Este 2 de abril se conmemora el Día Mundial del Autismo, que busca educar a la población sobre este trastorno y ayudar a quienes viven con él.
Comúnmente se piensa que el autismo es un trastorno que afecta el desarrollo y se caracteriza por algunas señales como alteración de la comunicación, dificultad de interacción social o conductas rígidas y reiterativas. Pero esas no son todas, al ser un amplio espectro, cada caso puede ser diferente.
Este 2 de abril se conmemora el Día Mundial de Conciencia sobre el Autismo, que básicamente busca educar al resto del mundo sobre esta condición. Y es que según cifras emitidas en el año 2019 por la Organización Mundial de la Salud (OMS), uno de cada 160 niños tiene un Trastorno del Espectro Autista (TEA).
Pero partamos por lo básico. Sebastián Robert, psiquiatra de Clínica Universidad de los Andes, explica que el autismo “el origen que tiene es neurobiológico y puede tener componentes hereditarios, pero en la mayoría de los casos no se conoce la causa y tampoco existe un examen genético específico para detectarlo”.
“Se presenta en niños, habitualmente desde edades tempranas, y aunque persiste hasta la adultez, muchas personas que lo presentan no lo saben o solamente perciben las dificultades en la medida que van creciendo”, añadió.
Los síntomas más frecuentes, que a su vez tienen sus propias señales, son:
• Dificultad para vincularse con sus pares
• Tendencia a presentar pensamientos rígidos
• Intereses restringidos o tendencia al comportamiento ritualista o repetitivo
• Inconvenientes para lograr entender otros puntos de vista, chistes, metáforas o expresiones coloquiales
• Déficit de lenguaje y vocabulario
• Dificultad en el reconocimiento y la expresión de emociones complejas
En algunos casos, también existe un retraso en las destrezas del lenguaje, movimiento, destrezas cognitivas o de aprendizaje. También puede presentar conducta hiperactiva, impulsiva o distraída; hábitos de alimentación y del sueño inusuales; problemas gastrointestinales (por ejemplo, estreñimiento); estados de ánimo o reacciones emocionales inusuales; ansiedad, estrés o preocupación excesiva; y no tener miedo o temer más de lo normal.
Eso sí, es importante destacar, según la CDC, que “es posible que los niños con TEA no tengan ninguna de las conductas mencionadas como ejemplos o que tengan sólo algunas”. Lo importante es estar atentos al desarrollo y sus actitudes, y buscar ayuda de especialista si creen requerirlo.
h2><¿Qué es importante saber?
De acuerdo al portal Doble Equipo, estás algunas cosas, no se deben olvidar.
1. Contrario a lo que muchos piensan, los niños TEA no viven en otro mundo, viven en el mismo que todos nosotros, aunque a veces “necesitan aislarse de estímulos que les resultan dañinos”.
2. Si una persona TEA esquiva la mirada, no es por un tema de educación, sino porque en ocasiones no puede procesar correctamente la información auditiva y visual al mismo tiempo.
3. Las autolesiones pueden ser su forma de liberar sensaciones de dolor, rabia o frustración, que no sabe cómo expresar con palabras.
4. Los enojos de los niños TEA, siempre tienen un motivo, usualmente por cambios en su entorno, lo que le genera angustia y ansiedad a lo desconocido.
5. Tampoco son mañosos al comer. Es probable que tenga dificultades sensoriales que le generen rechazo a ciertos sabores o texturas.
6. Los niños TEA no prefieren jugar solos, sino que simplemente su entorno no está adecuado a sus necesidades o no cuentan con las herramientas para acercarse a los demás. Es aquí donde los adultos son vitales.
7. Sus movimientos repetitivos, como balancearse o mover las manos, puede ser su propia estrategia para manejar el estrés que le provoca la percepción de los sentidos: olfato, gusto, oído, vista, táctil, sistema vestibular y propioceptivo.
¿Cómo abordar el autismo?
Existe la posibilidad de abordarlo de distintas maneras, que deben adecuarse a las necesidades de cada caso, como terapias de comportamiento, familiar y ocupacional, fonoaudiología y tratamientos farmacológicos.
“Estas distintas terapias y apoyos se adecúan a las necesidades de cada caso, y tienen como objetivo mejorar la autonomía, potenciar la independencia, la funcionalidad y que los pacientes logren una inserción social que les permita desplegar sus habilidades al grado máximo posible, mejorando su calidad de vida y la de sus familias”, explica el médico.
“Es muy importante que quienes tienen dificultades derivadas del autismo sean apoyados, aceptados e insertados en la sociedad, para que puedan aportar a ella plenamente con sus capacidades”, añadió.
Terapia alternativa
Estas terapias también pueden ser apoyadas por la tecnología, una de ellas conocida como MeRT, que combina tecnología de estimulación magnética transcraneal repetitiva (rTMS) personalizada, basándose en el perfil de las ondas cerebrales de cada persona.
“La terapia MeRT, la cual se realiza en nuestro país en el centro Brain Treatment Center, fue desarrollada hace más de 10 años en Estados Unidos y ha sido usada para disminuir y eliminar síntomas de diferentes condiciones neurológicas y psiquiátricas”, asegura Mikael Gayme, Cofundador del Centro Brain Treatment Center Chile.
Al mejorar la sincronización y la comunicación neuronal, los pacientes, pueden experimentar mejoras generales en la calidad del sueño, la concentración y enfoque, el estado de ánimo y regulación emocional. Así como también, mejoras en el contacto visual, el uso de la comunicación y lenguaje y la capacidad para enfrentarse a situaciones nuevas.