La actriz tenía 18 años cuando debió someterse a extensas cirugías para salvar su vida y su brazo, producto de la necrosis.
Georgie Henley, la joven actriz recordada como Lucy en Las Crónicas de Narnia, reveló que casi pierde un brazo tras contraer fascitis necrotizante, por una infección come carne.
La artista fue hospitalizada a los 18 años con este problema, que “ocurre cuando una bacteria ingresa al cuerpo mediante una lesión en la piel”, según la clínica Mayo.
“Estaba en mi sexta semana de universidad en Cambridge, (cuando) contraje fascitis necrotizante, una rara y dolorosa infección que casi me quita la vida y causó estragos en todo mi cuerpo”, contó a través de Instagram.
¿Qué es Fascitis necrotizante?
De acuerdo al Centro de Control de Enfermedades de EEUU, esta es una “infección bacteriana rara que se propaga por el cuerpo rápidamente”, por lo que es vital actuar a tiempo y comenzar con un tratamiento con antibióticos, además de operar a la brevedad.
Existen diversos tipos de bacterias que llevan a la necrosis pero “los expertos de salud pública creen que los Streptococcus, o estreptococos, del grupo A son la causa más común”.
“Para evitar la amputación de mi mano y brazo izquierdos, me sometí a una extenuante cirugía invasiva y luego a una extensa cirugía reconstructiva que resultó en una serie de injertos de piel y cicatrices”, continuó la artista inglesa.
“Me tomó mucho tiempo sanar tanto física como mentalmente, pero esperaba que algún día llegara el momento adecuado para hablar sobre lo que sucedió. Hoy es un comienzo”, reconoció la joven de 27 años.
Los síntomas de alerta
Por lo general, la bacteria ingresa al sistema a través de lesiones abiertas en la piel como cortes y raspones, quemaduras, picaduras de insecto y heridas punzantes o quirúrgicas.
Los síntomas más clásicos de la infección es sentir “caliente, enrojecida o inflamada el área en cuestión”, lo cual se va extendiendo con rapidez.
Asimismo, se suele sentir un “dolor intenso, incluso fuera del área caliente, enrojecida o inflamada de la piel”. La fiebre es otro síntoma de alerta.
“He ocultado mis cicatrices en cualquier contexto profesional!
Cuando la infección ya está desarrollándose, se presentan úlceras, ampollas o manchas negras en la piel, la que además puede tener cambios de color.
Pus o secreciones también pueden salir del área infectada, además de provocar mareos, fatiga (cansancio) y Diarrea o náuseas.
Las secuelas pueden dejar también daños psicológicos. “Durante los últimos nueve años he sido abierta sobre mis cicatrices en mi vida personal, pero las he ocultado por completo en cualquier contexto profesional”, confesó Georgie.
Según la joven, esconde sus cicatrices con vendajes, maquillajes, usando mangas largas e incluso pantalones para poder ocultar sus manos en un bolsillo.
“La industria de la que formo parte a menudo se enfoca en una idea muy limitada de lo que se considera ‘perfección’ estética, y me preocupaba que mis cicatrices me impidieran conseguir trabajo”, afirmó.
“La verdad es que no existe la ‘perfección’, pero aún he vivido con la vergüenza de sentirme diferente, exacerbado por las expectativas que venían con comenzar mi carrera a una edad temprana”, dijo.
“Mis cicatrices no son algo de lo que avergonzarse. Son un mapa del dolor que ha soportado mi cuerpo y, lo que es más importante, un recordatorio de mi supervivencia. No afectan mi capacidad como actor y estoy orgulloso de ser una persona que tiene cicatrices visibles en esta industria”, cerró.