El año pasado se detectaron casos en todas las prefecturas del archipiélago, y 2024 se proyecta aún peor.
Los casos de STSS, una infección bacteriana poco común pero grave alcanzó la cifra récord de 941 en Japón el año pasado, preocupando a las autoridades del archipiélago asiático.
Por ello, las autoridades sanitarias han estado instando a la población a adoptar medidas preventivas básicas como lavarse las manos y cuidar las heridas, advirtiendo que la enfermedad se transmite por fluidos y contacto con superficies.
El síndrome de shock tóxico estreptocócico (STSS) se conoce a menudo como una “enfermedad carnívora”, ya que en los casos graves puede causar necrosis de los tejidos conjuntivos que recubren los músculos, y es causado en la mayoría de los casos por la bacteria denominada estreptococo del grupo A, se notificó por primera vez en Japón en 1992, detalla Japan Times.
Desde entonces, se ha notificado una media de 100 a 200 casos confirmados al año, pero la cifra para 2023 superó el récord anterior de 894 casos en 2019, según el Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas (NIID).
Y se cree que 2024 será aún peor, reporta The Guardian. Por ejemplo, en todo 2023 se detectaron 941 casos, y en tres meses de 2024 ya llevan 378 en casi todas las prefecturas del país.
“Todavía hay muchas incógnitas sobre los mecanismos que subyacen a las formas fulminantes (graves y repentinas) de estreptococo, y no estamos en la fase de poder explicarlas”, explicó el Instituto Nacional japonés para las Enfermedades Infecciosas (NIID).
¿Cómo es el STSS?
Según explica el medio nipón, esta enfermedad es más común entre personas de 30 años o más, pero ninguna edad es invulnerable, y la tasa de mortalidad es del 30% en menores de 50 años.
Habitualmente es asintomática, y cuando se presentan síntomas, éstos se manifiestan con infecciones de piel y dolores de garganta.
Sin embargo, cuando la bacteria llega al torrente sanguíneo, los músculos y los pulmones, los síntomas pueden agravarse rápidamente y causar hipotensión arterial, fallo multiorgánico e incluso la muerte.
Su tratamiento es con antibióticos, pero en los peores casos se puede llegar a extirpar el tejido infectado.