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En Chile, a pesar de una tendencia a la baja en el tabaquismo desde la ley 20.660, el país sigue presentando altos índices de fumadores en América Latina, un tema destacado en el Día Mundial sin Tabaco. Con efectos devastadores en la salud, el tabaco provoca enfermedades como bronquitis, cáncer y afecta al sistema cardiovascular. A nivel global, se estima que hay 1.300 millones de fumadores, y en Chile, el tabaquismo causa 52 muertes diarias. Además, su impacto negativo en el medio ambiente es alarmante. A pesar de las medidas implementadas, como restricciones en la publicidad y aumentos de impuestos, se necesita una mayor conciencia global y políticas más estrictas para proteger especialmente a los jóvenes de los daños del tabaco.

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En Chile, el tabaquismo sigue siendo una preocupación de salud pública, a pesar de una tendencia a la baja desde la promulgación de la ley 20.660 hace diez años. Sin embargo, el país todavía presenta uno de los índices más altos de tabaquismo en América Latina; tema a recordar hoy, en el Día Mundial sin Tabaco.

Esta fecha particular busca concienciar sobre los efectos nocivos del tabaco y promover su abandono, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

“El consumo de tabaco tiene consecuencias devastadoras para nuestra salud. Daña directamente a los pulmones, provocando enfermedades crónicas como bronquitis y enfisema. Además, aumenta el riesgo de cáncer pulmonar, de boca, de lengua y otros tipos” explica Ricardo Lillo, académico de la Escuela de Medicina de la Universidad Bernardo O’Higgins (UBO).

Día Mundial sin Tabaco

“También altera nuestro sistema cardiovascular, incrementando el riesgo de enfermedades del corazón y los vasos sanguíneos, como la cardiopatía coronaria, los accidentes cerebrovasculares, enfermedad arterial periférica y la hipertensión arterial”, agrega el profesional.

En el ámbito global, se estima que hay alrededor de 1.300 millones de fumadores. En Chile, específicamente, el tabaquismo causa 52 muertes diarias. Según la OMS, el tabaco afecta anualmente a más de 62 mil personas por enfermedades pulmonares (EPOC), 31 mil por patologías cardíacas, 12 mil por accidentes cerebrovasculares y 8.500 por cáncer.

De hecho, el impacto del tabaco no se limita a la salud humana. Su producción, consumo y eliminación también generan efectos negativos en el medio ambiente.

“Para la producción de tabaco se requiere el uso de grandes cantidades de madera, lo que provoca deforestación. Además, los productos químicos utilizados, como pesticidas y fertilizantes, contaminan el suelo y el agua y generan residuos que pueden causar incendios forestales”, comenta Lillo.

En nuestro país, las medidas implementadas para combatir el tabaquismo incluyen la prohibición de fumar en lugares públicos cerrados, restricciones en la publicidad del tabaco, advertencias gráficas en los paquetes de cigarrillos y aumentos en los impuestos a este mercado.

Además, se han desarrollado programas para prevenir el tabaquismo y servicios de tratamiento para ayudar a las personas a dejar de fumar, los cuales suelen incluir asesoramiento, apoyo psicológico y terapias de reemplazo de nicotina, impulsados por el gobierno y diversas organizaciones sanitarias.

Lillo también detalla que el consumo de tabaco debilita el sistema inmunológico, aumentando el riesgo de infecciones respiratorias como la gripe, neumonía y tuberculosis, y afecta negativamente a casi todos los órganos del cuerpo, dañando los ojos, la piel, los dientes y las encías.

Este año, bajo el lema “Proteger a los niños de la interferencia de la industria tabacalera”, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) conmemorará el Día Mundial Sin Tabaco 2024. Esta campaña busca proporcionar una plataforma para que los jóvenes de todo el mundo generen conciencia sobre la necesidad de que la industria tabacalera deje de dirigir sus productos nocivos hacia ellos.

“La juventud de todo el mundo está pidiendo a los gobiernos que adopten políticas que les protejan de las prácticas manipuladoras de las industrias tabacalera y otras afines, incluida la comercialización incesante de sus productos peligrosos a través de las redes sociales y las plataformas de streaming”, señala el organismo internacional, subrayando la importancia de fortalecer las políticas públicas para frenar el consumo de tabaco.

En resumen, mientras Chile continúa luchando contra el tabaquismo con políticas y programas de apoyo, la OMS y la OPS insisten en la necesidad de una conciencia global sobre los peligros del tabaco y la implementación de medidas estrictas para proteger, especialmente, a los jóvenes de los efectos nocivos de esta adicción.