VER RESUMEN

La vorágine de la vida actual nos mantiene con tanta estimulación que es imposible lograr desconectase del mundo, pero si a eso sumamos una serie de hábitos que terminan consumiendo la poca energía que nos queda, la mezcla se vuelve una carga que agotan a cualquiera.

Esto porque cansarte no solo responde a un esfuerzo físico, sino que también mental y hay situaciones que quizás nunca consideraste que te agotan, en el amplio sentido de la palabra,

Eso, incluso cuando estás acostado frente a un televisor. No te darás cuenta cuando estés agotado a causa de lo que puedas estar mirando.

Aplica incluso para quienes tienen una dieta balanceada, duermen las horas que el cuerpo necesita e incluso, hacen ejercicio, porque los saboteadores de energía están en todas partes.

Aquí te dejamos una selección de esos hábitos, para que veas si los tienes incorporados en tu vida diaria y tomes medidas, para que la tarde de este domingo no vuelvas a decir, quiero que sea domingo otra vez para descansar.

Hábitos que te agotan: ojo con la televisión y la comida

Uno jamás pensaría que ver un programa de televisión o las noticias lo agotarían, sobre todo si es cuando estoy en una posición de descanso.

Sin embargo, cuando el contenido es emocional, las cosas cambian. Leela R. Magavi, psiquiatra y directora médica regional de Community Psychiatry y Mindpath Health en California, lo describe a la perfección para BBC.

“Como seres humanos, somos criaturas emocionales, y muchos somos empáticos y captamos los sentimientos de los personajes de los programas de televisión y las películas. Pueden recordarnos experiencias dolorosas en nuestra vida, cualquier tipo de deficiencia, debilidad, pérdida o inseguridades, y todos eso puede provocar muchas emociones adjuntas, como tristeza, ansiedad, miedo o ira”, señala.

Por lo que ver programas o noticias con historias trágicas, pueden ser un desencadenante de mayor excitación y sobrestimulación, esto requerirá un esfuerzo mental adicional de tu parte para regularte emocionalmente,

Por lo mismo, recomiendan que si notas cambios en las horas o días siguientes, después de ver cierto tipo de contenido en la televisión, pongas atención y evítalos, privilegiando programas o información más neutral.

Otro hábito que te puede agotar es esperar demasiado tiempo entre comida, esto porque cada alimento que ingerimos nos aporta energía, pero esta dura solo entre 3 a 6 horas.

Si pasas mucho tiempo sin comer, tu cuerpo tendrá una respuesta que desencadena mecanismos biológicos y psicológicos que activan nuestro impulso de comer, lo que se traduce en antojos de carbohidratos procesados, que tienen alta carga glucémica.

El problema, según explica Uma Naidoo, psicóloga nutricional al HuffPost es que: “Una vez que nuestros niveles de insulina alcanzan su punto máximo después de comer, el azúcar en sangre puede desplomarse y provocar una sensación de agotamiento físico”. Lo ideal que no pasen más de cinco horas entre cada comida, aunque siempre dependerá de cada cuerpo.

Fatiga Mental

Vivir en el futuro, sin pensar en el presente, puede ser un hábito agotador que quizás no notas que lo tienes incorporado en tu vida. Esto pasa cuando planificas con mucha anticipación y debes ceñirte a esa calendarización, lo que no te permite flexibilidad en el presente, por lo que se recomienda sólo planificar lo obligatorio como citas, actividades de familia o reuniones importantes y el resto, liberarlo.

Calendarizar agota
Contexto | Canva

Otro hábito que tiene relación con el orden es trabajar en un escritorio desordenado, ya que lo que tengas alrededor puede terminar siendo una distracción, como por ejemplo que estés pensando en cómo ordenar los lápices que tienes por todos lados, y no te concentres en tu tarea, lo que te lleva más tiempo en tu día a día.

“Recomiendo a las personas que dediquen de 10 a 15 minutos diarios a ordenar su área de trabajo mientras escuchan música relajante”, mencionó Leela R. Magav.

Con base en lo mismo, si trabajas con un computador, mantén las pestañas que necesitas revisar abiertas, no más. Según explica Rana Mafee, neuróloga jefa de Case Integrative Health en Chicago, “Ir de una pestaña a otra le da a tu ego la idea errónea de que estás haciendo una cantidad increíble de trabajo… En realidad, no estás procesando completamente nada de lo que intentas consumir eficientemente”.

Estos hábitos terminan provocando fatiga mental, sin embargo, pequeñas acciones como cerrar una pestaña, ordenar o evitar calendarizar a tope relajan y sacan, literalmente, un peso de encima.

Cuida tu cuerpo de los hábitos que agotan

Cuidar tu cuerpo es esencial para que rindas mejor en cualquier ámbito, desde el trabajo hasta el colegio, deportes, etc.

Eso implica que una mala postura, como estar encorvado, puede afectar mucho más de lo que imaginas a tu vida diaria. “Una mala postura puede reducir tus niveles de energía al ejercer más presión sobre los músculos, articulaciones y ligamentos”, afirmó Naueen Safdar, director médico de EHE Health .

“Tu cuerpo tiene que usar más energía para compensar, lo que provoca fatiga”, añade.

Por lo mismo recomiendan intentar mantener una buena postura, pero también ayudarse con correctores para sillas y ejercicios que apoyen ese proceso.

mala postura
Contexto | Canva

Otro de los hábitos que te agotan es respirar, pero específicamente las respiraciones superficiales que se dan cuando estás en tensión o bajo estrés.

“La respiración superficial reduce la cantidad de oxígeno que el cuerpo absorbe y la cantidad que la sangre puede transportar a nuestros órganos y células para un funcionamiento óptimo”, indicó Naidoo.

Esto puede incluso activar vías del cerebro que exacerban la ansiedad y provocan fatiga. La solución es que cuando te sientas tenso o estresado, toma respiraciones profundas para combatir esta respiración superficial.

Si reconociste alguno de estos hábitos en tu vida diaria, dale una vuelta para entender si quizás eso es la fuente del agotamiento que llevas día a día.