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Las muertes por complicaciones de influenza este año han alertado sobre el Streptococcus Pyogenes, llamada la "bacteria asesina". El médico Ricardo Quezada de Clínica MEDS explicó que esta bacteria libera toxinas persistentes y se contagia por contacto, manifestándose con dolor de garganta, fiebre y lesiones en la piel. Puede causar necrosis de tejidos y sobreinfectar tras la influenza, generando amigdalitis, neumonía necrotizante y lesiones pustulares. Aunque sensible a la penicilina, es virulenta y potencialmente mortal en ciertos casos y lugares, especialmente en países en desarrollo. Quezada advierte que la falta de vacunación contra la influenza aumenta el riesgo de infección por esta bacteria.

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Las diversas muertes que se han producido a causa de complicaciones por la influenza este año han puesto el foco de atención y preocupación en el Streptococcus Pyogenes, conocida como la “bacteria asesina”.

Ricardo Quezada, médico urgenciólogo de la Clínica MEDS, especificó en un comunicado enviado a BioBioChile que esta bacteria libera toxinas que pueden seguir circulando, incluso, tras ser tratada.

Streptococcus Pyogenes, la “bacteria asesina”

Quezada explica que el Streptococcus Pyogenes es una bacteria bastante universal. Ésta se contagia por contacto, y las manifestaciones más habituales son “dolor de garganta con fiebre, porque está asociada a la amigdalitis”.

Otra manifestación habitual, señala el médico, son las lesiones de la piel que pueden ir desde furúnculos, pasando por impétigo en los niños más pequeños y por lesiones que son a veces más profundas, y que pueden afectar las piernas o la zona perineal (genital).

Aquellas “son lesiones febriles, con mucho dolor, con harto eritema: se pone rojo, a veces negro, blanco y eso es para tener mucho cuidado“, dice el profesional.

Vale explicar algo importante: esta bacteria se ha ganado la etiqueta de “asesina” porque en los casos más graves, puede provocar necrosis de tejidos, señala un artículo específico sobre el tema de El País.

En relación al aumento de casos de influenza con la bacteria, el facultativo fue enfático en afirmar que “la bacteria no agrava los casos. Se suma detrás de una condición que la influenza produce. Nosotros estamos aquí ante una tormenta perfecta. Lo primero que ocurre es que la población pediátrica tiene una suerte de deuda inmunitaria, porque el aislamiento de la pandemia le produjo (a los niños) que se expusieran poco a los virus habituales, por lo tanto, están más proclives a infectarse de los virus ante los que previamente, por exposición, se desarrollaban mejores defensas”.

Cabe agregar algo que también juega un papel importante en esta ecuación: “La influenza, además, produce una cierta debilidad transitoria del sistema inmune (…) eso es lo que aprovecha el Streptococcus Pyogenes para sobreinfectar”, agrega el experto.

Así, la bacteria se “mete” detrás de la influenza y empieza a producir “amigdalitis, abscesos en el cuello o abscesos periamigdalinos secundarios, neumonias que se llaman necrotizantes, es decir, que producen destrucción pulmonar detrás de la influenza, o estas lesiones de la piel que son como pustulares y dolorosas”, las que se detallaron anteriormente.

Respecto a los efectos más graves que puede provocar esta infección, el doctor Quezada aseguró que no se trata de “una bacteria especialmente peligrosa porque sea resistente. De hecho, es 100% sensible a la penicilina, y se trata también con amoxicilina, y responde, pero es muy virulenta“.

Según el Boletín “Vigilancia de laboratorio de enfermedad invasora por Streptococcus pyogenes”, del Instituto de Salud Pública de Chile, la mayoría de las infecciones por este agente son de corta duración y relativamente benignas, sin embargo, la enfermedad invasiva puede ser fulminante y de riesgo vital.

El mismo documento detalla que esta bacteria es una importante causa de morbilidad (enfermedad) y mortalidad, pero “especialmente en los países en vías de desarrollo donde las infecciones severas causan alrededor de 517.000 muertes por año”.

Quezada explica que la “bacteria asesina” tiene muchos mecanismos para producir daños, entre ellos, las enfermedades de la piel (como ya se detalló), las que pueden ser profundas, y aquellas enfermedades que se originan por toxinas, como sería el caso de un “shock tóxico”.

“El Streptococcus produce toxinas que salen a circular, incluso cuando la bacteria se destruye. Ese shock tóxico puede resultar mortal. Y lo otro que produce, que es muy severo, es una lesión en el sistema renal y en el riñón, secundaria a la infección”, añade el médico.

En relación a la amenaza que podría producir esta bacteria entre quienes aún no se han inoculado contra la influenza, el urgenciólogo afirmó que “si bien la bacteria por sí misma no tiene una relación directa con la influenza, el hecho de no estar vacunado hace que la persona esté más proclive a infectarse“.

Frente a aquellos síntomas por los que la ciudadanía debería acudir de inmediato un recinto hospitalario, el especialista de la Clínica MEDS aseguró que “en caso de la influenza, el servicio de urgencia tiene que ser consultado si hay dificultad respiratoria, porque es un evidente predictor de que haya neumonia”.

“En el caso del Streptococcus Pyogenes, posterior a la influenza o en paralela a ella, se debe ir si empiezan a aparecer signos y síntomas como lesiones en la piel, como pústulas dolorosas, o como una amigdalitis grande o, de frentón, neumonia con tos, con fiebre y con dificultad para respirar”, cierra el doctor.