La pigmentación de la areola mamaria busca ayudar a mejorar la autoestima de mujeres que han sufrido una mastectomía producto de enfermedades.

El cáncer de mama es la primera causa de muerte entre mujeres en Chile. Pese a que muchas veces se puede detectar a tiempo, las pacientes deben someterse a diversos tratamientos y procedimientos, entre ellos la mastectomía.

Esta enfermedad conlleva un fuerte impacto en la salud mental de las pacientes, lo que se incrementa cuando tienen que someterse al procedimiento donde les deben extirpar una o las dos mamas.

Sumaya Palomino, sicóloga clínica cognitivo conductual, señaló a El Universal que “la pérdida de la mama produce sentimientos de pérdida, desvalorización de la imagen corporal, afecta la autoestima y se altera el autoconcepto, frustración y enojo, son muchas emociones juntas que a la paciente le cuesta identificarlas para darle manejo y puede tener un retroceso emocional de inestabilidad, confusión y desespero”.

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En los casos donde los tratamientos logran hacer efecto, se puede acceder a un procedimiento de reconstrucción de la mama o mamas extirpadas.

Pigmentación de la areola mamaria: procedimiento y duración

Para mejorar la autoestima de las pacientes, muchas veces se procede a la pigmentación de la areola mamaria, para dar una mayor apariencia natural al seno luego de una reconstrucción.

Esto se puede hacer por medio de diversas técnicas, siendo una de las más conocidas el tatuaje.

Magdalena de Quevedo, CEO y directora de la Clínica Acorpus, se refirió a este procedimiento de pigmentación y detalló que “consiste en utilizar pigmentos sobre la piel que simulan la areola mamaria con la finalidad de devolver la naturalidad de la mama y mejorar la autopercepción a aquellas mujeres que han recibido tratamiento oncológico. Se utiliza la técnica de micropigmentación que es una especie de tatuaje intradérmico”.

Pigmentación mamaria
Diseño Clínica Mayo

Según la especialista, hay que realizar al menos dos sesiones por zona y la duración es de entre dos y cuatro años. “Cada paciente debe ser evaluada de forma personalizada”, detalló De Quevedo.