna e incluso la muerte. Por ello, es muy importante estar atento a los signos o síntomas del dengue grave.
Si usted, o algún miembro de su familia, presenta algunos de estos signos, es una clara señal para recibir atención médica:
– Dolor y sensibilidad intensos en el abdomen
– Vómitos al menos 3 veces en 24 horas
– Sangrado de la nariz o las encías
– Vómitos con sangre o sangre en las heces
– Sentirse cansado, inquieto o irritable