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El cáncer de cabeza y cuello se ha convertido en el sexto cáncer más común a nivel global, siendo dos veces más frecuente en hombres que en mujeres y diagnosticado mayoritariamente en personas sobre los 50 años. En Chile, se estima que causa entre 400 y 500 muertes al año, principalmente manifestándose en tumores escamosos que afectan diferentes áreas de la cabeza y el cuello. La detección temprana es clave, siendo crucial mantener hábitos saludables y controles dentales regulares, ya que más del 50% de la población consulta tardíamente.

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El cáncer de cabeza y cuello ha aumentado progresivamente en los últimos años, llegando a consolidarse como el sexto cáncer más frecuente a nivel mundial, según el Manual Mundial de Salud de Merck.

Este cáncer es dos veces más frecuente en hombres que en mujeres, y suele diagnosticarse con mayor frecuencia en personas mayores de 50 años, detalla el Instituto Nacional del Cáncer de los Estados Unidos.

Cáncer de cabeza y cuello

En Chile, aunque las estadísticas exactas son limitadas, se estima que esta enfermedad específica causa entre 400 y 500 decesos anuales, según recoge el Servicio de Salud Metropolitano Norte.

En la mayoría de los casos, la condición se manifiesta con tumores de tipo escamoso que afectan la cabeza y el cuello, pudiendo abarcar la cavidad nasal, los senos paranasales, labios, lengua, encías, glándulas salivales, el paladar, la laringe y las secciones nasofaríngeas, orofaríngeas e hipofaríngeas, entre otras.

En relación a los factores de riesgo, el gerente médico de Oncología de Merck Chile, Diego Rojas, asegura que “están relacionados principalmente con el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol, y también con malos hábitos de higiene dental“.

“Por ello es fundamental consultar ante la aparición de lesiones y realizar controles periódicos”, enfatiza el profesional. Otro factor prevenible y que ha repercutido en el aumento de este tipo de tumor es la infección por Virus Papiloma Humano (VPH).

Rojas señala que se ha observado un aumento en la prevalencia del cáncer de cabeza y cuello en pacientes cada vez más jóvenes; fenómeno que está “vinculado al Virus Papiloma Humano (VPH). Este virus se transmite principalmente a través de comportamientos sexuales de riesgo, como el sexo oral sin protección”.

La importancia de una detección oportuna

El especialista enfatiza en la importancia de mantener hábitos saludables y controles dentales periódicos, pues más de la mitad de la población consulta de manera tardía, lo que incide directamente en la efectividad del tratamiento.
hombre

“Los pacientes, especialmente aquellos con factores de riesgo, deben someterse a una evaluación dental anual para detectar lesiones en estadios tempranos. Solo así podremos identificar a tiempo este tipo de cáncer, que a menudo pasa desapercibido o se confunde con otras patologías”, detalla Rojas.

¿A qué signos se debe prestar especial atención? Las señales de un posible cáncer de cabeza y cuello pueden incluir presencia de heridas en la boca (que no sanan o se vean de algún color particular, sobre todo blanco), hinchazón en la mandíbula, sangrado inusual, dolor en la boca, bultos extraños o problemas para tragar. Los pacientes también pueden tener problemas para respirar o hablar, dolencias o sensación de zumbido en los oídos.

Respecto al tratamiento, este puede incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia y, en algunos casos, terapias dirigidas. La combinación de estos enfoques resulta esencial para mejorar los resultados en pacientes con cáncer avanzado.

“Sin duda, este cáncer representa un desafío significativo de salud pública, que involucra varios factores que aún debemos resolver, entre ellos la falta de acceso a información, especialmente en los estratos más bajos donde es más prevalente”, agrega Diego Rojas

Además, añade el profesional, el cáncer de cabeza y cuello requiere de un enfoque multidisciplinario para mejorar el pronóstico en términos de supervivencia y calidad de vida del paciente y, “en Chile, pocas instituciones cuentan con los recursos necesarios para manejar estos casos”.

“Por lo tanto, es esencial que trabajemos en la educación para asegurar una detección temprana y avancemos hacia una atención integral y de calidad para todos los pacientes”, concluye el especialista.