Regularmente se habla de medicamentos originales, genéricos y bioequivalentes, pero muchas veces se confunden sobre todo los últimos dos. ¿En qué se diferencian? te lo contamos en esta nota.
Aunque algunas veces estos términos se usan como sinónimos, no significan lo mismo. Hablamos de los medicamentos originales, genéricos y bioequivalentes, los cuales han tomado relevancia por sus diferencias de precios.
Recordemos que en enero pasado, un estudio del Sernac (Servicio Nacional del Consumidor) reveló que existen notables brechas entre los valores de los remedios originales, bioequivalentes de marca y bioequivalentes genéricos. De hecho, se detectó que había remedios hasta 45 mil pesos más caros que otros con los mismos componentes.
En este contexto, la Asociación de Industrial de Laboratorios Farmacéuticos (Asilfa) indicó que es importante que las farmacias transparenten la información a los consumidores con respecto a los medicamentos que disponen y sus diferentes precios.
“Más del 80% de las unidades utilizadas en Chile corresponden a medicamentos genéricos y genéricos de marca, muchos de los cuales se elaboran en Chile, y que por cierto son los más baratos de Latinoamérica”, expresó Elmer Torres, vicepresidente de Asilfa.
“Es un hecho que estos medicamentos han sido un aporte al ampliar la cobertura y a una fracción del valor de inicial de los productos equivalentes, gracias a la fuerte competencia del sector”, añadió.
Diferencias entre medicamentos originales, genéricos y bioequivalentes
Desde Asilfa explicaron a BioBioChile las diferencias entre los medicamentos originales genéricos y bioequivalentes.
Los fármacos originales “son aquellos que tienen patentes por 15 o 20 años, y que son producto de una investigación realizada por laboratorios, que a través de un estudio científico y clínico concluye que una molécula o principio activo sirve para tratar una determinada patología”.
En tanto, los genéricos o genéricos de marca, son los que “una vez terminada la patente de un innovador generan el mismo producto con el mismo principio activo”.
Finalmente, los bioequivalentes son remedios que “contienen el mismo compuesto terapéutico –comprobado- que la versión de la marca original, pero se elabora en un laboratorio alternativo y fuera del periodo de exclusividad que exige la patente del medicamento referente por un tiempo”.
“Cuando este medicamento y los demás se convierten en opciones seguras, se produce lo que llamamos una intercambiabilidad eficaz para la salud de los pacientes”, aseguró el ejecutivo de Asilfa.
En relación a qué certifica que un medicamento sea o no intercambiable con otro, Torres explicó que además de ser bioequivalente, el producto debe cumplir con los estándares de las Buenas Prácticas de Manufactura (GMP) establecidas por la OMS.
Esto último significa que debe ser “elaborado con procesos de fabricación validados y sometido a controles de calidad con métodos analíticos también validados, lo que garantiza que el producto cumplirá de lote a lote con sus especificaciones de calidad y efecto terapéutico”.