Hasta 15 años de cárcel arriesgan quienes usen biopolímeros, tales como metacrilato, silicona o derivados del petróleo u otra sustancia similar en Colombia, luego de que se aprobara una ley para prohibir su uso en procedimientos estéticos. ¿Pero por qué son tan peligrosos? ¿Cuáles son las consecuencias de su utilización en el cuerpo y que sucede con el producto en Chile?
El Congreso de la República de Colombia aprobó la eliminación de la utilización de los biopolímeros en procedimientos de salud estética, sustancias hechas, en su mayoría con derivados del petróleo o de la silicona industrial, que pueden incluso, provocar la muerte de un paciente.
El país cafetero, referente en este método y operaciones de belleza, decidió ponerle un alto a esta clase de sustancias, las cuales son sumamente nocivas para el cuerpo humano.
Colombia aprueba eliminar los biopolímeros en procedimientos de salud estética
Para las personas que decidan utilizar estos productos e inyectar biopolímeros, tales como metacrilato, silicona o derivados del petróleo u otra sustancia similar en Colombia, se enfrentarán a una pena de cárcel que va desde los 2 años y 8 meses hasta los 15 años.
Dentro del mismo proyecto de ley se crea un tipo penal de “lesiones a personas con sustancias modelantes invasivas e inyectables no permitidas” en las que las víctimas de estas prácticas podrán acceder al sistema de salud público para que este cubra las cirugías que retiren estas sustancias.
Para el cofundador de la Clínica Aurea y ex director de investigación de la Sociedad Chilena de Cirugía Plástica el Dr. Stefan Danilla, esto es un gran avance para la medicina estética. “Es un paso muy importante ya que todos los años muchas mujeres sufren las consecuencias de los biopolímeros en los glúteos, en la cara y en las mamas”.
¿Qué son las inyecciones de biopolímeros?
Los biopolímeros son macromoléculas de origen vegetal o sintético, que la mayoría de las veces son derivados del petróleo o de la silicona industrial. Estas se utilizan mediante inyecciones en distintas partes del cuerpo con el propósito de aumentar el volumen de la zona aplicada.
Estos son muy peligrosos debido a que el cuerpo no tiene la capacidad de recibir estos componentes, lo que hace que no lo pueda absorber y que sea muy complejo de retirar.
Además, se suma que su composición hace que cuando se inyecte no se quede en el lugar y migre hacia otras zonas, lo que puede traer aún más complicaciones.
¿Qué efecto tienen en el cuerpo? Desde inflamación hasta la muerte
Los biopolímeros cuando se inyectan pueden generar inflamación, infección y enrojecimiento, además de heridas tanto en la zona donde se aplicó, como en zonas lejanas por la capacidad que tienen estos componentes de migrar a otras zonas.
El Dr. Danilla agrega que los biopolímeros puede incluso a generar la muerte: “Trae consecuencias terribles para la salud. Terminan con ulceraciones, enfermedades, alogenosis, úlceras en la piel, enfermedad autoinmune, enfermedad en los ganglios, hasta la muerte”.
A mediano plazo en el cuerpo, pueden presentar endurecimiento en la zona donde se utilizó el producto, además de úlceras, Mientras que en casos más graves pueden desencadenar en una necrosis en la piel e incluso en casos más extremos puede llevar a la muerte del paciente.
Los efectos a largo plazo recién se están conociendo. Se espera que algunos pacientes que les aplicaron biopolímeros en distintas partes del cuerpo presenten potenciales fallas renales y sobre todo problemáticas en las zonas donde fue aplicada la sustancia.
Qué pasa en Chile con los biopolímeros
En Chile, esta es una problemática que ha estado presente durante años, en donde las mujeres son las principales afectadas. A pesar de no estar a la escala de Colombia, los biopolímeros son una realidad, tal como explica el Dr. Danilla.
“En Chile es un problema frecuente, latente y oculto que se da bastante a menudo en las consultas, las pacientes no tienen mucho donde acudir para buscar solución a esto”, señala.
Las inyecciones de biopolímeros han afectado a varias famosas del país en donde estas se han visto perjudicadas en su salud, causándole daños, tal como ocurrió hace unos meses con la modelo Francisca Undurraga, quien descubrió que le habían inyectado biopolímeros sin su consentimiento.