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La apnea del sueño puede afectar a los niños, manifestándose a través de ronquidos y pausas en la respiración durante la noche, lo que puede causar problemas de conducta y afectar su descanso reparador. La obstrucción de las vías respiratorias superiores, causada principalmente por amígdalas y adenoides agrandadas, es la principal causa en los niños, generando una disminución de oxígeno en el organismo y afectando la salud física y mental. Los síntomas incluyen ronquidos, pausas en la respiración, sueño agitado y respiración por la boca, entre otros. El diagnóstico temprano es crucial para evitar complicaciones en el crecimiento y prevenir enfermedades como hipertensión o colesterol alto. La doctora Irene Rubio Bollinger destaca la importancia de considerar otros problemas, como el reflujo gastroesofágico nocturno, como posibles causas de trastornos del sueño en los niños. La detección se realiza a través de una polisomnografía nocturna.

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Tener apnea del sueño en la adultez es bastante común, pero este trastorno también puede afectar a los niños. Aunque no es habitual, los ronquidos en la primera infancia, podría transformarse en un problema, en especial, para que los pequeños tengan un descanso reparador.

Cabe mencionar que la apnea del sueño es provocado por la obstrucción parcial o total de las vías respiratorias superiores (nariz y boca).

Este evento ocurre cuando los niños duermen, produciéndose varias veces durante la noche. El trastorno lo padecen niños entre el 1 y el 5% de los niños, especialmente entre los 3 y los 8 años.

Apnea del sueño en niños: Cómo identificar el trastorno en los menores

De acuerdo con la Clínica Mayo, la apnea que afecta a los niños, llamado Síndrome de Apnea Obstructiva del Sueño infantil (SAOS), repercute de manera diferente en ellos. En los adultos, el trastorno genera somnolencia durante el día, mientras en los niños podría gatillar problemas de conducta.

Artem Podrez | Pexels

La causa en adultos suele ser obesidad, mientras que, en los niños, suele ser adenoides y amígdalas más grandes de lo normal, indica la institución de salud en su sitio web.

“La causa más frecuente de apnea obstructiva del sueño en niños es la existencia de amígdalas y adenoides de mayor tamaño al normal. Otros factores son el sobrepeso, las alteraciones del macizo facial y las alteraciones neuromusculares de origen genético. Los niños con síndrome de Down son especialmente susceptibles a tener AOS”, explica a la Agencia EFE, la doctora Irene Rubio Bollinger, neurofisióloga y responsable de la Unidad del Sueño en el Hospital Quirónsalud Sur.

Sumado a esto, las pausas en la respiración que tiene el niño durante el sueño, hacen que bajen los niveles de oxígeno en el organismo. Asimismo, si las pausas respiratorias son frecuentes, el niño dormirá menos y no descansará, lo que puede provocar daños en su salud tanto física como mental.

El principal síntoma de la apnea obstructiva es la pausa en la respiración. Cuando están dormidos, los niños suelen jadear y emitir un sonido como si se estuvieran ahogando. El ronquido también es un síntoma muy frecuente del SAOS, explica Rubio a nuestro medio asociado EFE.

Por otra parte, la Clínica Mayo recomienda observar los siguientes síntomas en los menores.

1. Ronquidos

2. Pausas en la respiración

3. Sueño agitado

4. Resoplidos, tos o atragantamiento

5. Respiración por la boca

6. Sudoración nocturna

7. Mojar la cama

8. Terrores nocturnos

Las complicaciones de salud derivadas del SAOS

Los especialistas recomiendan observar si el niño presenta problemas de conducta provocados por un mal dormir, como ansiedad, agresividad, depresión, hiperactividad, irritabilidad o problemas de concentración.

Además, un diagnóstico temprano evita complicaciones en el crecimiento del niño, ya que puede desarrollar hipertensión, colesterol alto, pre-diabetes o enfermedades cardiovasculares.

Para detectar la apnea obstructiva del sueño, se debe realizar una polisomnografía nocturna.

No obstante, en algunos casos, el trastorno está provocado por otros problemas, “como puede ser la presencia de reflujo gastroesofágico nocturno, siendo esta la primera causa que hay que tratar y se debe tener en cuenta en las unidades de sueño cuando un niño acude a consulta por mal descanso, síntomas nocturnos de mal descanso o síntomas diurnos de diferente índole que puedan tener como causa un trastorno respiratorio del sueño como es el AOS”, indica la especialista.