Sra. Ximena Aguilera Sanhueza
Ministra de Salud
En las últimas semanas y a raíz de la resonancia en la ciudadanía que ha tenido una serie de reportajes en la prensa escrita nacional que hacen mención y mala interpretación del Informe Cass a la NHS británica, nos vemos en la necesidad de hacer llegar a usted nuestra mirada como comunidad de personas con experiencias de vida trans y/o de género no conforme.
La historia de nuestra comunidad está repleta de opiniones opositoras a nuestras existencias basadas en prejuicios sociales, patologización e interpretaciones tendenciosas y/o conservadoras del avance del conocimiento científico. Si bien es cierto que este ataque no nos sorprende, eso no quiere decir que no nos afecta y vulnerabiliza.
En esta y todas las ocasiones en las que somos el tema de conversación nos parece relevante que se considere nuestra experiencia como individuos y colectivos como parte fundamental de la discusión pública.
En nuestra forma de entender la multiplicidad de experiencias que implica el vivir fuera de la experiencia cisgénero, cuestionamos los criterios bajo los cuales se espera medir si vale o no la pena apoyar nuestras decisiones en todas las etapas de desarrollo. La mayoría de los criterios que se han relevado en la discusión ponen énfasis en la continuidad de las terapias de reemplazo hormonal, ignorando la gran cantidad de factores que influyen en la decisión de interrumpir o no el proceso, imponiéndonos sostener a perpetuidad un tratamiento farmacológico que es opcional.
Lo mismo ocurre cuando el argumento es en términos relacionales que no contemplan que las personas trans tenemos la libertad de vivir nuestras orientaciones sexuales sin prejuicios. Por tanto, sugerir que una persona mujer trans no debería someterse a procesos de reemplazo hormonal por el hecho de gustar de otras mujeres, es invisibilizar la existencia de personas trans lesbianas, entre otros casos.
Nos llama la atención cómo es que en medio de la polémica el Ministerio de Salud no se ha hecho presente para aclarar la confusión sobre las actuales políticas públicas y programas de salud que existen en el sistema público y privado, en especial, el silencio para defender el Programa de Apoyo a la Identidad de Género (PAIG).
En 2023, el Ministerio reportó que 1.202 niños ingresaron al programa PAIG también conocido como “Crece con Orgullo”, con la proyección de alcanzar 2940 para el 2024. Es importante que se recalque el carácter psicosocial de éste, en tanto se ha instalado la caricatura de que por el hecho de estar en el programa se obliga a les menores y sus familias a someterse a intervenciones de cualquier tipo. Eso no sólo no es efectivo sino que, a nuestro modo de ver, no es la forma en la que debería funcionar ningún tratamiento de salud.
No dejemos que todas las personas que actualmente dependen de ese programa queden sin una atención adecuada por el miedo a las críticas. La protección de nuestras existencias es una postura política.
Se hace urgente una declaración del Ministerio de Salud y sus autoridades, en apoyo al trabajo consciente y fundamentado en evidencia científica que sabemos se está haciendo en los programas especializados a lo largo del país. No sólo porque nuestra historia nos 2/68 recuerda que lo que se ha logrado en salud trans ha sido a partir de voluntades de profesionales de la salud aliados que fueron capaces de abordar de una manera sensible un problema de salud pública del que no se hablaba y que sus avances son frágiles.
Por esto se vuelve un imperativo defender los pequeños pasos que como sociedad civil en conjunto con profesionales comprometidos y voluntades políticas han permitido la concreción y avance de esta política pública.
Como comunidad creemos que una declaración es también la oportunidad de dar a conocer los avances de este programa, ya que la información oportuna nos permite mejorar la atención, no solo para niñeces trans sino que para todes les que necesiten de ésta, considerando las diferencias territoriales de nuestro país. No olvidando contemplar las opiniones de les niñes, sus familias y les trabajadores dentro del programa.
Nos despedimos confiando en que nuestro llamado tendrá la respuesta que merece, puesto que estamos llamados a dar opciones a les niñes del futuro en lugar de negarles la capacidad de elección tanto a elles como a sus familias.
Firman: Personas trans y organizaciones de la sociedad civil
Conoce la carta y sus firmantes aquí: