Debido a la evidencia científica, los trastornos neurológicos se han vuelto más fáciles de detectar y tratar en niños, niñas y adultos. En BioBioChile conversamos con una terapeuta ocupacional que analiza cómo tratar estas condiciones no solo desde lo farmacológico, sino con un enfoque más integral.
El Trastorno de Déficit Atencional e Hiperactividad (TDAH), es una condición muy comentada en la sociedad actual. Son muchos los niños y niñas diagnosticados con este trastorno, que si bien es muy habitual, puede confundirse con el Trastorno del Procesamiento Sensorial (TPS).
No son pocas las veces que los pequeños que lo padecen son considerados como “niños problema”, que tienen mal desempeño escolar o muchas dificultades para relacionarse con sus pares o la familia. Por eso es importante estar alerta y diagnosticar a tiempo, ya que un tratamiento siempre ayudará a aprender estrategias que mejoren la calidad de vida de los pacientes y su entorno.
En BioBioChile conversamos con la académica de la Escuela de Terapia Ocupacional de la Universidad de las Américas, Bárbara Sáez, que explicó en detalle cada trastorno, cómo diferenciarlos y lo fundamental de hacer tratamiento integral con el paciente, ya que la medicación es importante, pero de igual manera lo son otros tratamientos que ayudarán en el manejo de los síntomas.
Trastorno de Déficit Atencional e Hiperactividad (TDAH)
En 1992 la Organización de Salud reconoció el TDAH como una enfermedad clínica. La ubica en el grupo de los trastornos del comportamiento y de las emociones, cuyo inicio se da en la infancia y la adolescencia.
En la actualidad, la quinta edición del Manual de diagnóstico y estadística de trastornos mentales, (DSM V, su sigla en inglés), lo define como “Un trastorno neurobiológico que aqueja tanto a adultos como a niños. Es descrito como un patrón persistente o continuo de inatención y-o hiperactividad e impulsividad que impide las actividades diarias o el desarrollo típico. Los individuos con TDAH también pueden experimentar dificultades para mantener la atención, la función ejecutiva (o la habilidad del cerebro para comenzar una actividad, organizarse y llevar a cabo tareas) y la memoria de trabajo”.
Existen 3 tipos de TDAH: Inatento, Hiperactivo-impulsivo y combinado (inatento-hiperactivo-impulsivo).
Según lo que indica Clínica Mayo “Los niños con TDAH también pueden tener dificultades con la baja autoestima, las relaciones problemáticas y el bajo rendimiento escolar. Los síntomas a veces disminuyen con la edad. Sin embargo, algunas personas nunca superan por completo sus síntomas de TDAH. Pero pueden aprender estrategias para tener éxito”.
Trastorno del Procesamiento Sensorial (TPS)
La especialista Bárbara Sáez de la Universidad de la Américas explica a BioBioChile que la integración sensorial es la forma en que nuestro cerebro procesa la información sensorial del ambiente, como el tacto, el sonido y la luz.
“Cuando existe un trastorno del procesamiento sensorial las personas pueden presentar dificultades para filtrar la información, lo que significa que pueden sentirse abrumados por los estímulos sensoriales comunes, como el ruido de fondo o las luces brillantes. También pueden tener dificultades para integrar diferentes tipos de información sensorial”, indicó.
Este trastorno también es conocido como Hipersensibilidad a los Estímulos, ya que se perciben los estímulos de manera aumentada o intensa, lo que en algunos casas malestar o enfermedad.
Es una particularidad en niños con Trastorno del Espectro Autista (TEA), aunque también pueden tenerla niños sin TEA.
¿ A qué señales estar atento?
La especialista en Terapia Ocupacional de la Universidad de Las Américas nos explica cuáles son las señales a las que hay que estar atento y que podrían ser muestra de alguno de estos trastornos.
“El TDAH se considera un trastorno del neurodesarrollo, en general aparece en la primera infancia”.
Señales del TDAH:
– Dificultad para dirigir y mantener la atención en una tarea
– Excesiva inquietud motriz, y en ocasiones también hiperactividad
– Impulsividad
– Desorganización y problemas para establecer prioridades
– Baja tolerancia la frustación
En general, según indica la experta a BioBioChile, estos niños y niñas se sienten incomprendidos, tienen miedo al fracaso y su autoestima es baja. Debido a eso, presentan dificultades en el desempeño escolar, alterando sus relaciones familiares.
Los niños con TPS no pueden procesar correctamente los estímulos del mundo exterior y generalmente se manifiesta con los siguientes síntomas.
Señales del TPS:
– Estar en constante movimiento o fatigarse
– Apartarse cuando lo tocan
– Mostrar desagrado a cierta textura de alimentos
– Sentir molestia o desagrado a algunos olores
– Ser hipersensibles a algunas telas o a las etiqueta de la ropa
– Mostrar desagrado o no querer ensuciarse las manos
– Ser hipersensible a los sonidos (ambulancia, secador de pelo)
– Estar incomodo al columpiarse, temor a las alturas o bajar las escalares
– Falta de creatividad en el juego
– Torpeza motora (Por ejemplo presenta dificultad en chutear la pelota).
– Ser hipersensible al tacto (no le gusta que le corten el pelo y las uñas).
La especialista explica que “cuando estos estímulos no son bien procesados, aparece una disfunción en la integración, provocando conductas desadaptativas, que interfieren en el desarrollo, aprendizaje y organización de las actividades de la vida diaria (alimentación, higiene, vestuario) y participación en el juego”.
“En el TDAH, los padres consultan sobre todo en la edad escolar, cuando los niños comienza a presentar dificultades en el rendimiento escolar, organizar la información, retener las ideas, memorizar cosas pequeñas u olvidar colocarse una prenda de vestir, no seguir rutinas y hábitos o cualquier actividad que implique de alguna organización”, afirmó.
“Esto puede venir acompañado de niños buscadores de movimiento, muy inquietos e impulsivos, lo que significa que generalmente tienen dificultades en sus relaciones con sus pares y su entorno generando un impacto negativo en su salud mental”, añadió.
Respecto a la literatura y a la evidencia en adultos, los síntomas que presentan generalmente se relacionan con problemas laborales, baja autoestima, dificultades en relaciones interpersonales, abusos de sustancia y accidentes.
Tratamiento desde la Terapia Ocupacional
La Terapeuta Ocupacional Bárbara Sáez relata a BioBioChile cómo se realizan las intervenciones. “En niños con este tipo de diagnóstico se trabaja bajo el enfoque de integración sensorial con herramientas del modelo conductista, complementado con distintos modelos de la Terapia Ocupacional de acuerdo con la problemática del niño o niña, no solo con el diagnóstico”.
La especialista explica cómo se desarrollan estas intervenciones que se trabajan con el niño o la niña, su familia y el colegio, basado siempre desde el enfoque de derechos humanos y de género.
“Las sesiones de integración sensorial, realizadas por un terapeuta ocupacional, se centran en distintas actividades experienciales que desafíen a la niña o al niño con información sensorial, para que responda adecuadamente al estímulo. Se utilizan distintos implementos, balones con distintos pesos, esto ayuda a aumentar la conciencia corporal; escaleras de cuerda, ayuda aumentar la propiocepción del cuerpo o utilizar el columpio para entregar estímulos de movimiento”, expresó.
“Todas las actividades se realizan en una sala equipada con todos los implementos requeridos para trabajar la integración sensorial. El trabajo oportuno desde este enfoque es necesario para evitar consecuencias educacionales, sociales y afectivas”, indicó.
Con respecto a la medicación, la especialista señala que a veces se considera como la primera y única opción, dejando de lado otras terapias que son un apoyo fundamental en el manejo de los síntomas.
“Hay que ser súper rigurosos antes de realizar un diagnóstico TDAH, porque hay que tener en cuenta que algunos niños pueden ser buscadores de movimientos o hipercinéticos, porque es parte de su desarrollo, o hay sintomatología que pueden estar asociados a otros trastornos del neurodesarrollo, que no requieren de medicación, sino de un proceso o de tiempo para su desarrollo”, afirmó.
“Por esos los médicos especialistas, antes de realizar el diagnóstico y medicar, pueden considerar otros diagnósticos asociados al fracaso escolar, como la depresión infantil, a un niño defensivo táctil, inquieto, pero impulsivo, como el trastorno de procesamiento sensorial”.
Para finalizar la especialista de la UDLA recomienda que para ambos trastornos los padres deberían consultar en la primera infancia.
“Cuando noten que el niño comienza a manifestar molestias a la luz, ruidos, sabores, etiqueta de la ropa, entre otros. Generalmente los niños con TDAH, Trastorno del Espectro Autista (TEA) y otros trastornos del desarrollo, a menudo tienen un trastorno del procesamiento sensorial, pero es importante pesquisar a tiempo estos síntomas para que puedan desarrollarse bien en su entorno y participar bien en sus actividades de la vida diaria”, explicó.
En el caso de adultos con este tipo de trastorno cree que nunca es tarde para tratarse. “Creo que es muy beneficioso para una persona adulta saber su condición, puede traer beneficios en el aspecto personal, familiar y laboral, en un comienzo puede ser abrumador, por no manejar la información del diagnóstico; por esto siempre se recomienda informarse a través de un buen profesional para mejorar su condición”, concluyó.