Hoy 21 de septiembre se conmenora el Día Mundial del Alzheimer, que en Chile el 12,6% de los adultos mayores a 65 la padecen, llegando a un 30% en personas sobre 80 años, de acuerdo a estudios.
Se caracteriza por ser neurodegenerativa, lo que significa que las células del sistema nervioso central dejan de funcionar o mueren. Es un proceso que empeora con el tiempo y no tiene cura.
En el caso de esta enfermedad, existen algunos signos que ayudarían a su detección temprana, como el deterioro de la memoria, pérdida de habilidades de razonamiento, confusión de los lugares o el espacio-tiempo, cambios de humor o personalidad, e incluso, problemas de lenguaje, según explica Clínica Mayo.
“Es una patología en la que se presenta pérdida del juicio y de la capacidad de realizar actividades que antes eran fáciles, provocando falta de independencia. Sin duda, con el envejecimiento progresivo de la población el número de pacientes afectados por esta condición irá aumentando progresivamente”, explica la neuróloga Francisca Albert, Directora Médico de Centros Médicos y Jefe Técnico Neurología de IntegraMédica, a través de un comunicado.
Síntomas a los que se debe estar alerta
De acuerdo a lo que explica la especialista, hay que consultar cuando en una persona se observa pérdida de memoria, problemas de lenguaje y tendencia a perderse fuera de la casa. “Los signos de alerta varían de paciente a paciente, pero hay que reaccionar cuando se muestre una pérdida del nivel de funcionamiento con respecto al que había antes”, detalla la doctora Albert.
Se trata de una condición que no es hereditaria pero que sí tiene algunos factores de riesgo asociados, como la edad, la diabetes, la hipertensión, el colesterol alto, la obesidad, el abuso de alcohol, la apnea del sueño y la depresión.
Desde Clínica Mayo sostienen que otros signos son:
-Deterioro de la memoria, como por ejemplo, dificultad para recordar eventos
-Dificultad para concentrarse, planificar o resolver problemas
-Problemas para completar tareas diarias en el hogar o en el trabajo
-Confusión con respecto a los lugares o el paso del tiempo
-Dificultades visuales o de espacio, como por ejemplo, no comprender distancias al conducir,
perderse o poner cosas en lugares equivocados
-Problemas de lenguaje, como por ejemplo, problemas para encontrar palabras o vocabulario reducido
al hablar o escribir
-Mal juicio al tomar decisiones
-Retraerse de eventos laborales o compromisos sociales
-Cambios de humor, como depresión u otros cambios en el comportamiento y la personalidad
Es importante decir que si bien existen tratamientos para retrasar su progresión, el Alzheimer no tiene cura. “Un estilo de vida saludable puede ser muy beneficioso para bajar los factores de riesgo y tener una mejor reserva cerebral. Con esto me refiero a mantener una buena alimentación, con alimentos frescos y bajos en grasa; tomar más agua; dejar el tabaco y otras drogas; practicar actividad física moderada todos los días; descansar 7 a 8 horas y mantener vida social”, recomienda la neuróloga.