En junio se conmemora el Día Mundial del Donante de Sangre y los beneficios de esta acción no sólo alcanzan a las personas que necesitan de ella, sino que también a los donantes.
Este 14 de junio se conmemora el día mundial de la donación de sangre, destacando los especialistas que la importancia de esta práctica sigue siendo vital pese al avance biotecnológico, pues la sangre no puede ser fabricada artificialmente.
Quien dona está realizando un acto altruista y voluntario, que brinda grandes beneficios, pero puede ser intimidante para muchos, debido a una serie de mitos respecto al proceso y los requisitos para hacerlo.
El Dr. Pablo Ramírez, jefe del banco de sangre de Clínica Las Condes explica que “el proceso de donación es altamente seguro y un acto tremendo de generosidad ya que, con solo una donación de 450 ml, se puede llegar a salvar hasta tres vidas”.
Por su parte Paula Molina, química farmacéutica de Farmacias Ahumada, explica que “las transfusiones son fundamentales para salvar la vida de personas que están sometidas a tratamientos que producen deficiencia de sangre o han sufrido accidentes. Sin un stock necesario, gran parte de la actividad médica quirúrgica, terapias oncológicas o trasplantes no podrían realizarse”.
En Chile, existe un protocolo claro para quienes quieran donar sangre. “Es un procedimiento sencillo y rápido. No dura más de 15 minutos en los cuales, además, estás siendo monitoreada por profesionales de la salud”, enfatiza Molina.
Tiene beneficios para el donante: VERDAD
Pocas personas conocen que la donación de sangre no sólo beneficia a quienes la necesitan, sino que también al donante. Según estudios, habrían efectos beneficiosos en el colesterol, ya que aumentarían los niveles de las partículas de colesterol “bueno” o HDL, disminuyendo el riesgo de peroxidación (que se conviertan en peligrosas para las arterias). Asimismo, otros apuntarían a que podría ayudar a controlar la presión arterial de las personas con hipertensión.
También, se ha podido comprobar que la donación disminuye el estrés oxidativo, elevando los niveles de una enzima antioxidante llamada superóxido dismutasa. De acuerdo a la farmacéutica, “pareciera ser que donar sangre es una fuente de estrés positivo, ya que para reponer la sangre el organismo activa sus mecanismos de defensa, disminuyendo el estrés oxidativo. Además, esto también significa menor envejecimiento”.
Según la Base Mundial de Datos sobre Seguridad de la Sangre de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la tasa de donación de nuestro país es de 17 por cada mil habitantes, muy por debajo de lo necesario si la comparamos con otros países, donde puede llegar a 31 personas.
Junto con esto, y tras la pandemia por Covid-19, los donantes disminuyeron en un tercio respecto a periodos normales, de acuerdo al ISP. “Para asegurar el stock nacional, se necesitan cerca de 340 mil donantes al año. Por eso, la donación de forma altruista es tan importante, ya que no sólo se ayuda a salvar vidas, sino que también mejora la propia salud”, finaliza Molina.
Me voy a debilitar si dono sangre: MITO.
Es cierto que hay que cumplir con requisitos mínimos para donar, como tener entre 18 y 60 años, pesar más de 50 kilos, haber desayunado o almorzado en las últimas seis horas, no estar embarazada y no haber trasnochado. Asimismo, se deben dejar pasar tres y cuatro meses desde la última donación, en el caso de hombres y mujeres, respectivamente.
Pero en el cuerpo el volumen de sangre se reemplaza rápido y en unas horas se normaliza, sin que se deban alterar las tareas normales.
“Se aconseja evitar esfuerzos y cargar peso con el brazo del que se extrajo sangre en las siguientes seis horas. Además, hay algunos enfermos crónicos para quienes está contraindicada la donación”, acota la farmacéutica.
Si dono sangre puedo contraer VIH-SIDA u otra enfermedad: MITO.
Los donantes no pueden contraer ninguna enfermedad, ya que todo el material usado para la donación (jeringas, agujas, bolsas, etc.) es estéril y desechable.
Si tengo tatuajes o piercings no puedo ser donante: MITO.
Las personas con tatuaje o piercing, si pueden donar sangre, siempre que hayan pasado más de seis meses desde el último tatuaje.
Donar sangre adelgaza o engorda: MITO.
Donar sangre no altera el peso corporal. El donante entrega cerca de 450 ml de sangre, pero esta se repone rápido y no hay cambios evidentes en su cuerpo. Tras la donación sí es normal que se abra el apetito, por la necesidad de recuperar energía.
El consejo es comer de forma balanceada y beber mucho líquido en las 12 horas siguientes.
No se debe fumar ni beber alcohol antes ni inmediatamente después de donar sangre: VERDAD.
Aunque no es estricto, los fumadores que quieran donar deberían dejar de fumar unas seis horas antes y hasta dos horas después, para evitar mareos. Para Molina “siempre es recomendable alimentarse de manera balanceada y, en particular, beber mucho líquido las 12 horas siguientes”.
Sobre el alcohol, el donante no debe haber bebido en las últimas 12 horas.
La sangre que dono será analizada: VERDAD.
Todas las bolsas de sangre donada se analizan, para evitar que cualquier enfermedad del donante pueda contagiar al paciente.
A la más mínima alteración detectada, esa unidad se elimina y se informa al donante, una vez que es confirmada las pruebas por el Instituto de Salud Pública (ISP).
No puedo donar sangre si tomo medicamentos: DEPENDE.
La ingesta de fármacos sí puede restringir la donación (por ejemplo, haber tomado antibióticos en los últimos 7 días). Por eso es importante saber el diagnóstico de la patología y por qué lo consume, para evitar causar algún daño al donante o al paciente que reciba su sangre.
Pero en caso de medicamentos como antiinflamatorios y el consumo de aspirina sí permiten realizar la donación, al igual que otros fármacos como los hipertensivos o metformina.
Si estoy resfriado, no puedo ser donante: VERDAD.
Una persona con un cuadro de gripe no puede ser donante. Lo recomendable es esperar dos semanas después de recuperarse, para poder donar sangre de forma segura.
No puedo donar sangre si he padecido hepatitis: DEPENDE.
Una persona sí puede donar sangre, siempre que haya padecido hepatitis A antes de los 12 años. Pero nunca en el caso de las hepatitis B ni C.
Por último, es importante aclarar que, a la sangre donada y de acuerdo con los protocolos del Ministerio de Salud, se le realizarán exámenes de VIH, hepatitis B, hepatitis C, HTLV, sífilis y enfermedad de Chagas, para asegurarse que la persona no tenga infecciones.